C.A.L.G.D.J.D.D.L.T.

Capítulo 82

Capítulo 82 — El regreso de un viejo amigo

Gu Zhan entendió los sentimientos de Su Luo. Probablemente estaba distraída porque su mejor amiga había sido secuestrada.

Gu Zhan rápidamente les dijo a los dos niños: “Si los platos están un poco salados, no los coman. Papá te llevará a jugar más tarde. Vamos a comer KFC”.

Los dos niños se animaron de inmediato cuando escucharon que podían comer en KFC. Gu Xi dejó los palillos en sus manos y le dijo a Gu Zhan: “Papá es tan bueno. Los dos no hemos comido KFC en mucho tiempo”.

Gu Zhan miró a Su Luo. Al ver que ella todavía estaba aturdida, supo que estaba pensando en otra cosa. Sabía que Su Luo no escuchó la conversación entre él y los niños.

Gu Zhan empujó suavemente el brazo de Su Luo y dijo: “Llevare a los niños a jugar en un rato. Ve y haz lo que tengas que hacer”.

Su Luo asintió después de escuchar eso. Gu Zhan volvió la cabeza para mirar a Gu Bei y Gu Xi. Les dijo a los dos niños que fueran a sentarse en el sofá y jugar un rato. Después de ordenar los tazones y los palillos, los sacaba para comer comida deliciosa.

Su Luo vio a Gu Zhan ordenar los platos, por lo que planeó subir las escaleras para empacar sus cosas. Tenía que pensar rápidamente en una forma de salvar a Shen Ling.

No mucho después de subir, escuchó el timbre de la puerta. Su Luo caminó hacia el balcón y vio que un hombre con una camiseta azul estaba llamando a la puerta. Su Luo luego bajó las escaleras para ver quién era exactamente, pero Gu Zhan ya había abierto la puerta.

Gu Zhan acababa de abrir la puerta cuando Wang Ming corrió emocionado para abrazar a Gu Zhan. Gu Zhan estaba tan asustado que inmediatamente se alejó, pero no pudo evitar fruncir el ceño cuando dijo: “¿Quién eres? ¿Nos conocemos?"

La mano de Wang Ming, que originalmente estaba a punto de abrazar a Gu Zhan, se congeló en el aire. No sabía si dar un paso adelante o atrás, pero se atragantó por un momento.

Wang Ming se congeló cuidadosamente durante unos segundos antes de recuperar el sentido y dijo con una sonrisa: “No pretendas ser estúpido aquí. ¿Crees que creeré en tu pequeño plan solo porque no atiendes mis llamadas ni respondes mis mensajes?"

Gu Zhan no entendió bien lo que decía Wang Ming, y Wang Ming miró la cara desconcertada de Gu Zhan.

Wang Ming sabía que Gu Zhan no parecía estar fingiendo, por lo que solo pudo darse palmaditas en la cabeza y decir: “Se acabó. ¿No me digas que realmente ya no me conoces?"

Gu Zhan asintió en este momento.

Wang Ming murmuró para sí mismo: “Me preguntaba por qué no devolviste mis llamadas. Te envié muchos correos electrónicos, pero no respondiste a ninguno de ellos. Si no fuera por los chismes de otras personas, realmente no habría sabido que tuviste un accidente automovilístico y que en realidad te golpeaste la cabeza tontamente”.

En ese momento, Su Luo, que había bajado las escaleras y estaba parada en silencio detrás de Gu Zhan, frunció el ceño con tristeza mientras escuchaba a Wang Ming, “¿Qué quieres decir con eso? ¿Quién dijo que Gu Zhan se ha vuelto estúpido? Solo perdió temporalmente la memoria”.

Solo entonces Wang Ming notó que Su Luo estaba detrás de la rendija de la puerta. Wang Ming sonrió un poco avergonzado y luego le dijo a Su Luo: "Puede que no me conozcas, pero yo te conozco".

Su Luo lo miró. Llevaba una camiseta azul y un par de pantalones casuales azules. Su Luo no dijo nada pero lo dejó entrar a la casa.

Luego, miró a Gu Bei y Gu Xi y les dijo: “Tenemos un invitado en casa. Xiao Bei, Xixi, ustedes dos suban y jueguen un rato. Saldremos después de que mamá y el tío terminen de hablar”.

Al escuchar esto, Gu Bei y Gu Xi se levantaron del sofá y pusieron el control remoto sobre la mesa. Subieron obedientemente al segundo piso. Wang Ming sonrió y dijo: "No esperaba que sus dos hijos crecieran tanto en un abrir y cerrar de ojos".

"Sí, ambos tienen cinco años".

Gu Zhan miró a Wang Ming y dijo lentamente.

Wang Ming miró a Su Luo, que le estaba sirviendo agua frente al dispensador de agua, y luego le dijo a Gu Zhan en voz baja: "Hermano, no me digas, ¿realmente no me reconoces?"