Naruto El Primordial De La Realidad

Capitulo 3 Reunion familiar

Naruto tenía una ceja arqueada mientras veía a Thalia quien se encontraba en frente suyo la cual tenía una sonrisa arrodillandose frente a su señor.

El rayo de Zeus estaba en su escritorio junto a un arco con varias flechas plateadas, el arco era sumamente hermoso hecho de plata pura con un aura divino y adornos en forma de luna.

-Parece que tuviste éxito con tu misión pero no entiendo de donde sacaste el arco.

Naruto hablo con verdadera intriga, sabia de quien era el arco pero no entendía que había ocurrido durante la misión para que Thalia se lo trajera.

-Me encontré con Artemisa y ella se negaba a dejarnos ir, supuse que te gustaría tener su arco junto al rayo de Zeus.

Naruto sonrió de medio lado al ver la lealtad de Thalia a el, realmente esto fue más como un aviso para Zeus de que su reinado iba a terminar pues el rayo maestro del dios no tenía ninguna utilidad a él, no porque fuera débil sino porque el fácilmente podría replicarlo o hacer un arma aún más poderosa con su poder.

-Bien Thalia puedes retirarte.

Naruto hablo recibiendo un asentimiento de su mano derecha quien se retiró a paso lento.

El primordial se acerco a las dos armas que le había dado su mano derecha, el tomo el rayo de Zeus en su mano y lo examino con detenimiento mientras admiraba el arma, debía admitirlo esos ciclopes se habían lucido al momento de crear un arma tan poderosa y única como el rayo maestro, si bien el podría crear armas mucho más fuertes y con mayor facilidad con solo pensarlo aún podia admirar la belleza en el trabajo y esfuerzo que habían hecho para crear un arma tan maravillosa.

Mientras miraba el rayo maestro de Zeus no pudo evitar pensar en cómo habían sido las cosas si el no hubiera estado dormido durante tanto tiempo, talvez sino se hubiera ido su hijo no se habría vuelto loco por el poder y nada de esto habría pasado, sin duda alguna la historia del panteón griego hubiera sido completamente diferente.

-Días más tarde-

En el monte olimpo todos los dioses más fuertes e importantes se encontraban reunidos, los doce olímpicos junto a Hades, Hestia y para sorpresa de todos la propia Rea quien estaba en la sala de reuniones de los dioses olímpicos.

Zeus mostraba una cara de enojo total y la única razón por la cual aún aún había estallado en ira como era costumbre fue debido a la presencia de su madre, después de todo sabía que no era buena idea hacerla enojar.

Al igual que su hermano menor Poseidon y Hades mostraban una cara de enojo, realmente se encontraban disgustados por la situación actual y la actitud de Zeus no es que ayudara mucho.

Rea miraba a sus tres hijo mientras negaba, sino estuviera acá ahora seguramente se habrían lanzado para matarse el uno al otro y era esa precisamente la razón por la que estaba ahora aquí, evitar que algo así sucediera.

Los demás olímpicos estaban completamente en silencio observando sin decir nada, ellos esperaban que con la presencia de la titanide aquí nada ocurriera.

-Bien, creo que ya deberían empezar. Rea hablo viendo a sus hijos quienes gruñian el uno al otro intentando no insultarse entre sí.

-Quiero mi rayo de vuelta. Zeus dijo a Poseidon y Hades quienes solo gruñeron aún más.

-Cuantas veces tengo que decirte que no tenemos tu estúpido rayo. Poseidon dijo alzando su voz mientras empezaba a liberar su poder.

-Oh y esperas que crea que ningún tiene nada que ver con que mi rayo desapareció, Artemisa estuvo a punto de recuperarlo y fue golpeada por alguien, no creo que haya muchas personas en esta sala capaces de vencerla tan fácilmente.