estúpido jeon ⟅ kooktae.

𝐕𝐈.

El viaje había durado aproximadamente unos 30 minutos, llegando a una tienda algo atigua con un estilo minimalista; parecía esos locales de regalos con un pequeño invernadero casero. Tenía una vista demasiado bonita. Adentro de aquel local se podían ver varios objetos raros, bonitos, costosos, baratos, etc y en su gran mayoría jarrones. Tae tenía las esperanzas de encontrar una copia del jarrón de su mamá.

— ¡Oh, Yoon y Hobi Hyung! — un joven alto, moreno y de cabello gris se asomó por el mostrador, dándoles la bienvenida con una suave sonrisa. En sus cachetes se notaban unos lindos hoyuelos. — ¿Qué necesitan?

— Necesito uno de esos jarrones con una antiguedad del siglo XV o por ahí más o menos... De esos feos pero populares en esa época. Me entendés, ¿no? — cuestionó el pálido mientras se recargaba encima de la caja registradora.

— Perdón por entrometerme pero ese jarrón es del siglo XVLL, no del... Siglo XV. — Taehyung interrumpió el habla del chico, acercándose al lado del mismo. —  Era una reliquia de mi abuela que ella misma le dejó a cargo a mi mamá.

— Pero un tonto la rompió por despistado. — Hoseok se unió, empujando a Jungkook hacía delante cuando este intentaba huir avergonzado. El menor se quejó por lo bajo y rápidamente se escondió detrás de su hyung.

— No pasa nada, ahora les traigo algunos modelos. — por fin NamJoon rompió aquel ambiente no sin antes quitar el peso de Yoongi de la caja registradora.

El peligris puso en el mostrador varios modelos mientras Tae describía más a detalle de como era el jarrón.

— ¡Oh, es ese, Hobi hyung! — saltó emocionado el chico de sonrisa rectangular.

— Decime cuanto es. — el novio de Hoseok habló, sacando su billetera.

— Unos 25mil bastará. — NamJoon sonrió.

— La puta madre, ¿me lo decís posta? — el pálido se exaltó. — Esto no vale ni la mitad de lo que pedís. Podés a hacerme un descuento por lo menos. — se quejó.

— No te mereces nada después de hacerme perder una buena oportunidad de negocios.

— Esperá, ¿qué rompiste, Yoongi? — interrumpió Hoseok a los dos, el mencionado por su parte comenzaba a sentirse algo inquieto y nervioso. Su novio no se había enojado tanto en un solo día.

— Ah, ¿no te dijo? Perdí un cliente importante que estaba interesado en una vajilla antigua porque Yoongi hyung rompió dos platos de ese juego.

— NamJoon, en serio no...

— Las universidades son complicadas, hyung, ¡ese hombre iba a pagar fortuna! — le interrumpió el de lindos hoyuelos.

— ¡Bueno, basta! Lo pago. — sacó la plata que faltaba de su billetera y la estampó contra el mostrador.

— Dame 30mil y olvido todo. — exigió.

Yoongi quedó mirándolo fijamente mientras su expresión decía no poder creerlo. — ¡Me estás afanando! — puso lo que faltaba en el lugar aún más enojado.

La sonrisa de NamJoon hacía más desesperante la situación, parecía que el moreno disfrutaba ver a su amigo pagar por un jarrón y parte de una vajilla.

Al salir de la tienda, Yoongi terminó con su billetera vacía, su novio reprochandole porque no le había contado sobre el incidente y a dos tortolos detrás; Tae abrazaba con una sonrisa aquella imitación del jarrón favorito de su mamá y un Jungkook mirando al chico por el rabillo del ojo, sonriendo enamorado inconscientemente.