Odio sonreír. ¿Por qué hacerlo? Todos podemos ser felices y no sonreír. Lo que odio más que sonreír es a las personas que usan la sonrisa para fingir ser feliz. Pero la verdad es que nadie en el mundo logrará hacerme soreir. ¿Feliz? Sí soy feliz. Pero no sonrío.
- Emma, ¿por qué no sonríes?- me preguntó mi madre esta mañana.
- ¿Por qué tengo que hacerlo?
- Para ser feliz.
- Ya lo soy- le respondí a mi madre.
Nadie sabe por qué no sonrió. Nadie. Solo yo. Y si lo explicara, nadie me entendería.
Estoy caminando hacia Starbucks, miro a mi derecha y un señor pobre me mira, sonriendo con los pocos dientes que tiene, me pide una moneda. Meto la mano en mi bolsillo, saco un dolar y al entregárselo pregunto: ¿Por qué sonríe, si solo le entregue un dolar?
El señor me mira y hace que su sonrisa se duplique. Pero no me responde.
Sigo caminando. Cuando entro a Starbucks me atiende una señora con aspecto triste. Pido mi frapuccino de frambuesa y al pagarle la señora se deprime mucho más. La miro y le pregunto: ¿Por qué no sonríe, si acabo de darle 5 dolares?
La mujer, como respuesta, me mira levantando una ceja y sin sonreír. Pero no me habla.
Salgo de Starbucks, y me siento al lado del señor pobre. Lo miro y le pregunto: ¿Usted es feliz?
- No- me contestó sonriendo.
- Odio las personas que usan su sonrisa para fingir estar feliz.
- ¿Eres feliz?
- Si.
- ¿Y donde está tu sonrisa?
- Sonreír y ser feliz son dos cosas distintas. Nunca me entenderá.
-Odio las personas que son felices y nunca sonrien- me responde sonriendo.
Y me doy cuenta que estoy sonriendo. Ese señor me sacó una sonrisa. Lo miro y le agradezco. Por fin lo entendí: hay que sonreír para hacer felices a los demás, si soy feliz y no sonrío, los demás no lo creerán. Si sonrío, todos notarán mi felicidad. Ese señor, al sonreír, muestra un poco de felicidad al recibir dinero, en cambio, la señora de Starbucks no sonríe por que no esta feliz por algún motivo.
Hay que sonreir para hacer felices a los demás.
