II

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Como dijo Tae, estaba a punto de irse sin su compañero, no estaba para esperarlo.

You.<
¿Vas a venir? Me iré sin ti si no llegas.

> Jungkook.
Voyyy, se me hizo un poco tarde, espérame 5 minutos más, no te vayas.

Un suspiro salió de su boca, no tenía la energía, ni las ganas de estar ahí, lo único que quería era irse y tomar una siesta.

Como Jungkook prometió, estaba ahí antes de los 5 minutos, y traía unas cosas consigo.

— Jamás pensé que te vería cargando libros. —

— Las personas cambian. —

Sin nada mas que decir caminaron unos 15 minutos, entrando en una cafetería en donde no había mucha gente, olía a pan y café y tenía pocas mesas.

Se sentaron en una, pidieron cada uno una bebida y comenzaron con la cita.

— ¿Qué examen te preocupa más? —

— Mmm, todos. —

Lo miro con ironía, estaba jodido.

— Empezaremos por el que tienes el lunes.—

— Matemáticas, odio matemáticas. —

— No te prometo que lo pases, nunca he tenido paciencia para enseñar, pero si debes menos de dos materias no repetirás el año, solo tendrás que tomar clases en vacaciones para recuperarte.—

— ¿Vacaciones? ¿Debo venir a clases en vacaciones? —

— Jungkook, estuviste de vacaciones todo el ciclo escolar. —

— No, venia a la escuela.—

— Te saltabas todas las clases. —

— ¿Como sabes? ¿Acaso me mirabas desde tu salón? —

— Jungkook, estamos en casi las mismas clases. —

— Oh.—

Que sorpresa, Jungkook nunca había notado la presencia de Tae antes, casi no hablaba y siempre se sentaba en una esquina hasta atrás, ¿como es que podía ser un alumno ejemplar si jamás lo había notado en ninguna de sus clases?

— Bueno, déjame ver tus apuntes. —

Tomo un cuaderno y tan solo había un par de cosas apuntadas, dibujos, números de teléfono y poco más.

— ¿Es todo? —

Jungkook asintió.

— Tu mismo lo dijiste, no entro a clases, no se que te sorprende. —

Alzó los hombros.
Se veía tan despreocupado.

— No se por que me pediste ayuda, ni siquiera haces un esfuerzo. —

— Es que no tengo motivación. —

— ¿Pasar y no repetir el año no te motiva lo suficiente? —

Tae tomó un lápiz entre sus dedos e hizo un par de notas en el cuaderno de Jungkook.

Escribía unos cuantos ejercicios, fórmulas que debía utilizar y por si fuera poco, explicaba paso a paso en donde aplicar cada cosa.

— Ahora con eso, resuelve esto. —

Tomo otra hoja y apunto un ejercicio sencillo.

— Pero está muy difícil, ayúdame. —

— Jungkook, estoy haciendo demasiado, necesito que te concentres y por lo menos lo intentes, ¿como piensas pasar si no? —

Sin nada que decir, comenzó a escribir en el papel, sin tener mínima idea de lo que hacía, sus ojos viajaban por ambas hojas sin saber por donde seguir.

— ¿Aquí que hago? —

— Lee la hoja. —

Pasaron varias horas así, hasta que Jungkook estuvo cansado de tantos ejercicios, se le quemaría el cerebro.

— Está mal, empieza desde aquí, hasta aquí ibas bien. —

Señaló una par de ecuaciones con el lápiz.

— Ya basta, ya me canse, tomemos un descanso. —

— Si, estoy cansado de que no sepas lo mínimo en matemáticas. —

— Por lo menos se deletrear. —

Ahí estaba otra vez el estúpido niño alfabeto, ¿hasta cuando iba a dejarlo en paz?

— Yo no quería ganar, ni siquiera estaba ahí por mi, tuviste suerte de que estaba en las nubes, mi puntuación fue casi perfecta.—

Alardeó Tae, tomando un sorbo de su café, cerrando su libro.

— Casi perfecta, la mía fue perfecta. —

Una sonrisa burlona se presentó en sus labios, maldita sea, que lindo es.

— Te estoy ayudando a pasar el año ¿y así es como me pagas? —

— ¿Como quieres que te pague entonces? —

Maldito niño, su voz, su tono coqueto, su mirada que sentía que podía leer su mente, todo el es tan.. agh.

— Solo deja de decir tonterías. —

— ¿Por que? ¿Te pongo nervioso? —

— Ya es tarde, me voy a casa. —

Ignoro por completo su comentario, aunque era cierto, era tarde, habían pasado varias horas que no había sentido, se pasó el tiempo volando.

— ¿Nos vemos mañana entonces? —

— No voy a desperdiciar mi fin de semana. —

— ¿Qué harás? ¿Jugar ajedrez? Sal conmigo mañana, te llevaré a donde quieras pero sigue ayudándome, por favor. —

Lo miro desde su silla, pensando, no tenia nada que hacer pero este día había sido agotador, no creía poder aguantar de nuevo el estar con el mismo ejercicio 2 horas.

— Pero estudia, mañana no te tendré tanta paciencia. —

Salió de la cafetería y comenzó a caminar hacia su casa, que día.

Al parecer, el chico alfabeto no era tan malo como imaginaba.

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