CAPITULO IX El ataque a la Mansión de las Glicinias (Parte 3)

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Sanemi sintió el temblor y trato de afianzarse de lo que pudo al momento que el cuerpo del demonio lo ataco brincando y cayendo sobre el joven, que logro detenerlo colocando su espada entre ambos, tomándola por ambos extremos mientras el demonio sin cabeza trataba de alcanzarlo con sus manos, repartiéndole arañazos que le llegaban a los brazos y la cara

- "¡Maldito demonio!... Ya no tiene cabeza y no da signos de desintegrarse... es como matarlo dos veces, ¿pero como carajos lo derrotó?" - el joven pensaba mientras forcejeaba contra aquel demonio y sentía el dolor en todo su cuerpo, el como con cada movimiento sus heridas se abrían aun mas y sangraban profusamente y ahora sentía como la mano con la que sostenía el filo de su espada cortaba su piel y dedos - "¡Maldita sea a este paso me quedare sin dedos! ¡Debo hacer algo ya!" -

Con sus piernas pateo al demonio y este cayo atrás, levantándose de inmediato y volviendo a atacarlo, pero ahora el joven empuño su espada

- ¡Octava postura: Primer corte. Vendaval! -

Un az de viento circular llego hasta el demonio y este se vio envuelto en el mismo a la par que varias heridas se abrían en su cuerpo haciendo que retrocediera, momento que aprovecho el joven para cambiar de postura

- ¡Novena postura: Tifón peligroso! -

Movió su espada y las ráfagas de viento se volvieron como cuchillas afiladas que desmembraron el cuerpo del demonio en medio de un torbellino sanguinolento, cayendo en pedazos que aun se movían. Sanemi salto y empuñando de nuevo su espada entre ambas manos, con el filo hacia abajo, entro en medio del remolino de cortes y apuñalo el torso del demonio que quedo estacado al suelo sin poder moverse con el peso del joven sobre el, agitándose en un intento vano por escapar y sacarse la espada al tiempo que sus brazos se regeneraban, el joven observó esto y saco de nuevo su espada apuñalándola nuevamente y las apéndices que crecían intentaban detenerlo yendo hacia su pecho, al lado izquierdo, como queriendo proteger esa área.

Sanemi se dio cuenta y dio una tercera puñalada al tiempo que giraba el filo dentro del cuerpo que se agito con violencia y las apéndices intentaron enredarse en la espada y subir por su cuerpo

Lirio PurpuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora