Nueva función // Mayo97

Cenizas disparzidas

Sujeto: ???
Conocido como: Mayo 97

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-P͟a͟s͟a͟d͟o͟    -P̸r̸e̸s̸e̸n̸t̸e̸        -F̷̡͍͔̺̙̊̋͋̕ų̷͕̙͚͖̲̱̐̒̀̆̎̈͜ţ̸̛̞̒̑̌́̄̽̀͝ų̷͕̙͚͖̲̱̐̒̀̆̎̈͜r̵̨͇̰̭̜̈́͑ō̵̝̭͙̊

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Nueva función - NaoxNao

—Mami....donde está papá? A donde vamos?...estoy asustado...—comentaba un niño pequeño, de ojos azules y una cabellera morada, usaba lentes y una capa desgastada de tono púrpura con un broche de estrella.

—Tranquilo, May, estaremos bien, solo...no hagas ruido—respondió la madre del niño.

May solo seguía el paso apresurado de su madre, que cada vez era más rápido, al punto que la perdió, y se quedó solo en medio de un bosque con las maletas de lo que habían recogido de su casa hace unos minutos.

—Hola...?—pregunto asustado el niño, que había escuchado un ruido.

—Hola!—respondió un chico que aprecio por obra de magia? Al menos eso pensaba el pelimorado.
Además, asustado por la repentina aparición del niño, el de lentes cayó al suelo.

—Upsi....lamentó eso, jeje—dijo mientras extendía su mano a la de su contrario para ayudarlo a levantarse.

May lo observo detalladamente, era un chico con pelo café oscuro y largo, ojos verdes, le recordaban a bellas esmeraldas, además de usar particular ropa, la de un Spartano.
Correspondió la ayuda del extraño.

—Discúlpame! No quería asustarte, pero como dijiste hola, pensé que me habías saludado, pero parece que no fue eso—

—Estoy bien, gracias. Aunque no encuentro a mi mamá...y papá anda desaparecido—

—Eso suena feo! Quieres que te ayude a encontrarlos?—pregunto dulcemente.

—En serio me ayudaras?—

—Claro, por qué no?—

—Soy hijo de brujos....—contestó tímidamente.

—De verdad? Eso es genial! Tal vez hasta podamos trabajar juntos algún día!—

—Que....—

—Algún día yo seré el Spartano más fuerte que vencerá a los malos con su espada! No importa de qué reino sea, aunque espero sea del de azul, he escuchado que es un lugar muy bonito, y tú serías el brujo que ayuda a los aldeanos con sus pócimas!—

—Suena genial! Me encantaría trabajar contigo, ehhh...—

—Victor, me llamo Victor, y tú eres?—

—Me llamó May!—

Los dos se dieron un apretón de manos, y se vieron el uno al otro felices, porque al parecer habían encontrado un nuevo amigo.

Los dos caminaban con las maletas del ojiceleste, iban conversando sobre sus vidas al otro. Cuando el contrario hablaba, lo escuchaba con atención.