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– P O E S I A, poesía. –

Una palabra más, un punto más.

Jungkook estaba arrasando con el concurso de deletreo en su escuela, iba en primer lugar.
Rozándole los talones se encontraba Soobin, un chico mas pequeño que el y en tercer lugar se encontraba Taehyung, un chico uno o dos años mayor que el, la verdad es que apenas había notado su presencia. Lo veía por los pasillos aveces, siempre vagando en su propia mente, aunque lo poco que había llegado a escuchar de él es que era un estudiante de excelencia, pero eso no le preocupaba, Jungkook sabía que tenía este concurso en el bolsillo, pues había participado en este tipo de cosas desde pequeño.

En cambio, Taehyung no estaba ahí por que quisiera, su madre lo había obligado a entrar y le había dicho que debía ganar, ni siquiera le interesaba eso, el no quería estar ahí, lo hacía por su madre que sólo quería presumir ante sus amigas que su apuesto hijo había ganado un estúpido concurso de deletreo.

Cuando Taehyung subió a segundo puesto pudo observar mejor al primer lugar, un chico alto, cabello negro, algo delgado pero fuerte, muy lindo de rostro, tenía a más de la mitad de las chicas de la escuela suspirando por el, y seguro algún que otro chico.
Jungkook, alguien problemático que no logra concentrarse, así lo describen los maestros y director.
Jungkook, el más guapo de toda la escuela, he escuchado que tiene moto y que sus padres le dan todo lo que quiere, así lo describen los alumnos.

De no ser por que Jungkook estaba tan confiado en que ganaría, Taehyung no le habría puesto demasiada atención, odiaba a la gente con el ego tan alto, Tae era muy inteligente ¿que creía que no podría ganarle?

— H O R I A, zanahoria. —

Había terminado su ronda y anunciarían a los ganadores.
Por alguna razón Taehyung estaba nervioso, su respiración pesaba, su corazón latía más rápido que lo usual, las manos le sudaban, ¿tanto le importaba vencer a Jungkook?

– Jungkook, felicidades, has quedado en primer lugar. —

Hubo muchos aplausos que regresaron de sus pensamientos a la realidad a Tae, ni siquiera había escuchado cuando lo nombraron segundo lugar, estaba pensando en que perdió contra un creído.

— Tenemos a nuestro nuevo chico alfabeto, un aplauso por favor. —

Una vez más, muchos aplausos y una mirada que buscaba con entusiasmo, la de su madre.

Tras unas cuentas felicitaciones por parte del presentador por fin pudo bajarse del escenario que tanto le agobiaba.

En casa, su madre contó los logros de su lindo hijo a todas sus vecinas y cada que podía los recordaba.

Después de unas semanas había olvidado por completo todo, se concentraba en sus estudios y en que habría de comer al llegar a casa.

– Taehyung. –

El llamado fue respondido con desinterés, sin ver quien era, Tae seguía inmerso en su celular, buscando alguna noticia nueva que ver, las horas libres eran tan aburridas.

– Taehyung. —

Otra vez la misma voz, no tuvo más remedio que levantar su mirada.

Era el, el chico alfabeto el que le había quitado el primer lugar, aunque para ser honestos, no era eso lo que le molestaba a Tae.

— ¿Qué quieres? —

— ¿Te inscribirás de nuevo al concurso de deletreo? —

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