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Habían perdido la cuenta de cuantas canciones bailaron juntos. Las lentas acompañadas de intrusos toques por todo sus cuerpos, o las movidas que le sacaban sonrisas por los torpes movimientos que hacían. Cada una había sido especial, sin embargo ninguna los había identificado tanto a ambos como la que el dj acaba de colocar.

Las luces en toda la sala donde estaba la mayor parte de la fiesta se colocaron en tonos rojos para así darle más tensión al bit y la letra de aquella canción. "I don't need your name" de Rosenfeld era la susodicha, y las personas que habían conseguido a alguien en esa noche no perderían la oportunidad.

Jimin y Jungkook no eran la excepción, sus cuerpos se atrajeron como si fuesen imanes ansiosos de juntarse con el otro, para luego moverse de acuerdo al ritmo de la música.

Las manos del pelinegro se posaron sutilmente en la fina cintura desnuda del rubio apretando los corazones que decoraban la piel por aquella joya que llevaba puesta ya que había escogido la segunda opción como atuendo.

Los movimientos de cadera del más bajo eran precisos, subía y bajaba lentamente haciendo que su gran culo apretado por el jean claro rozara gozosamente con la entrepierna del mayor quien estaba encantado por tan perfectos movimientos.

El pene despierto del más alto junto a los fuertes apretones en la cintura le hizo saber al menor que estaba haciendo un buen trabajo. Jungkook no le permitía alejarse siquiera por un segundo, quizás la escena era ciertamente torturosa para él debido al dolor que empezaba a sentir en su parte baja, pero no le importaba, tener al rubio bailando para él de esa forma compensaba todo.

De por si el ambiente ya se había tornado caliente y tenso, pero el pelinegro quería darle un plus a todo, así que se acercó al oído el más bajo, susurrando la letra de aquella canción con voz gruesa.

You make me high on your looks
Your playing games is so cruel
You're the kind of boy censored in textbooks
You're the fire and I am the fuel

You don't want my love
You just want my night
So let's stop wasting time,
I don't need your name.

Cantó en su oído provocando escalofríos en el rubio, sus cuerpos ardían a pesar de que estaban siendo rodeados por una gran cantidad de personas, pero aún así, solo se sentían ellos allí. El resto pasó a segundo plano, y sus ojos finalmente chocaron con los del contrario en una intensa batalla de miradas.

No se habían besado, no habían ido más allá que los toques mientras bailaban, pero Jungkook no estaba seguro de poder resistirse más. No cuando esos labios de color cereza se umectaban frente a él con notoria provocación.

Ambos lo sabían, después de que sus labios se juntaran con los del contrario no habría nada que los hiciera detenerse, pero ninguno había tomado la iniciativa, no hasta que el mayor habló decidido a romper la tensión que con el tiempo habían formado.

—El color de tus labios... tan intenso como una jugoza cereza– dijo finalmente acariciando el lugar mencionado anteriormente con su pulgar removiendo un poco del bálsamo que utilizaba el rubio.

—Puedo asegurarte que el sabor es igual– contestó en un pequeño gemido por el suave toque.

—Me gustaría comprobar eso yo mismo— volvió a decir el pelinegro, pero esta vez más cerca, tanto que podía sentir como las respiraciones se mezclaban para crear una sola.

—Entonces no sé que esperas para hacerlo– dijo, y esa fue la única respuesta que necesitó para chocar finalmente sus labios por primera vez, con suaves movimientos que con el tiempo se convirtieron en feroces.

Cherry lips; kookmin auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora