Unicorn Wars:Rage

OO3.

Los reclutas se encontraban en su respectivo cuarto, todos estaban durmiendo tranquilamente, cuando de repente fueron despertados por una luz siendo encendida.

Azulin, el osito azul de antes, estaba sosteniendo una manta y hablando, cosa que aturdía a Rabioso.

—¡Mirad! ¡Gordi se ha meado!—

Todos los ositos estaban asqueados, a excepción de Rabioso, a quien le daba igual.

El sargento Caricias entró en la habitación, preguntando por el escándalo.

—¡Sargento! ¡El recluta Gordi se ha meado!—

Dijo acercando las sábanas al sargento para que viera que esto era cierto.

—¡Puaj! ¡Que asqueroso! ¡De ahora en adelante lo llamaremos meoncitos!—

Los ositos estaban riéndose del pobre Gordi, Rabioso se sentía mal por él, pero no quería iniciar una pelea contra todos los ositos del cuarto, aunque ganas no le faltaban.

[...]

Era un día común, Gordi estaba sentado descansando, cuando un osito rojizo se acercó a él.

Gordi de inmediato se asustó, Rabioso tenía reputación de ser el recluta más agresivo y temía que le hiciera algo por lo de la noche anterior.

—¡No me lastimes! ¡Yo no me hice pipí en las sábanas, lo juro!—

Dijo Gordi asustado y retrocediendo.

—No vengo por eso.—

Dijo Rabioso, arrodillándose para quedar frente a frente con Gordi, en sus ojos se notaba una mirada seria que intimidaba hasta al soldado más valiente.

Rabioso puso una de sus zarpas en el hombro de Gordi.

—¿No vas a lastimarme?—

Preguntó Gordi, extrañado por el comportamiento raramente amable de Rabioso.

—Eres un gran recluta, tu hermano no te valora lo suficiente.—

—¿Eh...?—

—Sigue así, Gordi, llegarás lejos.—

Terminó de hablar, retiró su zarpa del hombro de su compañero y se retiró del lugar.

[...]

Rabioso estaba sentado en el suelo, ya era muy noche y los reclutas ya iban a dormir, pero él no quería dormir ahí si Azulin lo interrumpía de nuevo.

Se estaba quedando dormido, aunque hacía su mayor esfuerzo por no hacerlo, cayó al suelo profundamente dormido.

¿Qué estará soñando?

...

—¡HERMANO, CUIDADO!—

Un unicornio se abalanzó hacia el oso rojizo de ojos amarillentos, dándose a la fuga después de lograr atravesarlo con su filoso cuerno.

—¡¡CUQUI!!—

El oso de ojos azulados se acercó rápidamente a su hermano, tratando de detener su sangrado, pero era inútil.

—...H-Hermano...—

—¡Vas a estar bien, lo juro!—

—Cu-Cumple nuestro sueño...Sé e-el mejor soldado...—

—¿Hermano...? ¡¡HERMANO!!—

...

Rabioso se despertó agitado.

—¡Hermano!...Oh...Otra vez era un sueño...—

Eran las cuatro de la mañana, estaba muy oscuro, la luna era la única iluminación del lugar.

Rabioso trató de dormir de nuevo, pero era inútil, después de esa pesadilla, ya no podía dormir bien.

—Será una larga noche...—