Jaehyun se negaba a abrir los ojos, pero el zumbido insistente de su celular lo hizo renunciar a seguir durmiendo, intento moverse y por poco cae al suelo, maldijo entre dientes a la pequeña cama, sería muy de tamaño matrimonial pero no hay nada como una buena cama tamaño King. Como era de esperar Renjun estaba enredado a su alrededor, como pudo logro desenredarse, Renjun protesto en sueños pero siguió profundamente dormido, Jaehyun sonrío petulantemente, había desgastado completamente al pequeño hombre, no le había dejado dormir en casi toda la noche, después de su primera ronda de sexo caliente lo dejo dormir un rato y después volvió a despertarlo para hacerle el amor esta vez lentamente, había pagado sus frustraciones del día con el culo y la boca de su pequeño amante.Cuando al final logro encontrar su celular este había dejado de sonar, era una llamada de Sam, seguro era por algo de la empresa, se vistió rápidamente con unos vaqueros y una camiseta, menos mal que había pensado en traer ropa informal, no quería que sus trajes se echaran a perder. En silencio salió de la habitación, silencio era un decir, esta casa era grande, y antigua así que rechinaba todo por todos lados, esquivo con éxito la cocina, podía escuchar voces, salió al porche trasero y a lo lejos podía ver enormes graneros, ayer le habían dicho que en esos lugares se concentraban las cunas de crías o algo así, la verdad es que tuvo la educación de no interrumpir el señor Huang hablando de su negocio, pero los animales no eran lo suyo, ni siquiera había recordado tener un perro de niño.
Regresó la vista a su teléfono cuando este volvió a sonar.
—Dime, Sam.
—Hola para ti también, hasta parece que no eres feliz de escucharme.
—Es muy temprano para que molestes ¿No te parece? Que es tan urgente que no puedes hablarlo con Johnny o llamarme más tarde —aunque apenas estaba levantando el sol, a lo lejos podía ver a los hombres trabajando ya, unos en los corrales, otros más saliendo en camionetas, le extrañó ver a Lucas cerca de una de las cercas, algo le estaba explicando el mayor de los hermanos de Renjun, Lucas parecía fascinado viendo a los caballos, Jaehyun frunció el ceño, jamás se imaginó que su hombre de mayor confianza tuviera debilidad por las actividades de campo.
—¿Me estas escuchando?
—Sí, ¿Qué decías? —la verdad era que para nada estaba prestando atención.
—El sexo con ese traidor debe de ser épico para que estés tan distraído.
—Sam... —gruñó una advertencia.
—¡Valeee! No dije nada, el que está viviendo una mentira eres tú, no yo — Sam cambio totalmente el tema y se concentró en asuntos de trabajo pero el daño ya estaba hecho, nuevamente el hacha de traición había caído en medio, fracturando más el delgado hilo.
—¡Buenos días Cielo!, espero que hayas dormido algo, vaya baterías tan duraderas tienen ustedes dos —estaba tan concentrado tratando de entender todo lo que su abogado estaba diciendo que no sintió a la madre de Renjun aproximarse hasta que la pequeña mujer estaba enfrente de él entregándole una taza de café.
—Eh... te llamare más tarde Sam —colgó la llamada. —Buenos días —susurró, tomando un trago a su café, puesto que no quería contestar al comentario sobre las baterías, era incomodo de por sí ya estar en la casa de su amante. La mujer le sonreía ampliamente, no parecía importarle para nada el hecho de que él hubiera estado jodiendo a su hijo casi toda la noche. —Delicioso —dijo señalando al café y no mentía, tal vez no fuera expreso francés, pero estaba realmente bueno.
—Receta de familia cielo, de un Huang a otro, como aquí se madruga antes de que salga el sol, se necesita toda la cafeína que se pueda conseguir.
—Cierto —señaló a los hombres que seguían en su trabajo pero que al mismo tiempo no despegaban la mirada de ellos.