estúpido jeon ⟅ kooktae.

𝐈𝐈.

— ¡Che, Jungkook! — llamó Jimin hacía su mejor amigo, quién terminaba de jugar para refrescarse. — Un lindo chico te está mirando desde el segundo piso. — el rubio miro enternecedor al chico de la venta quien se asomaba tímidamente hacia la cancha de fútbol.

— ¿Ehh? — Jungkook frunció el entrecejo, algo confundido y se decidió a mirar, encontrándose a un castaño que apenas asomaba su cabeza a la ventana del segundo piso. Sonrió apenas, pero el castaño rápidamente se escondío y desapareció de la vista del azabache. — Ah él, creo que lo conozco. — decía mientras peinaba su cabello hacia atrás.

— Es re lindo, ¿de dónde lo conocés? — Jeon decidió no contestar y en cambio tomó su mochila ya que el timbre había sonado; indicando el descanso. Y aprovecharía ese tiempo para acercarse al lindo castaño, y hacer lo que siempre hace todos los días.

( . . . )

Kim caminaba por los pasillos mirando con atención a su al rededor con su cara ardiendo más que el sol de verano. Tratando de evitar a cierta persona. Sabía que Jungkook lo estaba buscando para molestarlo, era como una rutina suya de todos los días donde él era su víctima. Lo más curioso era que solo lo hacía con Kim y no con nadie más. El chico no era un bully, sino que era amable, amistoso y en ocasiones serio y misterioso, una persona de pocas palabras.

El castaño suspiró alejando sus pensamientos de la realidad, todavía tenía clase de química. Sacó sus libros de la mochila y tomo la llave de su casillero hasta abrirlo lo más rápido que podía para no encontrarse con Jeon Jungkook.

Antes de que pudiera dar otro paso fuera de donde estaba, ya listo con los libros que necesitaría. Un alto pelinegro se encontraba recargado a su lado sobre los casilleros, mirándolo fijamente con una sonrisa ladeada, como si se estuviera burlando de el baja estatura. Jungkook sabía que había ganado a su juego de las escondidas con Taehyung.

— Buenos días, hyung... — saludó el más alto sin dejar de sonreír tontamente, el mencionado solo saludó con su mano derecha, moviendo sus dedos. — El día está hermoso, ¿no crees?

El mayor no contestó su pregunta, en cambio se dedicó a mirar a todos lados en busca de alguna salida o excusa. — Tenés razón, Jungkook-ah p-pero no tengo tiempo... — estaba decidido a irse, sin embargo no contaba con los rápido reflejos del menor, quien con su diestra tomó el hombro del más grande y con su mano izquierda recargada sobre los casilleros, acorraló a Kim.

— Todavía no termino hyung, tengo que hablar con vos. — este no decía ni una mínima palabra, pero estaba dispuesto a escuchar lo que él necesitaba y teniendo la timidez presente, escondía parte de su cara detrás de uno de sus libros. — Tu mamá me pidió por favor que te llevara saliendo de clases a tu casa, ya que llegaría tarde, y si te sentías solo, podría estar acompañándote hasta que llegue. — le dedicó una sonrisa. — ¿Te molesta que me quede con vos, hyungie? ~ — sutilmente Jungkook bajaba el libro que escondía el bello rostro del contrario, para poder apreciar como toda su cara comenzaba a enrojecerse de un color carmesí casi intenso.

— No hay... Problema. — contestó entre dientes el castaño, maldiciendo internamente el porqué nunca podía formular bien una palabra alguna frente al menor. Después de todo, era su vecino de enfrente, lo veía casi todos los días e incluso en vacaciones, no debería de tartamudear tanto.

— Bien Tae. —  sonrío amablemente mientras se inclinaba a darle un beso en su frente, para luego reincorporarse y darse la vuelta sin antes hacer su última jugada. — ¡Hoy te ves muy lindo!

El castaño abrió grande sus ojos junto a su boca, mientras abrazaba fuerte su libro. — ¿Qué? A-Ah, ¡gracias! No, digo... — intentó remediar su respuesta a una más coherente pero fracasó así que permaneció en silencio mientras veía la silueta de Jeon desapareciendo de a poco.

De repente, Kim levantó una de sus cejas, quedando pensativo... ¡Le había besado la frente! Y había olvidado llamarlo "hyung."

Definitivamente, debería contárselo a su mejor amigo Seo Joon.