𝐈𝐍𝐄𝐅𝐅𝐀𝐁𝐋𝐄 (1) - Ellie Williams. || TLOU HBOMAX.

Capítulo 2: "Mi reflejo En tus Ojos"

CAPÍTULO DOS
❝ My reflection in your eyes. ❞

Bendita sea la noche. Bendigo cualquier acción del ser humano que se relacione a dormir. Si pudiera desaparecer de la tierra, solo para dedicarme a dormir, lo haría sin pensarlo ni una sola vez.

Noté durante la noche que Joel se había levantado, pero mis ojos no me permitían prestarle demasiada atención. Sinceramente, llevaba mucho tiempo sin dormir como debía, pero por suerte, no sucedió nada durante la noche que nos obligara a tomar nuestras cosas y salir huyendo. Cuando despierto, lo primero que ven mis ojos, aparte del ya claro bosque que estaba a nuestro al rededor, es el cuerpo de mi acompañante completamente enrollado con el supuesto cobertor que estábamos compartiendo. Eso explicaba las veces que me desperté a causa del frío, que antes de verla, era inexplicable.

—Oye.—la empujo levemente con una de mis manos, achicando mis ojos para poder mirarla.—Despierta. Si desarrollo una neumonía severa será tu culpa.

Ella se sentó como pudo, probablemente sin haber escuchado ni una sola de mis palabras, demasiado aturdida como para poder encender su cerebro.

—¿Qué te pasa?—balbuceó, observándome por un agujero donde apenas dejaba ver sus ojos.

—¿Qué te pasa a ti? Dijimos que compartiríamos.

Estiro hacia ella ambas manos, tomando el cobertor mientras lo forcejeo para tratar de desenvolverla. Ella se quejaba con cada movimiento, como si recibiera la peor masacre de su vida. Cuando decide colaborar, logro poder quitárselo por completo.

Mi risa dormida la hace levantar una ceja mientras me mira.

—¿Y ahora qué?

—Es que parecías un mojón de perro con eso encima.—digo, volviendo a reír levemente.

Mala idea, después de verme con cara de odio, se lanzó encima mío tratando de arrebatarme mi única esperanza de no morir congelada. Parecíamos dos perros que peleaban por un pedazo de carne, revolcándonos como pulgas sobre el duro suelo debajo de nosotras. Ambas reíamos, hasta que de un momento a otro nos enredamos tanto que no lográbamos salir, entre risas y palabras desesperadas de una a la otra sobre que ahora moriríamos asfixiadas, logramos levantar la tela sobre nosotras.

Como acto repentino, mientras me sentaba sobre mis rodillas, Ellie volvió a tomar el cobertor y lanzarlo sobre mi cabeza, tirándome al piso. Dijo que así no me daría hipotermia, pero con mi ataque de risa no podía responderle ni decirle mis groserías que querían salir con desesperación.

—¡Oigan!

El grito de ambas alertó a todo el bosque y probablemente medio país, reincorporándonos de inmediato,  llevándonos una mano al pecho al darnos cuenta que solo era Joel, a quien probablemente hayamos despertado por nuestro ataque de guerra pacífica- agresiva.

—Maldita sea, me asustaste.—digo como puedo, aún recuperando mi respiración.

—Ya nos tenemos que ir.—avisó.

Ambas volvemos al piso, cansadas. Esta vez nos sentamos, arropándonos las dos. Mi cuerpo agradeció del calor sin violencia.

—¿Estabas dormido?—pregunto. Él niega con la cabeza.