Libre de resentimiento y reconciliación, reconciliación y...magia.

232 34 21
                                    

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

Yin Yu volvió a sonreír.

—Ahora lo soy.

Sus respuestas eran tan raras. Jian Yu bebió un poco de la bebida que tenía servida.

Yin Yu se tomó el tiempo de mirar a su alrededor, a la familia de He Xuan en concreto, entonces dedujo algo.

—Jian Yu, ¿qué hay de los demás?, ¿cómo les va a ellos?

Jian Yu volvió a aturrar la sien.

—¿Cómo más? A todos les va bien.

—Su Al-, ahem, ¿Xie Lian?

—Está casado con Hua Cheng desde hace tres años, Hua Cheng es escultor y pintor, mientras que Xie Lian es escritor de novelas de combates.

—¿Mu Qing?

—Él es profesor de universidad, tiene el respeto de todos sus alumnos, es un tipo de mente brillante.

—¿Feng Xin?

—Está casado con Lan Chang, su novia de la secundaria. Tienen un hijo, Cuo Cuo. Son una familia ejemplar.

—¿Lang QianQiu?

—Él es un atleta, ha ido a las olimpiadas y ganó medallas de oro. Se prepara para la siguiente competencia internacional. Es la envidia de los jóvenes deportistas y el orgullo de sus padres, en especial de su abuelo, Lang Ying.

—¿Qi Rong...?

—Tiene un pequeño hijo, Gu Zi, es su tesoro. Qi Rong es chef en un restaurante.

—¿Ling Wen?

—Ha sido embajadora de relaciones públicas en otras naciones, ganó tanto dinero y ahora se da la buena vida, haciendo nada. Muy parecido a Shi QingXuan, excepto que él no ha hecho ni hace nada, su hermano es empresario y le da todo lo que necesita, es un vago, un vago feliz.

Todo iba tal como sospechaba, Yin Yu ya ni preguntó respecto al General o a Yushi Huang, o Xuan Ji.

—Es curioso, pensé que preguntaría por él o por el mocoso hediondo...— pensó Jian Yu en sus adentros, era todavía más extraño que no estuviera sentado en la misma mesa con Quan YiZhen. Lo dio por hecho, este no era el Yin Yu que conocía, era otro, pero Yin Yu al fin y al cabo.

—Pensé que no tenían tiempo, YiZhen y tú dijeron que no vendrían al hotel. De haber sabido que vendrías, hubiera pedido el día libre con anticipación— explicó Jian Yu.

—Ah...Yo-, nosotros tampoco sabíamos si íbamos a poder venir...— Yin Yu desvió la mirada, signo innato de cuando mentía.

—...Te dejaste crecer el cabello.

En un futuro... | QuanYin | - 17Donde viven las historias. Descúbrelo ahora