¿Tener niños? ¡No! ¡Recolectar niños! (6)

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Notas: No dejare de sorprenderme de las malditas palabras que remarcaban todo el abuso que KRS sufrió y yo ni siquiera me di cuenta hasta que llegue a esos capítulos de la novela y me tomo por sorpresa, no los note hasta que releí la novela. 

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Capítulo 6:

Una mujer camina por las calles de la ciudad, comparando sus recuerdos con el lugar actual, había estado aquí hace mucho tiempo, con otra apariencia y otro propósito, el continente oriental ha cambiado mucho en los últimos setecientos años, aunque muchas cosas siguen iguales. No es que lamente no haber venido antes, estaba mas ocupada lidiando con cierta maga que se negaba a morir hasta la fecha.

Se asegura de cubrir el cabello rosa chicle con la capucha una vez que entra a la posada de la ciudad libre Leeb-An, duda mucho que alguien reconozca a el cuerpo de esta anfitriona, pero no va a arriesgarse.

Un hombre pelirrojo la esperaba sentado en la esquina de la posada, con una capucha blanca y una mascara que cubre la mitad de su cara, casi hace que la mujer que recién llega quiera reir.

Han pasado casi quinientos años desde que lo vio, poco mas de novecientos desde que lo conoció.

—Ha pasado un tiempo— Saludo con un tono casual mientras tiraba de la silla y se sentaba con una sonrisa —Barrow

—Leila— Respondió con un tono indiferente mientras la miraba con seriedad.

Hace mucho tiempo, Cale Barrow intentó tomar control de Eorka para él, aprendió por las malas porque no era buena idea, cuando el cuerpo de ese momento fue despedazado y las consecuencias sacudieron ligeramente el continente oriental. Leila no se metía en sus asuntos, Barrow aprendió a no meterse en los de ella, el Dios Sellado tampoco lo apreció.

Leila había llegado a él un siglo después de que la maldición se asentara en su cuerpo, otro cuerpo al que tenía ahora, una sonrisa descarada y un hombre a su lado.

—Eres Barrow ¿Verdad?— Le había preguntado con indiferencia mientras se sentaba con las piernas cruzadas, Cale Barrow había querido atacarla, pero se abstuvo —Me dijeron lo que hiciste, robar los huevos del ultimo dragón lord y estas a punto de destruir uno.Como sea, no he venido por eso— Señalo al hombre detrás de ella —Este es Bernard, un lich, alguien como tu seguramente puede sentir que tan fuerte es ¿No?

Si, Estrella Blanca sabía que tan fuerte era él, también podía sentir que tan fuerte era ella.

¿Como me encontraste?— Le había preguntado, en ese momento Barrow había estado viviendo escondido en una cueva.

—¿Qué quieres decir con que cómo? Las mismas personas que me dijeron lo que hiciste—

—¿Quienes?—

Leila se había burlado, lo miro a los ojos, a través de la mascara blanca y hablo lentamente.

—Las mismas personas que te incitaron a hacer eso que hiciste—

Ella no había dicho nada mas del tema, no respondió sus preguntas y solo se limito a presentarle a Bernard, le había dicho que era un Lich y era poderoso, le explico que era un buen mago negro y era mas viejo que él, se había burlado un poco mas antes de marcharse

Espero ver lo que haces, Barrow, no decepciones—

Se habían encontrado unas pocas veces después de eso, un poco de información aqui y alla, principalmente se encontraban en las costas, a Leila no le gustaba que él entrara a su territorio y ella no entraba al de él a menos que le mandara una carta por delante avisando que iría. El dios sellado siempre era un poco mas parlanchín cuando ellos se reunían.

La Perra Loca y La Basura de la FamiliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora