9. Divorcio

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Y allí se hallaban Argentina y Chile,  ambos frente a frente, ante ONU, este notaba la tensión que había en el lugar, Chile se veía decidida con Melisa en sus brazos le dijo a ONU:

-creo que ya sabe por que está aquí señor ONU...

-FBI me lo dijo. -dijo el- no puedo creer que te quieras divorciar de la persona con la que estabas tan ilusionada de casarte.

Chile sonrió ampliamente pero de una manera sarcástica, miró a ONU y le dijo:

-es en serio...? Me manipularás tú también?

-Chile yo no quiero manipularte, solo quiero hacerte entender... -dijo ONU

Chile miro a su fiel sirvienta de confianza y le dijo:

-llévate a Melisa.

-como ordene señorita Chile. -dijo la sirvienta acatando la orden de su ama.

Una vez fuera de la habitación Chile dijo:

-hacerme entender qué cosa? Que debo seguir aceptando los abusos psicológicos y físicos que he sufrido por parte de Argentina?!

-vos te lo mereces! Y mereces sufrir cosas peores, maldita traidora! -le gritó Argentina molesto

ONU escuchaba atento de pronto dijo:

-explica eso de abusos físicos y psicológicos...

-manipulaciones... insultos... violaciones... golpes... -dijo Chile.

ONU sin decir más sacó él acta de divorcio y dijo:

-bien... firmen.

Argentina se sorprendió, sintió como su corazón se hizo puño al ver como Chile sin dudar firmó aquel documento.

-bien, ahora tu. -dijo ONU

-ONU, no ves que me quiere alejar de mi hija?! -exclamó Argentina

-y tu no ves que una niña no debe crecer viendo cómo su padre maltrata a su madre?! Puede crecer con resentimiento. -dijo ONU

Argentina no dijo nada, miró a Chile con odio, tomó el lápiz y firmó el documento.

-bien su divorcio ya es legal. -dijo ONU

Chile se quitó de inmediato su argolla de matrimonio y salió del lugar, Argentina solo se dedicó a mirarla irse.

-no sabes lo has hecho...

-alejar a la traidora de mi. No me importa. -dijo Argentina

-has alejado a la única que estaba dispuesta a amarte a pesar de todo... -habló con tranquilidad la organización

-no me importa. -dijo Argentina

ONU suspiró con cansancio, tomó el documento y se retiró. Dejando al argentino solo, con sus pensamientos. Miró por la ventana, vió como Chile con su hija subía a un auto, mientras los sirvientes colocaban en el portaequipaje unas maletas.

Luego de cerrar el portaequipaje, Chile cerró la puerta del auto, y miró por última vez el palacio binacional que representaba la unión que tuvo con Argentina.

El chofer encendió el motor del auto y se fue. Chile miró a su hija. Quien la miraba fijamente, ella solo sonrió con sierra tristeza, mientras las lágrimas brotaban de sus ojos.

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Continuará.

El sufrimiento de una estrella (Countryhumans - Fem Chile)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora