One shot's | Anime y más.

O2

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「 Bakugo Katsuki 」

Si, ese hubiera sido un día normal si no fuera tan tonta.

Osea, como puede ser que entregarle unos chocolates al chico que te guste sea tan terrible, ¿Quieres saber?, sigue leyendo.

Aver, todo inició un día cualquier como este, yo ingresaba a mi salón de clases y wow, ahí lo vi, recostado en su asiento mientras sus pies estaban en la carpeta, lo vi y quedé fascinada ante tal chico, fue ilusión a primera vista.

Pasaron los meses y pues seguía igual de ilusa, creando escenarios ficticios y toda esa mrd que hace la gente enamorada, y pues llegó un día en el que gracias  a Dios, yo podría por fin confesarme o aun que sea darle no sé, chocolates o una carta, ¿no?. Lo típico.

Y así fue pues, ahorré, y me escapé de casita a comprar los chocolates, no había uno que me llamara la atención, y tampoco sabía que le podría gustar, osea, claramente lo picante, ya que tuve que preguntarle a Izuku, ya que por lo visto se conocen desde niños, y esa fue su respuesta... ''—Uh? A Kacchan le encanta la comida picante, como el Katsudon.—'', gracias Izuku, me servirá eso en otro momento, ahora necesito saber de un chocolate rico y dulce, uno caro también, ya que como que no sé, ahorré mucho y ahora quiero gastar todo, así que, toca seguir buscanco.

Fui por varios centros comerciales, sin embargo todos se veían raros y tenían sellos que arruinaban la presentación, esto de escoger el chocolate perfecto era complicado, ya tocaba el último porque ya estaba cansada y mi mamá se dará cuenta que me fui sin avisar, me iba a matar, pero bueno, era por una causa, solo que no podía decirle eso a ella, me iba a matar dos veces. 

—Deme esos chocolates.— QUE, esa voz, no puede ser, la reconozco perfectamente, era el chico de mis sueños. Él, el mismísimo Katsuki estaba a solo 2 metros de mí, en la caja registradora y por haberme sorprendido tanto me tropecé y caí encima de un niño, más palta no puedo dar.

El niño empezó  llorar y yo también quería llorar, que verguenza, me levanté rápido y lo levanté al niño, le di uno 5 yenes y me fui corriendo hasta otra sección del supermercado, a la mascotas, tal vez y ver uno de esos juguetes me alegre y no me haga pensar en que ahí estaba Katsuki a solo unos dos putos metros, espera, ¿Me habrá visto?, COMO CHUCHA NO ME DI CUENTA.

Quedé en un trance.

—Señorita, disculpe, ¿Se encuentra bien?.— ¿Qué?

Desperté y a mi alrededor habían dos de esos que acomodan las cosas, tenían cara de preocupados, pobrecitos y pobre de mi.

—Si, gracias.— No puedo creer que no me caí de nuevo, tal vez y solo por tonta me caigo y no por estar como media inconsiente parada, no sé si se me entienda, pero bueno, ya, me rendí, y como dije ando bien cansado, solo voy a coger una caja de chocolates en forma de corazón y me iré.

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