Miel de oro

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Más tarde esa noche, cuando Jaehyun regresa de curar a los heridos con su nueva habilidad de curamiento junto con los otros hijos de Apolo, encuentra a Taeyong acostado dentro de su tienda, extendido sobre el saco de dormir como si fuera una cama tamaño king. Eso es algo único en Taeyong, la forma en que hace de cada habitación su escenario, la forma en que parece majestuoso y caro incluso en los escenarios más mundanos. Está masticando un pastel de chocolate distraídamente, con los labios brillantes y es imposible que Jaehyun no se quede boquiabierto.

—¿Cómo está Hyuck?— pregunta tan pronto como Jaehyun entra y cierra las cortinas de la tienda. Cuando se vuelve hacia él, Taeyong está limpiando las migajas de su suéter negro de cuello alto, con la lengua deslizándose sobre los labios para limpiar cualquier resto de chocolate, y Jaehyun considera abrir la tienda de nuevo para tener un suministro interminable de aire fresco. —¿Y Ten?

—Hyuck está bien, se rompió algunas costillas durante la pelea, pero una de nuestras hermanas se apresuró a curarlo. Ten...— Jaehyun se rasca el cuello, el recuerdo de los ojos llorosos de su amigo hace que su corazón se encoja dolorosamente. Taeyong debe darse cuenta de esto porque toma la mano de Jaehyun y lo obliga a sentarse frente a él, rápidamente toma las mantas y envuelve a Jaehyun en ellas hasta que se siente cómodo en un capullo de calor. —Él se siente realmente culpable y no deja de culparse por lo que pasó. Tratamos de tranquilizarlo, le dijimos que nadie murió y que todos los heridos se recuperarían, pero que pasará algún tiempo hasta que supere esto.

—¿Debería ir con él?— Taeyong gira la cabeza rápidamente, agarrando rápidamente tres paquetes diferentes de dulces. —Tal vez para llevarle algunos bocadillos y…

—Está con Johnny, estará bien.— los dientes de Jaehyun se hunden en su labio inferior, los dedos se enroscan sobre la manta; por mucho que se esfuerce por no hacerlo, no puede dejar de ver a Taeyong frente a él, masacrado y sin vida, como un muñeco desgarrado por los bordes. Sintiendo que la vida se le escapaba lentamente mientras lo sostenía en sus brazos, cómo todas las luces parecían apagarse en el segundo en que se dio cuenta de que iba a perder a la persona más importante de su vida. Y luego el calor, Jaehyun también lo sintió, brotando de las puntas de sus dedos y dentro de Taeyong, y pensó que tal vez estaba sintiendo tanto que los quemaría a ambos. Todo lo que quería era que Taeyong viviera; daría todo por eso, incluida su propia vida. Así que ahora solo quiere escuchar la respiración constante de Taeyong, apreciar el sonrojo en sus mejillas, mirar boquiabierto las chispas incandescentes en sus ojos. —¿Y tú?  Estás bien, ¿verdad? ¿No te duele nada?

Extiende la mano y cuando Taeyong toma aire, deja que las yemas de sus dedos acaricien los suaves mechones rosados ​​de su cabello, deseando que esta noche pueda ser él quien recueste su cabeza sobre el pecho de Taeyong para que su latido estable pueda adormecerlo.

—Hay algo que duele—, admite Taeyong, atrapando su labio inferior entre los dientes y haciendo que Jaehyun no pueda apartar los ojos de la comisura de su boca, su arco de cupido, la forma de corazón de sus tentadores labios color caramelo.
—Pero no quiero que lo cures.

—¿Seguro?— la mano de Jaehyun cae del cabello de Taeyong para recorrer la extensión de su rostro, desde las sienes hasta la mandíbula, atrapando su barbilla entre dos dedos con el pulgar rozando el labio inferior de Taeyong. —Mucha gente me pidió específicamente que los curara. ¿Seguro que quieres dejar pasar una oportunidad tan increíble?

Taeyong gruñe, agarrando la mano de Jaehyun para alejarla de él. Jaehyun deseaba que le doliera menos cada vez, pero no es así. Simplemente se acostumbra más al dolor.

—Por supuesto.— Taeyong pone los ojos en blanco, se desliza hacia atrás en el saco de dormir y levanta la manta hasta que le cubre la boca, y Jaehyun no puede evitar sonreír: el está escondiendo un puchero. —Ahora todos querrán un pedazo de ti aún más de lo que ya querían.

La luz y la oscuridad (Jaeyong)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora