Ya al despedirse de sus seres queridos, los reclutas partieron hacia el bosque mágico en busca del pelotón perdido.
—No entiendo por qué es nuestro asunto que ese pelotón esté perdido.— Susurró el osito rojizo.
—Da igual, tenemos que hacer lo que el sargento pida.— Respondió el panda.
—Pero ¿Por qué tenemos que buscarlos nosotros? Que se hayan perdido no es nuestro problema.—
—¿Te da miedo?— El osito azul comenzó a burlarse del osito rojizo.
—Claro que no, cállate.—
—Eres un gallina, Rabioso.—
—¡No soy un gallina! ¡Solo digo la verdad! ¡Si se perdieron fué por subnormales!—
—El subnormal aquí eres tú, mírate, ¡Ya tan pronto te estás enojando!— Dijo el osito azul entre risas.
—¡Dejad de pelearos! ¡Os metereís en problemas otra vez!— Exclamó el panda tomando del brazo a su amigo.
El osito azul río burlonamente y se fué, siguiendo el recorrido.
El osito rojizo suspiró y siguió el recorrido, siendo seguido por su amigo, supervisando que no se metiera en problemas.
[...]
Ya estaba anocheciendo, los reclutas encontraron unas orugas de colores que brillaban, estaban a punto de comerlas cuando el padre se opuso.
—¡El libro sagrado lo prohíbe! ¡No comerás carne de colores prohibidos pues es fruto del demonio!— Apenas terminó, el sargento Caricias le interrumpió.
—¡Cállese de una vez, padre! ¡Déjenos en paz con sus retros y delirios religiosos!—
Todos se callaron, viendo como el sargento discutía con el padre.
Hasta que el sargento sacó su cuchillo y le hizo una cortada en la mejilla al padre, ahí entonces, Coco, Gordi y Rabioso intervinieron.
—¡Cálmese sargento! ¡Tranquilícese, haga el favor!— Exclamaba Coco.
—¡Comportese sargento!— Exclamó Rabioso.
—¡Aquí no hay Dios! ¡Aquí mando YO!— Decía el sargento mientras reía histéricamente.
—¡Calma, calma, por favor vamos a calmarnos!— Dijo uno de los Mimosin.
El padre no dijo nada y se retiró.
[...]
Parecía que el padre tenía razón, ya que las orugas estaban haciendo un efecto alucinógeno en los soldados, como si estuvieran drogados.
El panda estaba vomitando y el osito rojizo se estaba riendo de él, causando que este también vomitara.
—Creo que no me siento bien...Oye Pandi, ¿Por qué tienes cuatro ojos?—
—¿Y tú por qué tienes dos cabezas?—
Ambos estaban riendo fuertemente, causando que vomitaran de nuevo.
El panda cayó de cara al suelo, haciendo que ingiriera algo de pasto sin querer, pero comenzó a reír.
—¡Soy una vaca!— Decía mientras emitía sonidos de vaca y reía.
—Cállate tonto.— Dijo el osito rojizo dándole un zape.
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Unicorn Wars:Rage
FanfictionLee esto por favor. -Esta historia trata de la historia de mi OC de Unicorn Wars. -TW:Anger issues, spoilers, sangre y quizá gore. -No hay contenido de ships. -Eres libre de comentar cosas malas. -Cringe alert. -Cuanyolovavidijesiesamujerfueraparami.