El coche te deja tirado en la altura de la iglesia de San Francisco.
J- Mierda, ¿porque te paras ahora?
Te sigues quejando pero tus palabras no llegan a oídos de nadie.
Acto seguido sales del vehículo frustrado, no tienes nada, ni armas ni cuchillos, ni ganas de seguir viviendo, quieres acabar con todo pero recuerdas que hay una niña y tu ultimo compañero esperando tu regreso. -Debo aguantar...- Piensas para tu ser. Estás evaluando la situación cuando ves la iglesia, aquella iglesia que te tuvo preso durante días, aquella iglesia en la que tus compañeros perdieron la vida, uno por si mismo y otro por SALVA, no quieres entrar pero algo dentro de ti te hace dudar de lo que quieres en verdad, -¿Que hago?- piensas para tu ser otra vez pero algo a lo lejos te hace recobrar el sentido, a primeras no sabes que ruido es pero acto seguido reconoces el sonido que ha sonido a lo lejos, son rugidos de zombis y no solo uno ni dos sino varios -Debo darme prisa- piensas, asi que te decides por entrar de nuevo a aquella iglesia.
Esta la puerta cerrada, tal y como la dejasteis la última vez, entras y todo está oscuro, tus pisadas resuenan como si estuvieras entrando a una dimensión diferente a la que estás, sigues andando cuando de pronto tu pie choca contra un objeto solido y el sonido de tus botas pasan a producir el sonido causado por un charco pegajoso, el olor es nauseabundo asi que te tapas con tu pañuelo de cuello y sigues adelante. Sacas tu linterna y cuando la enciendes ves que era eso con lo que te habías topado, un charco de color marrón de tamaño considerable seguido de un rastro que te da curiosidad seguir.
Sigues el rastro cuando de pronto termina en un lugar que no hay nada. Una gota cae sobre tu cabeza, te rascas y miras arriba de ti y lo que ves te deja sin palabras.
Encima tuya colgando del techo con sogas ves todos los cuerpos sin vida de lo que fueron tus compañeros. Ana, Cecilia, Dani, Adrían, Sheila, Jorge, Raúl etc......, empiezas a vomitar, no puedes creer lo que estás viendo con tus propios ojos, no lo quieres creer cuando vuelves a vomitar, y otra vez mas, y otra, te pones a llorar, tu corazon quiere salir de tu pecho, tu estómago te duele, sientes un ardor terrible en tu garganta cuando vuelves a vomitar pero esta vez SANGRE, te empiezas a asustar y caes al suelo, quieres huir de ahí pero sientes como si todos los espíritus de tus compañeros estuvieran empujando tu cuerpo hacia el suelo en venganza de sus muertes, sabes que no están descansando en paz, que cada uno ha tenido una muerte muy dolorosa y agonizante. ¿Y tu? Tu sugues vivo , sigues enviando a mas personas a la muerte, sigues haciendo que los demás sean tu carnada mientras tu sobrevives, intentas hacer todo lo posible por salir de ahí cuando de pronto alguien entra a la iglesia.
¿?- ¿Que cojones es eso?.
Ves entre todas tu lágrimas una silueta de una persona, no sabes diferenciar si es una persona u otro zombi que ha entrado por el olor y sonido de tus vómitos. Intentas ponerte en pie pero lo unico que consigues es arrodillarte, el sonido de las pisadas se vuelve mas cercano y algo te agarra del pelo.
¿?- ¿Que eres?.
La persona que te tiene agarrado ve todos los cuerpos, sorprendida te carga en sus hombros y te sienta en uno de los bancos. Intentas relajarte, respiras todo lo profundo que puedes pero toses, no puedes aguantar el olor, y la imagen que se ha quedado grabada en tu mente, cuando de pronto esa persona te habla.
¿?- ¿Como te llamas? Yo me llamo Marta.
J- Javier.
Dices entre dientes, y la miras, ella no te está atacando, ella está a tu lado esperando a que te recuperes.
Mar- Cuentame ¿Que es todo esto?.
Pregunta curiosa, a lo que respondes.
J- Son los que alguna vez fueron mis compañeros....
Se sorprende aún mas y se aleja de ti.
Mar- Acaso... ¿Tu los matastes?
Niegas con la cabeza y procedes a explicarle todo, desde principio a fin.
Ella asiente y parece entender todo lo que le estás explicando. Hay un silencio incomodo en la iglesia pero Marta lo rompe.
Mar- ¿Estás solo?
Niegas y le explicas que tienes un refugio en el instituto donde hay una niña pequeña la cual es tu "hija" y otro compañero esperando tu regreso, a lo que ella se levanta y te hace un gesto de que vayais allí. Asientes y te levantas, avanzas a la salida con la cabeza agachada porque no quieres ver a todos los que fueron tus amigos en ese estado, salís y lo que era eco se convierte en absoluto silencio, no hay zombis cerca, no hay sonido, el unico sonido que hay son las pisadas de vosotros dos llendo a vuestro refugio.
Seguís adelante entrando en comercios varios de pequeño tamaño en busca de comida y bebida y con suerte conseguis llenar la mochila aunque sabes que eso solo dará para varios días. Llegaís a la altura de tu antiguo hogar.
Mar- ¿Ocurre algo?
Señalas y le explicas que ese fue tu hogar, a lo que ella te responde de entrar dentro en busca de algún juguete para la niña cual debes proteger.
Entraís dentro del portal, subís las escaleras hasta el 3º piso, le dices que este era tu hogar antes de todo, ella asiente y abre la puerta. Entraís y tu antiguo hogar te da la bienvenida con un zombi, Marta lo apuñala y te hace una señal de seguir adelante, estás por tu pasillo cuando el sonido de unas pisadas fuera del edificio te distraen. Marta te toca el hombro con lo que te hace volver a tu ser, asientes y vais en dirección a tu dormitorio.
Entraís y encendeís la linterla, puedes ver tu antigua habitación, tus paredes de color verde clarito, tu cama, y al fondo un cajon de juguetes y muñecos de cuando tu eras un niño pequeño.
Coges una mochila pequeña llena de polvo y telarañas, la limpias y metes varios juguetes y muñecos dentro de ella. -La mantendrán distraida por lo menos- Piensas y sonries. Marta te hace una seña de que es hora de irse, asi que te despides de tu antigua habitación y salís.
Bajaís hasta el portal en el que hay un zombi impiendiendo el paso, a lo que Marta le apuñala la cabeza revelandose a su guardia.
Mar- Me he infiltrado en la fortaleza zombi mua ja ja. Hace una mueca de superheroína y se rie de forma comica, te empiezas a reir y ella se rie junto a ti.
J- Es hora de irnos superheroína. Dices en tono burlón
Mar- Si vamonos querido bufón. Te devuelve en tono burlón.
Os reís mutuamente y seguís vuestro camino. Llegaís a la fachada del instituto y ves un cuerpo en la puerta que te resulta familiar.
J- NO PUEDE SER.
Corres al cuerpo e Isra sale del instituto por culpa de tu grito, mira al cuerpo y grita algo que tu no entiendes, agarras el cuerpo aún con pulso y lo metes en el instituto.
FIN DEL CAPÍTULO IX
PROXIMAMENTE:
CAPÍTULO X: El renacimiento de una era.