El Principe Del Guardia

Capítulo 1

-Llegamos.

El Guardia anuncio la llegada a los príncipes y a la princesa, para poderles ayudar a bajar.

Tres guardias dieron leves golpes en las tres puertas de los carruajes, pero en la puerta de el mayor de los hermanos, Dong-in, no respondió nadie.

André y Emma bajaron, pero Dong-in seguía sin responder.

Todos los guardias rodearon el carruaje de este y abrieron la puerta, no había nadie, solo una pequeña tarjeta, que decía.

"Para quien tome esta tarjeta primero y este leyendo, dígale a mis hermanos que lo siento tanto. Se que como buen hermano debería quedarme con ellos pero, simplemente no puedo... Encontré el amor en la princesa del Reino de Dior; prometo que nos volveremos a ver, sean felices, busquen amigos, olviden que existo, por ahora.

André, estoy seguro que nuestros tíos no me querrán de vuelta en el castillo, asique la responsabilidad de reinar, queda en tus manos. Tienes todo para ser rey, cuida a Emma y no la dejes sufrir. Busca amigos, vuelvete más sociable, busca el amor, intenta de todo. Recuerda que siempre que me necesites, puedes mandarme cartas. Te adoro hermanito, tu puedes.

Emma, tu solo olvidame, odiame, lo que quieras, pero tu sigue con tu vida, no sufras por mi, no merezco tus lágrimas. Nunca dejes que apaguen tu luz, mi pequeña. "

André quedo incrédulo, Emma, bueno solo pudo romper la nota y gritar maldiciones al aire hacia el bastardo de su hermano mayor.

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Ambos entraron a el inmenso castillo y lo primero que vieron fueron a varios adolescentes tal y como ellos. André se veía decaído y Emma, bueno ella estaba emocionada por nuevos amigos, porque tal y como lo dijo su hermano, lo va a olvidar y seguirá con su vida.

Una dama de edad mayor se dirigió hacia ellos a pasa tranquilo y dijo con un tono bastante alegre. - ¡Nos alegra que estén aquí! Oh, Se supone que serían tres, ¿No es asi?.

-Se nos atravesó un inconveniente y serán solo dos. -Dijo un Guardia con voz firmé.

-Oh, no importa, ya tenemos todo listo para ellos, siganme.

André y Emma siguieron a la dama por los pasillos hasta llegar a una inmensa puerta que tenía un letrero que tenía escrito "Dormitorios"; siguieron su camino adentrándose a estos, llegaron a unas puertas y la dama se detuvo.

-Aquí dormirán, el príncipe André en la azul, la princesa Emma en la Rosa, su ropa ya se encuentra en sus armarios, las sirvientas les darán el horario de comidas y demás actividades, ¿Alguna duda?

-No -Respondieron ambos, para después entrar en estas.

André aunque no quisiera, no pudo evitar llorar, sentía el abandono de su hermano, sabiendo que ahora, sólo tenía a su hermana y debía cuidarla.

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-Joven André, debe alistarse para el baile. -Dijo el mayordomo desde afuera de su habitación.

-Por su puesto, ahora mismo voy, gracias. -Dijo algo desanimado.

André se dirigió a los vestidores y en eso pudo ver a alguien que conocía perfectamente.

-¡¿Dian?! -Grito emocionado, sin duda encontrar a alguien que conocía lo puso de mejor humor.

-¿Hmm? -Dian volteo algo intrigada, esa voz, la conocía y muy bien - ¡¿André?!

Ambos corrieron a abrazarse mutuamente y estallar de felicidad.

-¡Gracias a los dioses que estas aquí! -Dijo André bajando a Dian de sus brazos.

-Lo mismo digo, ¿Cómo estas André? Como estas después de... Ya sabes.

- Relativamente bien, solo hoy, Emma y yo sufrimos otro golpe familia.

-¿A qué te refieres?

-Prometo contarte todo despues, por ahora quiero distraerme un poco.

-De acuerdo, ven te presentó a mis amigas.

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André y Emma llegaron a el baile con sus nuevas amigas. A decir verdad André se encontraba mejor, no al 100 como para estar de buen humor, pero mejor que antes.

-Vamos por bocadillos, ¿Nos acompañas André? -Pregunto Aurora, su nueva amiga de ambos.

-No gracias, aquí las espero.

-De acuerdo, vamos chicas.

André se quedó parado a un lado del gran salón donde muchas personas bailaban, reían y de más. El se sentía solo, apesar de sus amigas. El pensaba que al llegar a aquel lugar estaría con su hermano y se harían bromas, pero no fue así.

Por otro lado un Guardia no podía apartar la mirada de aquel lindo príncipe de cabello lila, piel pálida y mediana estatura. Era hermoso, parecía un ser creado por los dioses. Quería invitarlo a bailar pero... Los guardias tenían estrictamente prohibido estar cerca de los príncipes, princesas o nobles más de lo necesario.

Claro que podría romper las reglas como algunos de sus compañeros que ya hacían bailando con príncipes, princesas y nobles, pero el, siempre fue un Guardia ejemplar, desde que consiguió el trabajo a su corta edad de los 15 años, ahora, tenía 19 y en esos cuatro años se había esforzado para ser el comandante de su grupo. Aunque sus ganas de bailar con el pálido eran muchas, sabía que debía respetar las reglas.

-Henry -Dijo Eve la amiga y compañera de Henry.

-¿Eh? ¿Sucede algo Eve?

-A mi no, pero a ti parece que si, no puedes despegar la mirada de ese príncipe.

-...¿Es muy notorio?

-Digamos que no, pero te conozco, obvio me daría cuenta.

-Esque... Es tan hermoso...

-Entonces invitarlo a bailar.

-¿Qué? No, para nada, si me ve nuestro superior me bajara de puesto, incluso podría echarme.

-Vamos, mucho guardias más están bailando con príncipes, ve.

-Bien... ¿Me dices si viene el superior?

-Si idiota, tu ve.

-Gracias Eve.

Henry se dirigió a André a paso tranquilo, cuando estuvo lo suficientemente cerca para que André lo escuchará, dijo con una voz suave -Buenas Noches bello príncipe ¿Bailaria junto a mi?

-Claro...

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Siento que narró horrible pero esque es difícil créanme, espero ir mejorando conforme avance la historia, bye!

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