Janet llevaba varios años atrapada en el Reino Cuántico. Se había acostumbrado a su entorno y siendo la mujer fuerte e inteligente que siempre había sido, no le costaba mucho sobrevivir. Pero eso no quería decir que no extrañara a su familia todos los días. Sabía que nunca los volvería a ver. Se imaginaba a Hank estudiando todo lo que sabía sobre el Reino Cuántico, e imaginaba a Hope ahí, esperándola en la puerta, como todas las veces. Pero Janet ya no iba a volver, nunca más.
Un día cualquiera, mientras recolectaba agua, vio una nave estrellarse a la distancia. De inmediato tomó un arma y salió a investigar. Al acercarse, unas criaturas la atacaron. Ella intentó contraatacar y se deshizo de dos criaturas, pero la tecera la atacó y le quitó el arma. Justo cuando se la iban a comer, un rayo de luz de su arma mató a la criatura. Al voltear, Janet vio a un hombre y a un niño negros que parecían heridos ahí, en el suelo, el adulto con su arma.
Kang: ¿Dónde... estamos?
Janet los atendió y los ayudó a recuperarse. Cuando terminó, el muchacho, quien se presentó como Nathaniel Richards, le dijo que eran viajeros que se desviaron de curso y fueron a parar ahí. Su nave, la más avanzada tecnología que Janet había visto en su vida, parecía ser la clave para salir de ahí. Para sorpresa de Janet, aquellos viajeros le explicaron que no era una nave cualquiera, sino una nave para viajar por el multiverso.
Janet: ¿Esta nave nos llevará a casa?
Nathaniel: Te llevará adonde quieras.
Remolcaron la nave. Ellos estaban impresionado por la inteligencia de Janet, igual que ella de la suya. Janet nunca había conocido a alguien similar a ellos antes. Estaban tan... perdidos, como ella. Pero ahora tenían una oportunidad de salir.
Probaron durante meses con todo lo que tenían para recargar el núcleo de energía de la nave. Pero nada funcionaba. Aun así, los tres se sentían bien de tener a alguien con quien hablar. Un día, se pusieron a platicar de lo mucho que Janet extrañaba a su hija.
Janet: Ese día engañé a Hope. Le dije que volvería. Ha de estar esperando en la puerta. Preocupada por mamá. Fue lo último que hice, mentirle. Es que creí que tendría más tiempo.
Unas lágrimas corrieron por sus mejillas.
Kang: Eso te lo podemos dar. Tiempo.
Ella lo miro confundida.
Nathaniel: Tiene razón. No es lo que piensas que es. Es una jaula. Y hará lo que sea con tal de quebrarte. Y cuando te liberas de ella por fin te das cuenta de lo pequeña que siempre fue.
Janet no entendía lo que el viajero quería decirle. Aquello no tenía sentido. ¿Cómo alguien podía liberarse del tiempo? ¿Cómo era posible manipular el tiempo? Sus amigos la sacaron de sus preguntas.
Kang: Vamos a salir de aquí. Cuando ella abra la puerta, ahí vas a estar. Lo prometo.
Janet sonrió, agradecida.
Nathaniel: A trabajar.
Tardaron meses, años, pero funcionó al final, consiguieron revivir el núcleo.
Janet: Iremos a casa al fin.
Prepararon todo para el viaje. El adulto le había dicho a Janet que la nave era neurocinética. Estaba conectada a los pensamientos del hombre. Cuando Janet la tocó, pudo ver su mente. Y sintió todo lo que él había hecho: Mundos enteros, líneas del tiempo completas, las borró, como si jamás hubieran existido...
Janet quitó las manos, horrorizada. Ellos la vieron, con preocupación.
Nathaniel: Janet, ¿podemos irnos ahora?
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Jóvenes Vengadores: Viaje por el Reino Cuántico.
ActionSer América Chávez nunca ha sido tarea fácil. Menos ahora que es una ocupada estudiante de secundaria de tercer año, superheroína mundialmente famosa y la líder de un nuevo equipo de superhéroes, los Jóvenes Vengadores. A pesar de eso, América ha l...