ू ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 7 ु

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𝘕7:  𝘓𝘰𝘴 𝘢𝘱𝘰𝘥𝘰𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘮𝘦 𝘥𝘢𝘣𝘢𝘴 "𝘔𝘶𝘫𝘦𝘳 𝘍𝘳𝘦𝘦𝘻𝘦𝘳" "𝘙𝘦𝘪𝘯𝘢 𝘥𝘦 𝘭𝘢𝘴 𝘯𝘪𝘦𝘷𝘦𝘴" 𝘴𝘦 𝘲𝘶𝘦𝘥𝘢𝘳𝘰𝘯 𝘨𝘳𝘢𝘣𝘢𝘥𝘰𝘴 𝘦𝘯 𝘮í 𝘤𝘢𝘣𝘦𝘻𝘢, 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘴𝘪 𝘧𝘶𝘦𝘳𝘢𝘯 𝘮á𝘴 𝘮í 𝘯𝘰𝘮𝘣𝘳𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘮í 𝘱𝘳𝘰𝘱𝘪𝘢 𝘪𝘥𝘦𝘯𝘵𝘪𝘥𝘢𝘥. 𝘌𝘯 𝘭𝘰 𝘮á𝘴 𝘱𝘳𝘰𝘧𝘶𝘯𝘥𝘰 𝘥𝘦 𝘮í, 𝘮𝘦 𝘨𝘶𝘴𝘵𝘢𝘳í𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘢𝘮𝘣𝘪é𝘯 𝘮𝘦 𝘳𝘦𝘤𝘰𝘳𝘥𝘢𝘳á𝘴 𝘤𝘰𝘯 𝘤𝘢𝘳𝘪ñ𝘰, 𝘢𝘴í 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘺𝘰 𝘭𝘰 𝘩𝘢𝘨𝘰: 𝘗𝘪𝘯𝘬𝘪𝘦 𝘣𝘰𝘺.

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POV: CAROLINE

Me recargué sobre la pared con incertidumbre, expulsando en un resoplido el último vigor que me quedaba, mientras veía a bellamy dormir profundamente. Gracias a Dios, él seguía respirando. Tenía algunos cables inyectados en sus brazos. Sus lindos y fuertes brazos, marcados, llenos de grietas hechas por el monstruo que lo consumía cada noche. Su piel, años siendo maltratada y recién ahora es expuesta a alguien más aparte de los vendajes y yo. Los médicos no dijeron mucho sobre sus cortes. Tal vez por la forma en la que se veían algunas cicatrices viejas y otras frescas, ellos ya lo sabían. No creo que sea tan difícil darse cuenta

–Señorita..

Lo miré con desaliento

–Vayamos afuera porfavor.

Lo seguí

–Si?

–Mire, aunque el joven sea muy afortunado, por lo que pudimos analizar–lleva la mirada hacia la puerta viendo a bellamy–, podría encontrarse en estado crítico muy pronto

–Que quiere decir?

–Bueno, no me refiero únicamente a su organismo

–Sus brazos..

–Sabe–se acomoda los lentes–, en terapia, psicología, psiquiatría, más por esos lados, se ven muchos pacientes en ese estado. En mí trabajo, las personas buscan curarse. No herirse aún más ¿Entiende lo que quiero decir?

–Lo entiendo doctor.

–Este hombre necesita sumo cuidado, y no hace falta ser un especialista en salud mental para saber que necesita con urgencia ayuda profesional

–Comprendo, yo...

–Llamamos a los números que encontramos y usted fue la única que contestó. Tiene idea del porqué?

–Bueno, bellamy no contacta con sus tíos hace años, y otros familiares cercanos no tiene

El dolor suspira con fuerza y se frota los ojos

–De acuerdo, hay alguna manera de que te quedes con él un tiempo?

–Supongo que podríamos hacer el intento

–Excelente. Bueno, es todo. Más tarde la voy a volver a necesitar para unos asuntos, por lo menos hasta que el paciente tome conciencia

Hace un gesto con la cabeza antes de marcharse. Me acomodo el cabello maldiciendo mentalmente y en todos los idiomas que me sé a Nicolás–Ese era su otro nombre pero por alguna razón desconocida, le molestaba como sonaba con mí tono–. Saqué un pañuelo de mí bolsillo. Había derramado dos lágrimas intrusas.

Que horror

Y todo por culpa de ese cabezota. Fui al baño dos veces para limpiar mí cara y que nadie lo notara, pero cada vez que volvía a verlo postrado en la camilla de hospital, me volvía a sentir mal. Como un bucle. Estaba tan enojada, que no sabía si las lágrimas eran de rabia, o de angustia. Soné mí nariz con el pañuelo de la forma más silenciosa que pude, pero aún así, Pinkie boy despertó abriendo lentamente sus ojos

25 𝑪𝒐𝒔𝒂𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒕𝒆 𝒉𝒖𝒃𝒊𝒆𝒓𝒂 𝒅𝒊𝒄𝒉𝒐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora