El cumpleaños de Jenny termino sin más contratiempos, limpiaron y cerraron el lugar, luego Jenny bajo al cuarto de la señora Teo y se acomodó en un rinconcito muy pensativa, ese lugar tenía un olor a moho y a humedad. El cuarto de la señora Teo era en verdad el cuarto de depósito del restaurante, donde se almacenaba las cosas que no se usaban, habían cajas, material de construcción, tablas, ladrillos, en fin solo había un pequeño espacio hay se encontraba una pequeña cama donde dormía la señora Teo, también se podía ver un pequeño baño que goteaba, y mantenía un color verdoso en las paredes, las cuales Jenny lo quitaba cada vez que le ayudaba a limpiar. Muchas veces Jenny le propuso a la señora Teo que se fuera a vivir a su pequeña casucha, pero a la señora Teo le daba miedo que se metieran a robar como ya le había pasado en otras ocasiones.
Desde la cama donde estaba sentada la señora Teo la miraba muy intrigada porque después de la conversación que tuvo con el joven en las horas de la tarde ella se trasformó, haciendo su rostro sombrío. En silencio esperaba que ella iniciara la conversación.
Entonces..._Comenzó diciendo para romper el hielo _ ¿Qué te dijo el joven? Parece que te disgustaste por lo que dijo, no... ¿Era una disculpa? o ¿No?
Sabes Teo.... _Dijo después de lanzar un largo suspiro y continúo _Anoche en mi charla con mi Dios, le pedí un regalo y lo hizo realidad pero.... _De pronto corto y quedó callada mirando la tarjeta de presentación que Alex le había entregado
Pero.... ¿Qué niña? _Insistió para que siguiera hablando.
Pero realmente no sé qué hacer, el abogado me propuso darme un empleo _Termino
_ ¿De verdad? Y por qué esa cara, deberías esta brincado en una pata, ¿Qué es lo realmente pasa por esa cabecita? _Pregunto muy comprensiva y a la vez preocupada.
Jenny, Dios sabe lo que hay en tu corazón, y si él te envío ese regalo es para que comiences a volar, así que extiende tus alas y alza tu vuelo _Le decía _Y cuando te encuentres en lo alto podrás visualizar el camino que debes seguir, no tengas ningún temor, avanza con paso fuerte, lucha por cada uno de tus sueños, no permitas que las circunstancia te roben tu alegría, porque tú eres muy importante para mí, ¿Lo sabes? Yo te amo como si fueras mi propia hija. _La abrazaba con lágrimas en los ojos
Pero tú, te quedarías solita en el restaurante _Dijo entre lágrimas _No te quiero dejar, tú me necesitas
A ver hagamos algo, ve e infórmate para qué es el trabajo y dependiendo de lo que te diga y te paguen, entonces yo dejo el restaurante como siempre lo has deseado _Fue lo que más rápido se le ocurrió para quitarle la carga que la joven tenía en el corazón por ella.
¡Lo prometes! _ Sus ojos eran un ruego por una respuesta a la promesa_ ¿Y te vas conmigo?
_Si mi niña, ¡Lo prometo! _Colocando la mano sobre su pecho, en el corazón.
Corría muy rápido, era muy de mañana el lugar estaba lleno de muchas plantas y matorrales que la rodeaban, de pronto salen una hiena, mostraba su dientes feroces y amenazaba con lanzársele encima para devorarla, viendo que no podía hacer nada continuo corriendo lo más rápido que sus pies le permitían, pero para su mala fortuna el tacón de su zapato se incrustó en un tronco de un árbol que estaba tirado, haciéndola caer de bruces; la hiena se aceraba muy rápido y cuando ya estaba a punto de atacarla, salió de un matorral un intrépido cazador que le disparaba a la hiena haciéndola retroceder, le extendió la mano, viendo lo valiente que le parecía este cazador se abalanzo a sus brazos y él decidido a besarla se inclinó y.....
¡Jenny! ¿En dónde estás? Mi niña _Llamaba la señora Teo desde la puerta de la casucha donde vivía Jenny.
Toda somnolienta se levantó y abrió la puerta y le dijo _¡Tu si eres, me despertaste cuando mi príncipe me iba a besar! _Dijo bostezando y estirando todo el cuerpo
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Jenny, la soñadora (Suspendida)
Romance"Señor Dios mío, por favor concédeme el milagro de que yo pueda cambiar mi manera de vivir, que tenga una oportunidad para prepararme, que alguien con medios económicos confíe en mí y me ayude, de igual manera yo podré ayudar a doña Teo, ella ya e...