Buena Niña

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[Jennie G!p]

Lisa estaba parada frente a la habitación 134. La puerta estaba abierta. Ella la abrió de manera vacilante, sabiendo que no habría vuelta atrás. No pudo evitar jadear al entrar, no por el hermoso mobiliario, ni por el tamaño aparentemente poco práctico de la suite, ni por el aroma exótico, sino por la magnífica vista que tenía frente a ella.

El otro lado de la habitación era un vidrio de un piso entero que miraba hacia la ciudad. Podía ver las luces y el reflejo de la luna se reflejaba en la habitación. Miró a su alrededor, la suite parecía vacía. Por supuesto, era difícil saberlo a la débil luz de las velas. Lisa solo podía ver su propio reflejo en un espejo en la pared.

Llevaba un conjunto que J.K le envió: una blusa y una falda de colegiala, excepto que a la blusa le faltaban varios de los botones superiores y le permitía una vista generosa de sus grandes pechos, y la falda apenas cubría su trasero. También llevaba medias blancas hasta la rodilla. Seguro que aquí hace calor, deben ser todas las velas, pensó Lisa.

Desabotonó otro botón en su blusa, revelando la tela de su sujetador. Se paró junto a la ventana, presionando sus manos contra el cristal frío.

"Mmmm, podría acostumbrarme a esto"-ronroneó para sí misma, cerrando los ojos para disfrutar de la sensación de lujo que había en la habitación.

De repente, un par de manos se deslizaron por su cintura desde atrás, y una voz susurró en su oído:

"Sí, podrías"

El sonido de su voz envió temblores que viajaron desde la parte posterior de su cuello hacía bajo a sus zonas inferiores. Trató de volver la cabeza para ver la cara de la mujer, pero ésta presionó con fuerza contra el cristal.

"No darás la vuelta hasta que te permita, ¿está claro?"-ordenó con su voz baja y sensual.

"Sí"

"¿Si qué?"

"Sí señora"-Lisa sintió un chorro de líquido empapando sus bragas mientras se sometía a la voluntad de esta extraña. Con un gruñido salvaje, la desconocida mujer comenzó a besar y morder el cuello de la castaña.

Una de sus manos vagó bajo su blusa para amasar su pecho a través de su sujetador, mientras que la otra mano se deslizaba por su vientre hasta su falda.

"Habla sucio"-ordenó.

Cuando Lisa no respondió de inmediato, la mujer metió la mano dentro de su sujetador y retorció su pezón, con fuerza.

"¡Ahh!"-gritó.

Ok, habla sucio.

Lisa nunca había hecho esto antes, pero qué difícil podría ser. Su otra mano viajó más adentro de sus bragas, y ahora estaba acariciando una parte de ella que nadie había tocado antes.

"Sí señora"-jadeó.

"Eso se siente tan bien"-sintió que sus jugos fluían desde su coño hasta la mano de la mujer.

"Estoy tan mojada, umm, eres la primera en tocar mi coño"

"Oh, ¿verdad?"-sonó gratamente sorprendida.

"Sí, señora, y se siente a-aahh"-su respiración se cortada en mitad de la frase, cuando la extraña deslizó un dedo en ella y comenzó a bombear.

"Oh, por favor, sí..."

"¡Cógeme con tu dedo!"-la mujer se rio entre dientes y se retiró de ella. Su gemido quejoso fue interrumpido cuando la extraña empujó su dedo empapado en su boca.

"Ummm"-su boca estaba llena de un sabor almizclado. Está saboreando el propio jugo de su

coño. La sola idea envió más jugos fluyendo de su coño, ahora palpitante.

ONE SHOTS (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora