El salón muy finamente arreglado, flores por todos lados, las mesas cubiertas con manteles bordados a mano, sobre el mantel los cubre manteles en colores fucsia y violeta sus colores favoritos, las sillas de igual modo arreglada alrededor de estas dando elegancia y belleza, la cristalería dispuesta y en el centro se encuentra Jenny vestida con un hermoso vestido largo, ceñido a la cintura de color violeta, el color favorito, sus hombros descubiertos, el frente del vestido, tiene forma de corazón resaltando su pequeño virginal busto ¡Es realmente hermoso! En sus manos lleva un gran ramo de flores de rosa rojas que le entrega ese hombre guapo, hermoso, muy alto, el cual se inclinaba con una lentitud pasmosa, y le besa en la mejilla, luego le toma de la mano y comienzan a bailar el vals que tanto ella ha soñado. Se siente extasiada de la emoción. Lo mira fijamente porque está decidida a darle el beso más apasionado, levanta su rostro con los ojos cerrados para invitarlo a que la bese y....
¡Jenny!, ¿Bueno y esa niña dónde se metió? ¡Jenny! _ Grita una mujer algo molesta.
Jenny salta del lugar donde estaba durmiendo y toda sobre saltada comprende que nuevamente estaba soñando con un momento muy especial, pero como en las otras ocasiones solo era un sueño.
Ya voy_ Contesta de mala gana _Esta señora no me deja respirar _Rezonga mientras camina con dirección al restaurante donde trabaja lavando platos, también barre y limpia la pequeña habitación de la querida señora Teo, ella es muy buena persona, pero demasiado exigente.
Aja, y ¿Tú dónde estabas? Soñando nuevamente.... que niña tan ilusa _ la mira con gran ternura, la conoce desde que tenía diez años, cuando la madre de Jenny tuvo ese accidente tan desfavorable, tropezó y cayó por las escalera rompiéndose el cuello, al cabo de un tiempo su padre huyo dejándola dormida en la habitación, y nunca le volvieron a saber de él, ahora tiene dieciocho años pero es tan soñadora, le gusta imaginarse situaciones en donde realmente ella es feliz, soñando se escapa de su triste realidad, algunas veces sueña dormida y en otras ocasiones lo hace despierta, aunque la señora Teo tiene que aterrizarle de vez en cuando.
¿Qué soñaste esta vez? _la mira con sus hermosos ojos llenos de ternura, entre cerrados esperando que le cuente.
Hummm, otra vez ese sueño en el que estoy en un baile con un hermoso príncipe, y estaba a punto de besarlo cuando me llamaste _La mira de mala gana mientras baila un vals, con los brazos en posición y dando vueltas _Mala, no me dejaste besarlo _ y se va al decir al esto entre risas.
¡Ve, ésta! ¿Ahora yo soy la culpable? ¡Porque te demoraste tanto en besarlo! ¡Tonta!_ Grita esto en medio de la risa.
Jenny vivía en una pequeña casucha de tablas la cual paga una pequeña cantidad de dinero por estar allí, tenía una mesa hechas con carretes de cables que botan después de colocar las redes de luz o de teléfono, su cama era una hamaca toda descolorida, la cual descolgaba todas las mañanas después de levantarse, no tenía donde cocinar, solo dos platos despostillados y un vaso, su olla era una lata...
Su ropa estaba muy desgatada, por lo general siempre vestía pantalones u overoles que sus amigos le regalaban, tenía una hermosa foto en un marco dorado donde había una mujer muy bella, su madre, la cual ella cuidaba mucho. Sobre la mesa un cuaderno y un lápiz, donde había unos ejercicios porque había decidido aprender a leer y escribir y sus esfuerzos daban frutos, ya sabían leer y lo hacía muy bien, sabía operaciones sencillas, siempre se esforzaba mucho. Era alegre a pesar de sus circunstancias.
En eso pasaba las noches estudiando las clases que la señora Teo le enseñaba, ella le dijo que pronto le regalaría un libro, sabía cuánto a Jenny le gustaba leer, era tanto la alegría, que con mayor entusiasmo estudiaba. En esos momentos se fue la luz, respiro profundo y decidió irse a dormir temprano, mañana era su cumpleaños diecinueve.
De rodilla, oraba y pedía "Señor Dios mío, por favor concédeme el milagro de que yo pueda cambiar mi manera de vivir, que tenga una oportunidad para prepararme, que alguien con medios económicos confíe en mí y me ayude, de igual manera yo podré ayudar a doña Teo, ella ya está muy viejita, y no debe trabajar más, por favor Diosito bueno, dame una oportunidad"
A la mañana siguiente se levantó, se bañó y se marchó para el restaurante, ya doña Teo estaba en el lugar, barría la puerta, se acercó y le quitándole la escoba y se dispone a barrer, mientras habla con ella.
Viste unos pantalones todos descoloridos y camiseta ceñida que marcabas su pequeño busto, el cabello corto el cual lo tiene un poco desmarañado y descuidado, pero no porque así quiera, lo que pasa es que no tiene dinero, lo poco tenia lo utilizó para arreglar la tumba de la mamá y comprar algunos medicamentos para Teo, los tenis muy viejos y rotos, de cordones de colores, son descansados, como tiene que caminar mucho, son realmente deliciosamente suaves.
¿Cómo? ¿Amaneciste? __ a ella le encanta bromear con la anciana, siempre la molesta, la ama tanto como si ella fuera su propia madre__ ¿Durmiendo? ja ja ja _Saluda a doña Teo y rie la carcajada, al ver la cara de disgusto de la mujer mayor.
Bueno tú no respeta, ni si te pones vieja dejas de molestar ¿Cierto? _La regaña como siempre.
¡Hummm que aburrida! _Dice riendo_ Debe ser la viejes __ lo dice a propósito, esperando que la corrija.
_Vejez, Cabezona, Vejez, así es como se dice__ respira y la observa detenidamente__ ¿Cuántas veces te tengo que corregir? _Dice sacudiendo la cabeza.
Jenny solo se reía de las picardía que siempre le hacía, y la forma en siempre la estaba corrigiendo, se enojaba por cada error que ella cometía.
El menú del día Costillitas de res, arroz con vegetales, sopa, ensaladas crudas o cocidas y los diferentes postres que desearan los clientes.
A las diez de la mañana era el verdadero trabajo, la mujer mayor no daba abasto, era muy mayor para el ajetreo, pero debido a que ella vivía sola, le tocaba trabajar y asegurarse el pan, por eso Jenny la ayudaba. ¿Nadie recordó su cumpleaños?
Son las doce y media del mediodía y las mujeres están muy ocupadas Jenny toma la decisión de ayudar y de servir a una de las mesas donde se encuentran tres hombres y tres mujeres los cuales están discutiendo sobre el poder del dinero y el poder de la inteligencia.
¡Bueno! Fin de la conversación _Corto Alex de manera brusca, pues los platos de las sopas llegaban, mientras decía esto él frotaba sus manos.
¿Por qué vinimos aquí? _Pregunto Karina fastidiada por el lugar, su rostro mostraba el desagrado.
Pero que le pasa a esa mujer, si no le gusta el lugar no debió llegar, debió marcharse y sin decir nada, era lo que debía hacer __ Los pensamientos de Jenny eran violentos pero la mirada que le enviaba a la mujer que hablaba despectivamente con el grupo era mas violenta.
Porque me lo recomendaron, y además estoy esperando a alguien, que por cierto se ha demorado. _Arguyó el hombre, mientras miraba detenidamente a la persona que colocaba los platos.
Ella coloca las sopas, y regresa a la cocina mientras pensaba en lo bonitas que eran esas mujeres y lo bien vestidas que se veían, lástima que fueran gruñonas y todas estiradas. Perdida en esos pensamientos seguía lavando los platos, mientras la señora Teo organizaba los platos de comidas para ser llevado a la mesa, en fin poco a poco fue pasando la mañana y ya eran pocas las personas que quedaban en el restaurante.
¡Por favor, me traen un vaso de agua! _Dijo Karina mostrando su prepotencia.
Jenny al ver que todas estaban muy ocupada, tomo la jarra con agua, unos vasos los deposito en una bandeja y salió a llevárselos, para su mala suerte no fijo que un cordón de sus zapatos estaba suelto y cuando se acercó a la mesa, uno de los acompañantes donde se encontraba Alex y Karina lo piso, provocando que Jenny se tropezará con la mesa y el contenido de la jarra se derramara de manera estrepitosa sobre la mesa mojando la impecable blusa de Karina.
¡Qué te pasa estúpida! _Le reprocho de manera iracunda, mientras se sacudía las gotas de agua que había caído sobre su ropa.
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Jenny, la soñadora (Suspendida)
Romance"Señor Dios mío, por favor concédeme el milagro de que yo pueda cambiar mi manera de vivir, que tenga una oportunidad para prepararme, que alguien con medios económicos confíe en mí y me ayude, de igual manera yo podré ayudar a doña Teo, ella ya e...