𝐕𝐈𝐈𝐈

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| Capítulo Ocho |

El cuerpo de Jimin estaba dando la espalda a la puerta cuando Jungkook entró a la habitación, se había mantenido fuera al encontrar la puerta cerrada y al Omega llorando, quería darle su espacio, o al menos lo intentó, apenas dejo de escuchar los sollozos del rubio, había entrado en ella, no pudo luchar con la necesidad desgarradora de su lobo de querer proteger y cuidar a su pareja. Por la forma en la que el Omega respiraba, estaba despierto.

Sin tratar de hacer mucho ruido, se recostó en la cama y se pegó a la espalda de Jimin, este se tensó al sentir el pecho fornido del Alfa pegado a él.

Jungkook – dijo en voz baja Jimin, mas como una súplica que un quejido.

Shh – soltó el azabache, mientras rodeaba al Omega con su brazo y ocultaba su rostro en la curvatura de su cuello – Aquí estoy cariño

Escuchar esas palabras con la voz suave del Alfa, instalaron una sensación extraña en su pecho, agregado a ello, el sentir las feromonas que soltaba para tranquilizarlo, solo lo hicieron sentir pequeño y vulnerable. Giro sobre la cama y se pegó al pecho de Jungkook, quién inmediatamente empezó a dejar caricias en su espalda y pequeños besos en su cabello.

Permanecieron así por un tiempo, ellos en su burbuja, siendo lo único que importaba. El Omega amaba el sentimiento, como si olvidara el dolor externo que le ocasionaba salir a pisar su realidad, pero tal vez ya no era suficiente. Estaba cansado de sufrir por lo mismo todos los días, y que la compañía de su Alfa no sea lo único que pasara su mente.

¿Quieres hablar conmigo, nene? — preguntó con sutileza, pensando que el rubio negaría, Jungkook se sintió aliviado cuando lo vio asentir como respuesta – Bien, te escucho – respondió mientras dejaba caricias en la mejilla sonrojada del Omega, resultado del llanto.

Esto mhm ..  esto es algo que viene desde hace mucho – empezó el Omega con voz temblorosa – Es algo de lo que odio hablar, pero creo es necesario que sepas para que entiendas que es lo qué pasa.

El Alfa lo miró a los ojos y asintió – ¿Tiene que ver en algo con lo que mencionaste cuando nos conocimos? – los ojos brillosos del rubio lo miraron con atención – Sobre el sufrimiento que sentías, y que algo pasaba con las personas de la manada.

Jimin se mordió el labio inferior y asintió con pena. Ese había sido un tema que el Omega en su momento se había arrepentido de mencionar, no queriendo que el azabache vea las cicatrices que llevaba en el corazón. Él solo quería disfrutar en ese entonces del Alfa que acababa de conocer y ya adoraba, disfrutar cada momento ignorando lo demás, pero al parecer ahora ya no podría seguir sucediendo.

Está relacionado – comentó, y al ver que el Alfa no dijo nada más y solo lo miró con toda la atención del mundo, supo que era el momento de hablar – Cuando era más pequeño, mis padres se encargaron de darnos a mi y a Seokjin una vida modesta en la manada, no teníamos mucho pero éramos felices – sonrió ante el recuerdo – Mi madre se encargó de darnos la misma educación a ambos, no dejó que fuesen otros los que nos enseñaran, yo no sabía porqué el empeño de ello, pero luego entendí que mamá solo quería protegernos de los pensamientos e ideales de la manada.

–  No sé exactamente como eran en el lugar donde creciste o como son las personas con la que conviviste todo este tiempo, alfa. Pero aquí, aún con la evolución de los años, se sigue teniendo muy estructuradas ciertas ideas. La manada sigue siendo como lo era hace mucho, solo que ahora con la idea de "apreciar y adorar" como debe ser a los Omegas – formuló haciendo las comillas con sus dedos – Sin embargo no somos libres y no lo seremos nunca en este lugar.

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⏰ Última actualización: Mar 02, 2023 ⏰

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𝐃𝐄𝐒𝐓𝐈𝐍𝐀𝐃𝐎𝐒 - 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐦𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora