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Estaba cansadisimo. No se daba una idea de cuánto tiempo extra había hecho esa tarde en el trabajo, pero ahora mismo estaba volviendo a las casi once de la noche a su casa. Y encima estaba lloviendo y él no traía paraguas.
Le faltaban a penas dos casas para llegar, pero desde esa distancia pudo escuchar llantos. Siguió avanzando con más rapidez y preocupación que nunca, no sé percató que de dónde venían los llantos era exactamente su casa. Una vez llegó a la puerta de agachó enseguida, notando un pequeño bulto entre frasaditas lilas dentro de una canasta.
Y de ahí venía el llanto.
La lluvia seguía y sin pensarlo mucho tomo a la pequeña bebé en sus brazos, con mantitas y todo, y abrió la puerta para entrar y que ella no sintiera frío. Se acercó al calorama rápido y con mucho cuidado destapó a la criatura, quitando las dos mantitas ya bastante mojadas por la lluvia y tirandolas sobre una silla que estaba cerca.
Seguía llorando y eso lo preocupo, no sabía que hacer. Fue corriendo con la nena en brazos al baño para buscar una toalla y secarla. No estaba muy mojada pero aún así podría resfriarse.
Después de cambiar a la nena, poniéndole una remera que le quedaba bastante grande pero que pertenecía a su sobrina y un pantaloncito con el mismo problema del talle que había dejado en su casa la vez que se quedó, Louis volvió cerca del calorama y saco su celular del bolsillo. La pequeña había parado de llorar hace un momento, y ahí pudo notar bien sus facciones.
Era una bebe muy linda y chiquita, no pasaba de los tres meses. Tenía el pelo rubio, al menos el poco que tenía, cachetitos regordetes y nariz pequeñita. Pero lo que más llamo su atención fueron sus ojitos, eran de un tono verde muy lindo y eso lo hizo sonreír.
Dejo de prestarle tanta atención y con un esfuerzo monumental logro marcar el número de uno de sus mejores amigos.
No paso mucho tiempo para que el otro atendiera, a pesar de la hora.
—¿Lou? ¿Todo bien? —consultó Zayn al otro lado de la línea, preocupado por la repentina llamada de su amigo —. No me contestaste los mensajes y ya es tarde...
—Perdón, no los ví —contesto con sinceridad el castaño —. Llegue hace como media hora a casa, salí tarde del trabajo y... —no logró terminar ya que nuevamente la bebé se había puesto a llorar.
—¿Eso es un bebé? ¿Con quién estás? —preguntó el moreno con preocupación. Cuando se trataba de Louis se volvía muy sobreprotector.
—Si, es una bebé y... Solo —respondió ambas preguntas —. Perdón, se había calmado pero necesitaba tu ayuda, vos sabés más del tema. ¿Que hago?
No sé le notaba en la voz, pero estaba desesperado por saber las respuestas.
A penas entendía cómo de un momento a otro se encontraba con un canasto (al que debería entrar pero anteriormente no pensó en eso) en el que había una bebé de menos de cinco meses en la puerta de su casa.
—¿Tenés alguna mamadera o algo así? Si mal no recuerdo Zallie había dejado una ahí la vez que se quedó —su amigo se guardo las preguntas para después y se dispuso a ayudar al ojiazul.
—Si, si —Louis, aún con la bebé en brazos, se dirigió a la cocina y saco de la alacena de los vasos la mamadera de la que hablaba su amigo —. Acá la tengo.
—Perfecto, pone la pava y deja que hierva. Mientras podrías poner leche líquida en la mema, pero primero lavala bien por las dudas —atendía a todo lo que su amigo le decía, haciendo algunos malabares porque la nena no dejaba de llorar y no la podía dejar por algun lado de la casa.
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Father | Larry Stylinson
Fanfiction• One Shot • Louis tenía su vida hecha y resuelta... Relativamente, tenía un buen trabajo, buenos amigos, estaba decidido a intentar algo con quien le gustaba, vivía solo en su propia casa, algo bastante inusual en un joven de su edad. Hasta que lle...