𝐈𝐍𝐄𝐅𝐅𝐀𝐁𝐋𝐄 (1) - Ellie Williams. || TLOU HBOMAX.

1: "Ineffable" (intro)

UNO.
"𝐈𝐍𝐄𝐅𝐅𝐀𝐁𝐋𝐄"

Corro con todas mis fuerzas, sin saber a dónde voy, solo lo hago. Uno de los Infectados corre detrás de mi, acelerándome. Las lágrimas nublan mi vista, pero yo las seco con mis mangas. No pienso morir hoy, no quiero morir hoy. Logró llegar hasta la carretera, y comienzo a correr con todas mis fuerzas, pero sé que mis piernas fallarán en algún momento.

Suelto un fuerte grito cuando siento unas grandes manos sujetarme por mis hombros con fuerza. Pero al lograr ver, mi miedo por los infectados que vienen detrás se queda mínimo comparándolo con este. Mis ojos se abrieron con sorpresa, verlo se siente como una cubeta de agua fría. Como volver a la vida.

Joel.

—¡Maldita sea!, ¡¿Qué fue lo que te dije?!—gritó, tomando mi muñeca con fuerza obligándome a correr en la misma velocidad que él.

Casi no podía sentir mis piernas, pero aún así estas cada vez se movían más rápido. Su mano apretó la mía con fuerza, tirándome detrás de uno de los árboles que estaban a la par de la carretera, poniéndose delante de mi, sujetándome fuertemente por ambos lados. Solo había silencio, hasta que los asquerosos sonidos de los infectados nos hicieron notar su presencia, mi respiración se detuvo, tampoco me atreví a pestañear. Hasta que un par de minutos después, sus pasos indicaron que corrieron hacia el lado contrario del bosque. Suspiré aliviada.

—¿Acaso estás demente?—su voz me regañó en un susurro, un susurro enojado apuntó de convertirse en un grito.

—Joel, basta.

—No. Te dije claramente que debías quedarte, te dije que volvería.—sus manos apretaron mis hombros.

—¡Pero volverías solo!—respondo, más fuerte de lo que esperaba. Respiro tratando de relajar mi cuerpo, aunque el de él se tensó seguido a mis palabras.—Lo siento.

—¿Lo viste?—sus ojos hablaron más que su boca, su sentimiento de tristeza se traspasó a mi al instante.

—No.

—No me mientas, Morgan.—volvió a sacudirme levemente, su voz estresada y desesperada me hizo sentir vulnerable.—¿Lo viste?

—Si.—confesé, recibiendo como respuesta su mirada triste, sin palabra alguna.—No me quede, Joel, no me quedé.

—¿Por qué no fuiste conmigo?—preguntó con duda en su voz.—No fui yo... lo juro, no fui yo.

—Lo sé.—le digo, tratando de calmar su sentimiento de culpa. Aguantando mis lágrimas, las que prometí no soltar otra vez.—Estaba del otro lado, cuando te vi salir sin ella, lo entendí. No podía,—mi voz se trabo por un instante— no podía seguir.

—Debiste volver. Sabes que no estoy solo.—soltó, como una confesión que esperaba que fuera descubierta de la mejor manera.

—Sí. Lo sé. También la vi, esa noche que se fueron, los seguí, lo sabía. Solo no quería que supieran que yo estaba ahí, siempre a distancia. Quería llegar contigo hasta Tommy, y... encontrar algo mejor, tal vez.—digo, soltando hasta la más mínima parte de la verdad.

—No sabemos si él está en un buen lugar.—me miró con más firmeza que antes.

—Exacto, no lo sabemos.