Al día siguiente, el sargento Caricias llamó a todos los reclutas para formarse en fila, les explicó que irían a una misión para buscar a un pelotón perdido y los mandó a prepararse pues partirían pronto.
El panda y el osito rojizo estaban platicando mientras se preparaban. El rojizo estaba tapando la parte de su cara donde fué rasguñado con su mano.
—Se te ve genial la cicatriz, no la escondas, ¡Enorgullecete de que ganaste una batalla!— Decía el panda mientras le sonreía.
El osito rojizo jadeó sorprendido levemente y retiró su mano, dejando ver una cicatriz carmesí de un rasguño.
El panda admiraba la cicatriz antes de volver a hablar.
—Anoche no te ví en el cuarto, ¿Dónde estabas?— Preguntó el panda levemente preocupado por su amigo.
—Dormí afuera.— Respondió el otro sin ganas, sentado en el suelo.
—¿Por qué no dormiste en el cuarto? ¡Te pudiste haber resfriado!— Le reclamaba el panda.
El osito rojizo lo miró profundamente a los ojos y se levantó del suelo para juntarse con los reclutas que ya estaban listos, siendo seguido por su amigo.
Ambos vieron que un osito rosa estaba listo para partir, cuando el panda reclamó para que no los acompañara, haciendo que el sargento interfiriera.
—¡Que nos va a retrasar! Nadie quiere que venga.— Dijo el panda.
—¡Eh Pandi! ¡No te pases, es mi hermano!— Le reclamó el osito azul de antes, guiñándole un ojo al osito rosado.
—Eh, no le grites, cabrón.— Murmuró el osito rojizo empujándolo levemente.
—¿Pero tú quién te crees?— Preguntó molesto el osito azul devolviéndole el empujón más fuerte.
—Déjalo, no vale la pena.— Dijo el panda, siendo ignorado por los problemas de ira de su amigo.
—¿¡Qué me empujas hijo de puta!?— Reclamó el osito rojizo ya muy molesto, sus pupilas se habían achicado y estaba mostrando sus dientes.
Estaban a punto de pelear de nuevo cuando el sargento y el osito amarillo los interrumpieron, el sargento les dió un sermón y el osito amarillo se quedó en el medio de los dos para evitar que se lastimaran.
[...]
Todos los reclutas habían ido al pueblo a despedirse de sus familias antes de irse a su misión, pero el panda pudo notar a su amigo irse en dirección al cementerio, así que decidió ir antes de despedirse.
El osito rojizo se sentó frente a una tumba y comenzó a sollozar levemente, el panda lo miraba desde un arbusto, para ver qué pasaba.
El panda notó un nombre en la tumba, "Cuqui", después de notarlo escuchó a su compañero hablar.
—Sigo sin entender por qué te fuiste, me dejaste solo. Ahora estoy jodido y tengo problemas de ira, no puedo controlarme.— Decía mientras salían lágrimas de sus ojos. —¿¡Por qué te fuiste!?— Reclamaba llorando.
El panda sintió lástima por su amigo y sin avisar, le dió un abrazo por la espalda.
El osito rojizo al sentir el abrazo de su amigo, no pudo hacer nada más que llorar, aferrandose al brazo de su amigo.
...
Se podía ver un funeral, había un pequeño osito rojizo llorando frente a una tumba. A pesar de estar rodeado de varios adultos, nadie lo consolaba.
...
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Unicorn Wars:Rage
FanfictionLee esto por favor. -Esta historia trata de la historia de mi OC de Unicorn Wars. -TW:Anger issues, spoilers, sangre y quizá gore. -No hay contenido de ships. -Eres libre de comentar cosas malas. -Cringe alert. -Cuanyolovavidijesiesamujerfueraparami.