Los dos encuentros

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Angie iba muy apresurada ya que se le hacía tarde para su clase de música, corrio y corrio por la calle como loca, aunque su escuela no quedaba muy lejos solo estaba a unas tres o cuatro cuadras. Angie, un poco agitada llegó justo a tiempo para empezar la clase. Entró al salón de clases y con una simple mirada, le hizo una especie de saludo a la profesora, y finalmente se dirigió a su asiento.

Ella se sentaba en el asiento de atrás, ese asiento que estaba en esa oscura y pequeña esquina, en donde apenas se veía la luz del sol, la presencia de Angie entre sus compañeros de clase no se notaba mucho
–bueno chicos, vamos a empezar la clase con una pequeña demostración de canto ¿algún voluntario? –preguntó la profesora Martha.
A Angie le daba igual, no ponía mucha atención en las clases así que ni se inmuto, de repente de la nada, frente a frente, aparecio la extraña chica de la pesadilla, estaba ahí, justo al lado del puesto de Angie

–Vamos, sé que quieres salir, te encanta cantar –dijo como si nada.
—Po-por supuesto que no –respondió Angie desconcertada, pensando en que si lo que estaba viendo era real.
–¿Quieres decir algo Angie?– irrumpió la profesora.
–Yo... Yo no.... No- respondió Angie muy nerviosa.
Delante de ella se sentaba Sara, una chica de lo más irritante a la cual gustaba degradar a la gente. Todos en algún momento de nuestras vidas, nos toparemos con alguien como Sara.
–Mírenla está hablando sola –dijo Sara en tono de burla y una mueca de maldad en su rostro.
Todos rieron, Angie estaba muy avergonzada solo quería irse a su casa. Al terminar la cuarta hora de clases ya pasado el penoso suceso sonaba la campana, que anunciaba el descanso, Angie aún estaba mal por lo ocurrido en clase de música, no tenía muchas ganas de salir al descanso así que se quedó en el salón, sola, como era de costumbre. Silencio total, sólo era Angie y sus pensamientos, hasta que se escucho una voz dulce y suave, Angie casi creyó escucharse así misma, pero no, por segunda vez apareció esa chica o "la extraña chica" cómo comenzaba a decirle Angie
–¿Por qué no estas afuera? recuerdo que solías divertirte en los descansos –dijo la extraña chica.
–Ya déjame en paz, no vuelvas a molestarme, ni siquiera se si eres real, ni porque puedo verte –respondió Angie furiosa.
–Que te pasa, solo quiero ayudar ¿porque simplemente no vuelves hacer la de antes? –dijo la extraña chica.
–¿Ayudar? Lo único que has hecho es causarme problemas –grito Angie.

Por el pasillo pasaba el profesor Carlos, el psicólogo del colegio, el cual escuchó como Angie hablaba sola, se preocupó mucho y entró al salón casi al instante
–¿Angie estas bien, porque estas hablando sola? –preguntó el profesor, de alta estatura.
–Estoy muy bien gracias, no sabia que una persona ya no podía hablar un poco consigo misma –respondió Angie cortante.
Carlos no quedo muy convencido, simplemente se dio media vuelta y se marcho
–Como quieras, pero si necesitas a alguien con quien charlar o algo no dudes en llamarme –dijo asomando la cabeza por el marco de la puerta y se fue finalmente.

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