Juramento (W.M)

2.6K 165 7
                                    

Pov, TN

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.






Pov, TN





Estoy sentada al pie de la casa del árbol que construí hace unos años. Siempre quise tener más privacidad y estar lejos del pueblo, y el bosque me pareció una gran opción. Sin mencionar que, lejos de la población, puedo estar con la persona que amo, Wanda Maximoff.

Ella vive en un barrio noble del reino, nunca podría entrar a la residencia de sus padres durante el día para verla, digamos que soy considerada extremadamente inferior a la nobleza, pero ella logra salir con gran maestría.

"Señorita Maximoff, que casualidad verla aquí." Bromea Wanda acercándose detrás de mí y quitándome el dibujo de mis manos que estaba haciendo y se sienta en mi regazo.

"Hola Wands. Sabes que nunca podré casarme contigo, ¿verdad? No tendré el apellido Maximoff."

Suspira y me da un beso, luego me mira con una mirada sincera que muestra tristeza.

"Odio eso. No quiero que me obliguen a casarme con un noble estúpido que ni siquiera conozco y que mi padre está arreglando para mí por puro interés económico." Pone los ojos en blanco y nota el dibujo a mi lado.

"Que lindo amor. ¿Pero una mujer semidesnuda con flechas? ¿Que representa?" Toma el dibujo y se sienta a mi lado.

"Las flechas son de ella" Hago una pausa y ella me mira como un incentivo para continuar. "Ella es Diana, la diosa de la caza. Hizo del bosque su hogar. Nunca conoció a un hombre hasta que Acteón, un cazador, la encontró."

"¿Un cazador? ¿Por qué no un pescador?"

"Se escondió y la vio bañándose."

"¿Fue castigado por entrometerse?"

"Sin la menor piedad." Sonrío y la miro. "Diana lo convirtió en ciervo y fue despedazado por sus sabuesos."

"¿Y crees que el castigo fue merecido?" Pregunta, analizando el dibujo.

"¿No fue siempre así la historia? La belleza convierte a los hombres en bestias." Tomo el dibujo de su mano y empiezo a escalar la casa del árbol, Hailee encoge su vestido por completo y hace lo mismo.

"¿Cómo sabes tantas historias de personajes mitológicos? No tenemos acceso a los libros." Pregunta recostado sobre el edredón que habíamos puesto en el suelo para hacer más cómodo nuestro rincón.

"Mi tío trabaja en la catedral, a veces consigo que le escondan las llaves. No es tan difícil eludir la seguridad del reino." Me acuesto a su lado y ella pone sus piernas sobre las mías.

"O tú que ya tienes experiencia, no sé cómo nunca te pillaron metiéndote en estos bosques."  Sonríe y se encoge de hombros.

"He vivido aquí lo suficiente como para saber el camino, pero no tanto como para olvidarlo." Le dedico una sonrisa de suficiencia. "Y además.. dijo la chica que se esconde todos los días de cinco guardias reales para ir a ver a una chica que trabaja con los sirvientes y que su padre jamás la aceptaría como amiga de su hija." Pongo los ojos en blanco y ella me mira seria.

"Sabes que lo único que me importa eres tú. No quiero esta vida si no puedo tener un mínimo de libertad y tú en ella. Él no decidirá esto por mí."

"Me caen mal los hombres." Hago una mueca y la veo hacer lo mismo.

"A mi también. ¿No crees que es injusto que no podamos tener acceso a la escuela y los libros?"

"Muy injusto.. Pero siempre dan en la misma enseñanza 'el conocimiento mata la inocencia'"

"Como si fuéramos inocentes." Dejo escapar una carcajada y ella sonríe tonta.

"Tiene razón, señorita." Le digo mirando sus labios que ahorita están presionados contra los míos. Wanda se sube encima de mí con dificultad por el peso de su vestido, siento su lengua tocar la mía y ella gime.

"Ningún noble que me consiga mi padre me hará sentir lo que tú haces." Dice sin aliento y yo sonrío besando su cuello..

(...)





Pov, Wanda

Entro por la puerta trasera de mi casa y subo rápidamente hacia mi habitación, cuando una mucama me mira y con una expresión un poco sorprendida, dice: "Buenas noches, señorita Maximoff. El Sr. Maximoff está esperando en el comedor para acompañarlo a cenar."

Saludo y me doy la vuelta en dirección al comedor, veo a mis padres y mi hermano sentados en la mesa.

"Buenas noches." Digo atrayendo miradas hacia mi.

"Siéntate, Wanda." Pide mi padre y yo obedezco. "¿Por qué está sucio el dobladillo de tu vestido? ¡Esos no son modales de dama!"

"Papá lo siento. Fui a recoger manzanas en la tarde y no presté atención."

"Tenemos sirvientas para eso. De todos modos, exigí tu presencia porque quiero dar una declaración." Veo a mi hermano sonreír y miro a mi padre esperando que continúe.

"Te vas a casar."

"¿QUÉ? ¿COMO ASI? ¡NO PUEDES HACER ESO!" Me levanto de la mesa y siento que se me hace un nudo en la garganta de solo pensar en cómo sería mi relación con T/n.

"Puedo y lo hice, llegará el próximo mes. Carla te ayudará a prepararte para la ceremonia."

"¿Qué hay de Pietro? El no está casado."

"Él es hombre y asumirá el cargo de patriarca de nuestra familia, tú como mujer tienes el deber de casarte y seguir el destino en otra casa. Ahora sin más preguntas vete a tu habitación. Ya has hecho muchas escenas faltándome el respeto frente a tu madre y tu hermano."








Me acuesto en mi cama y lloro hasta quedarme dormida. Siento que alguien me mece en medio de la noche, pero estaba demasiado cansada para despertarme por completo.

"¿Qué? Déjame dormir!"

"Cariño, soy yo.." Espera un minuto, ¿estoy soñando?

"Los guardias duermen como una roca, traje vino de la feria de mis padres para que bebiéramos." Ok, no estoy soñando.

"¡T/n!" La abrazo. "Que bueno que lograste venir, me encanta cuando vienes a verme al amanecer."

"Te extrañé." Dice y se sienta a mi lado poniendo la bebida en el cabecero de la cama y dándome un largo beso. "¿Porque estás triste?" Maldición, ella me conoce tan bien.

"Tenemos que hablar." Ella frunce el ceño y me hace señas para que continúe. "No te lo voy a enroscar ni a esconder. Mi padre quiere que me case y ya está programado para el próximo mes."

"¿El próximo mes?" Veo una lágrima formarse en sus ojos y la abrazo, acostándola sobre mi pecho y dándole tiempo para que procese. "¿Significa que no nos volveremos a ver?"

"Claro que no mi amor. Todavía nos vamos a ver, solo que no quiero que lo escuches de los chismosos del pueblo y pienses que te lo oculté."

"Entiendo que no es tu elección. Por mucho que duela, no podemos hacer nada, pero nada cambiará nuestro amor, ¿de acuerdo?" Asiento y la levanto para besarla.

"Hmm..." Rompe el beso. "Abramos el vino."

"Vamos, señorita Maximoff." Pone los ojos en blanco sonriendo y me pasa la botella después de tomar un sorbo.

"Algunos dirían que es un juramento beber el vino por el mismo pico."

"Bueno, si es así, juro amarte más que nada y siempre estar aquí para nosotras sin importar lo que pase."

"Yo también lo juro. ¡Seré por siempre tu señorita Maximoff!" Sonrío y me entierro en sus brazos.

Ella es mi mejor y única alma gemela.



-

Elizabeth Olsen/Wanda Maximoff Donde viven las historias. Descúbrelo ahora