Compañeras De Habitación

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[Lisa G!p]


Jennie Pov


Me desvestí para tomar una ducha y me encaminé hacia el baño, después de todo la
necesitaba con urgencia por el día tan ajetreado que tuve hoy.
De pronto choqué con algo y caí al piso dándome un buen golpe en mi trasero.
Levanté la cabeza para ver con qué había chocado y enfrente de mí estaba la cosa más
maravillosa que este mundo pudo haber hecho; era Lisa mi compañera de habitación.
Estaba en la puerta del baño con una toalla en la cintura, se acababa de bañar y yo no podía
quitarle los ojos de encima; se veía tan perfecta.
Me miraba con intensidad y asombro cuando de pronto sacudió su cabeza y me estiró su
mano para ayudar a levantarme, pero cuando me levanto se me olvidó por completo que tenía
la toalla enredada en el cuerpo, por lo que ésta se cayó y me dejó completamente desnuda
ante ella.
No supe reaccionar, me quedé ahí parada como estatua, solo podía ver cómo me miraba de
pies a cabeza y me sorprendió ver en Lisa cómo se le dibujaba una sonrisa en el rostro, y
eso hizo que me pusiera roja de pies a cabeza, pero sobre todo al ver cómo me veía me excite
y sentí como me mojaba con tan solo una mirada suya.
No sé qué me pasó, pero perdí el control de mi cuerpo.
Le sonreí seductoramente y empecé a caminar lentamente como una leona cuando va a
atrapar a su presa.
Cuando llegué hasta ella pasé un brazo por su cuello y le susurré al oído.
"¿Qué pasa, Lili?"
"¿Te gusta lo que ves?"-enrede una de mis piernas en su cadera y me apreté a ella.
No pude evitar soltar un gemido al sentir su...
¡PAQUETOTE!
Pero ella tampoco se quedó atrás y me sujetó fuerte por la cintura.
"¿Lo sientes?"-le dije con la voz más seductora que pude.
Lisa sí que sabía sacar lo peor de mí, a la felina que tenía dentro.
"SÍ"-me dijo con su voz ronca.
"Te deseo, te necesito, tu cuerpo, tu piel, tu aroma, toda tú eres fascinante, hermosa,
maravillosa"-me decía mientras me daba pequeños besos en la cara y unos cuantos en la
boca.
"Yo también te deseo, me excitas, nunca me había sentido así"
"Tú me vuelves loca, hazme tuya Lisa"-al momento de decirle lo último me restregué ante
su erección y ella se quitó la toalla para que pudiera sentirla mejor, no pude evitar gemir al
sentirla así de dura.
"Tus deseos son órdenes, gatita"-me tomó por el trasero enredando mi otra pierna a su
cintura, me apretó más contra ella y las dos gemimos por el contacto.
La podía sentir grande, dura y punzante ante mí.
No pude evitar restregar mis caderas hacia ella, a necesitaba la quería dentro de mí.
"Hazme tuya Lisa, hazme tuya, te necesito, ya no aguanto más"
Dicho esto me llevó directo a su cuarto, me tiró a su cama, se paró enfrente de mí, me abrió
las piernas y cuando su cabeza iba hacia mi intimidad la detuve.
"No, ¡te necesito ya! dentro de mí"
"Tranquila gatita, no te apresures, todo a su tiempo"
"Tú solo dedícate a disfrutar"-sin más se fue a mi coño.
Sopló un poco y eso hizo que me temblaran las piernas.
Se sintió maravilloso, aunque solo fuera un soplido; fue genial.
Estaba tan sensible y excitada que tan solo con eso me hacía delirar y si solo con eso me
hacía sentir así ya quería saber lo que venía.
Después me dio una lamida profunda que me hizo gemir y aventar mis caderas contra su
boca.
Lamía y metía su lengua a un ritmo descomunal, sentía que me venía.
"¡OH LISA!..."
"¡LISA!"
"Eres tan rica, tan dulce y cálida..."
"Córrete gatita, córrete en mi boca"-decía entre gemidos y con su voz ronca del deseo y la
excitación.
Lisa lamía, succionaba y frotaba mi clítoris, después pasó toda su lengua por mi coño y
cuando volvió a succionar puso toda su boca en mi coño succionando y pasando su lengua a
la vez.
Me estaba volviendo loca del placer, gemía, alzaba mis caderas y me movía como si me
estuviera convulsionando, tenía mi cabeza hacía atrás y mis ojos los tenían completamente en
blanco, ya podía sentir como me venía.
"¡LI...LISA!"-grité al no poder contenerme más por las embestidas que Lisa me daba
con la lengua.
Si eso hacía con su lengua y boca, ya quería sentir su miembro adentro de mí.
Mientras seguía con su trabajo alzó más mis piernas junto con mis caderas para que la
penetración de su lengua fuera más profunda, y eso me hizo delirar del placer y si hoy moría,
moría de lo más feliz porque toqué el cielo con sus lamidas.
"Eres tan rica y me excitas tanto..."
"Eres única...caliente...sexy...deliciosa"-me dio un pequeño beso.
"Ahora te daré unas clases, cariño"-sonrió perversamente.
"Esta posición se llama "La profunda", pero esta vez no utilizaré mi pene, usaré mis dedos"
Se puso sobre mí poniendo mis piernas hasta que estuvieron las rodillas a la altura de mis
hombros con mis pies recargados en sus hombros.
Aunque era un poco complicado por la postura me comenzó a besar con pasión, con deseo y
metió su lengua en mi boca pasándome mi sabor y se sentía tan excitante; los sabores que se
mezclaron me hacían arder de pasión.
"A-ahh...Li...sa... aa... a-aahh... ummm"
Mis gemidos eran opacados por su beso feroz.
A la vez, con sus dedos me penetraba una y otra vez y yo solo gemía y me agarraba a su
espalda, porque si la soltaba sentía como si me fuera a caer.
Era tan grande el placer que me daba con sus dedos, tenía el dedo pulgar en mi botón y con
otros dos penetrándome una y otra vez mientras con su otra mano le ponía atención a mi
pecho, mientras su lengua hacía lo mismo que sus dedos, pero en mi boca...
Es un placer indescriptible que no cambiaría por nada del mundo.
Lisa sacó sus dedos de mi intimidad y yo gemí en protesta.
"No...Li..."-me dio un beso húmedo.
"Aguanta gatita, no seas impaciente"-me dijo con voz ronca y con una sonrisa de lado tan
tentadoramente sexy y volvió a meter sus dedos dentro de mí.
"Li...Lisa me encantas, me fascinas..."
"Aahh...aahh..."
"¡OH MI DIOS!"-grité al sentir el orgasmo tan grande que acababa de tener.
"¡ERES GENIAL!"
"Y lo mejor apenas empieza, cariño"
"No sabes cómo me enciendes con tan solo verte, olerte, escucharte..."-me lo decía
besándome y oliendo mi cara.
"Me pongo dura, muy, muy, dura"-pasó su erección por mi entrada para que sintiera lo que
me estaba diciendo.
Eso me hizo temblar y arquearme hacia ella mientras que ella soltaba un pequeño gruñido.
"Seguimos con las clases, gatita"-me guiñó un ojo.
"Esta otra se llama "La posesión" y eso es lo que voy a hacer contigo, te voy a poseer
completa"-Lisa se sentó, abrió mis piernas, se posicionó en medio de ellas, me sujetó por
los hombros y empezó a penetrarme poco a poco, pero esta forma en la que me tenía se sentía
genial; la sentía más profundo, pero lo estaba haciendo para mi desgracia demasiado lento.
Me estaba torturando y yo ya la quería totalmente dentro de mí y rápido.
Lisa me miró a los ojos y pude ver en los suyos deseo, pasión, lujuria y esbozó una sonrisa
perversa.
"Aquí me tienes, toda para ti, tuya y solo tuya"-mi respiración era entrecortada, estaba
hiperventilando.
"Tan hermosa, tan perfecta y tan apretada..."
"Umm...Apretada y caliente"-cuando iba a la mitad me penetró con fuerza.
Gritamos las dos al unísono y yo agarraba las sabanas con fuerza y empezó un vaivén de
nuestros cuerpos que encajaban perfectamente como si se hubieran hecho el uno para el otro.
"Ma...ma...más rápido, más... rápido"
"Tu...tus de...deseos son ór...órdenes, gatita"-comenzaron las penetraciones más fuertes y
rápidas.
Embestía una y otra vez y cada vez lo hacía con más fuerza y velocidad.
Yo gritaba su nombre y gemía de tanto placer, mientras que Lisa gemía y gruñía.
Sentí cómo me apretaba más y más alrededor de su miembro, podía sentirla cada vez más
grande y punzante dentro de mí.
"A-ahh"-gritamos cuando las dos nos corrimos una adentro de la otra y era un éxtasis difícil
de explicar.
Un poco después se dejó caer sobre mí, me volteó a ver sonrió y nos comenzamos a besar
desenfrenadamente.
"Es mi turno...gatita"-le susurré al oído tratando de hacer mi voz seductora y puse mi sonrisa
más lujuriosa y pervertida.
"Grrr...eso suena rico"-me sonrió de lado.
Me puse sobre Lisa y la comencé a besar ardientemente para después hacer un camino de
besos por su barbilla su cuello, pero me detuve un momento en el para saborearlo más y dejar
mi marca para que supieran que ella era mía, mía y de nadie más.
Una vez terminada mi tarea seguí con mis besos hacia su abdomen que estaba perfectamente
marcado, pasando mis manos y mi lengua por todo ese hermoso y marcado abdomen.
"Mmmm...preciosa, que rica lengua tienes, me muero por saber qué más hace"-su voz cada
vez se iba haciendo más y más ronca.
"Es tu turno de disfrutar, gatita"-le di un beso en el ombligo y seguí con mi camino de besos
hasta que llegué a su potente "amiguito".
Lo observé por unos segundos como un ciego viendo la luz por primera vez.
Pasé mis dedos por su erección; se sentía dura y suave.
Después la tomé con ambas manos y la empecé a masturbar cada vez más rápido.
"A-aah...ummmm...gat...gatita, esas manos son mágicas...umm si...sigue así...umm"-le di
una lamida en la punta de su pene y ella gimió.
Solo estaba metiendo la punta a mi boca como si fuera una rica y deliciosa paleta.
"Umm...Lisa, qué bien sabes..."-metía una y otra vez la punta en mi boca y yo veía como
ella se agarraba a las sabanas con fuerza y emitía gemidos cada vez más fuertes.
"Gatita, no seas así conmigo, no me tortures más y mételo todo a tu rica boca que es
gloriosa"-metí casi todo su miembro en mi boca y comencé a chuparlo con más velocidad.
"Así...así más rápido gat...aaa...tita..."-relajé mi garganta y lo metí todo en mi boca para
poder saborearlo por completo, pero ahora lo chupaba lento una y otra vez y yo me excitaba
cada vez más con oír sus gemidos.
"¡A-ahh!"
"Preciosa me...me vengo"
"Córrete bebé, córrete para mí, dame todo lo que tengas"-seguí chupándosela con más
rapidez mientras con mi mano le masajeaba los testículos.
"A-aah...gatita e...eres magnifi...caaa..."-se corrió en mi boca y yo me tragué todos sus
jugos que eran tan exquisitos y era tan excitante.
Nunca antes lo había hecho, pero con ella algo pasó que me encendía por completo, Lisa
de verdad que es genial.
"¡Wow!"
"Gatita, eres genial, la mejor que he conocido"-sonreí de oreja a oreja al oír aquellas palabras.
La besé y su sabor más el de sus fluidos eran tan excitantes y exquisitos que enseguida me
mojé y gemí cuando Lisa puso su mano en mi intimidad.
"Ummm, ¿alguien sigue con ganas de más?"
"Ajá"-fue lo único que pude contestar.
Me comenzó a besar ardientemente y comenzamos de nuevo el vaivén de nuestros cuerpos.
Era una Diosa del sexo, me enseñó muchas posiciones más que yo no sabía que existían, y
mientras las hacíamos me las iba diciendo para que me las aprendiera y yo le dijera cuales
quería para el futuro, creo que me enseñó todo el Kamasutra.
"Entonces, gatita, ¿te aprendiste todo lo que te enseñé?"
"Nop, pero podemos practicarlas para que me las aprenda bien"-le guiñé un ojo y sonreí.
"Eres una traviesa y eso me encanta grrr"
"Lo sé, pero ¿sabes?"
"Ahora me encantaría probar con la 69, el deleite, el sometido"-le susurraba al oído y me bajé
a su pecho dando pequeños besos.
"Y si quieres podemos practicar cosas nuevas, todo lo que tú quieras"
"Lo que usted desee, su majestad"-pasamos unas horas así, amándonos, entregándonos
cuerpo a cuerpo.

ONE SHOTS (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora