Aman-tres

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El silencio espectante reinaba en el lugar, la oscuridad se veía interrumpida por rapidos destellos de luz y; de pronto, de manera totalmente esperada un llamarada inundó el escenario, al ritmo de una melodía que todo el mundo conocía aparecieron los culpables de que aquel reciento estuviera casi lleno.
Las primeras estrofas se vieron casi opacadas por el grito extasiado de cientos de chicas, unos segundos después los gritos cesaron y reinó el sonoro canto de aquellos que las habían llevado hasta ahí:

Un trío de cantantes, jovenes, talentosos, ricos y solteros.

O por lo menos lo eran ante el ojo público.

Narcisa no recordaba como los descubrió o cuando fue la primera vez que escuchó alguna canción de ellos; lo unico que sabía era que en sus listas de reproducción de Spotify siempre aparecían sus canciones y que, cuando el trio anunció que estarian en su ciudad, no dudo ni un segundo en adquirir un boleto para verlos. Su intención nunca había sido comprar un boleto en primera fila y, sin embargo, gracias a un error de sistema y el pago de una pequeña parte proporcional, ahí estaba ella, a solo cuatro butacas de los hombres más atractivos que había visto en mucho tiempo.

No era lo que esperaba, era mucho mejor.

Estaba sentada entre dos chicas con las que había entablado una buena conversación durante casi media hora antes de que
el show comenzara, se dio cuenta de cuan inexperta era en el tema de esos cantantes, al oirlas hablar sobre exnovias, experiencias, alergias, acosadores y habitaciones de hotel se dio cuenta de que quiza, no era tan fan de ellos como ella creía y, aún así, estaba totalmente maravillada.
Cantó todas las canciones, o por lo menos todas las que ella conocía de memoria y, cuando todo terminó y llegó la hora de ir a casa, la invitación de las chicas con las que había estado platicando antes de que todo comenzara de ir a seguirlos al hotel, la tomó desprevenida y aceptó. Después de todo no tenía nada mejor que hacer esa noche.

Si Narcisa hubiera sabido que dos meses después una prueba de embarazo en su mano diría positivó quizá jamás habría aceptado la invitación de aquellas desconocidas.

O quizá sí.