3) Terrorífico.

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—Quiero que me perdones por alejarme de ustedes.. en.. en aquel tiempo —comenzó con la vista fija en una pareja de amigos—. Pero, ¿Sabes? Ustedes seguían en el evangelio y yo solo era una impía más del montón y me sentía mal al estar al lado de ustedes que eran y son cristianos y la luz del mundo, qué, ¿Que pensarían los demás al verlos a ustedes con alguien como yo? —soltó una risita amarga—. Se que no se vería bien a la vista de muchos y más por mi reputación.

—No tienes que ser perfecta, y nadie lo es para juzgarte. Eso no eran motivos de alejarte de nosotros, siempre fuimos tres, ¿Recuerdas? No importa si somos o no, la amistad es lo que cuenta. Te entiendo, solemos ser criticados por personas que se creen perfectas, pero no debemos de darle mente a sus comentarios de mentes huecas, cuadradas o cerradas.

—No quería que sus reputaciones fuesen arruinadas por mí..

—Si sabes que Dios vino a buscar a las personas con necesidades, no a los sanos, entonces, ¿No estaría mal que te dejemos perder por no acercarnos a ti? Eres impía y nosotros Cristianos, pero como amigos tuyos te íbamos ayudar para que volvieras al camino. Nadie es perfecto, Ele.

—Gracias por escucharme..

—Siempre fuiste una amiga para mí, y me dolía que me evitarás y no me permitieras ayudarte a salir de el mundo, pero creo entender tu situación de aquel entonces... ¿Puedo preguntarte algo? —meneo la cabeza en afirmación—. ¿Estabas vacía? ¿Querías respuestas? ¿Las obtuvistes?

—Si, si las obtuve, pero no pude volver al evangelio por vergüenza, Esther, por lo que más quieras no te salgas del evangelio, por favor —fue como una puñalada a mi corazón; sin embargo, no puedo asegurar eso porque necesito las respuestas de mi vacío.

—Supongo que no puedo prometer nada —la dejé inconclusa y volví a patinar sin un rumbo fijo.

Esdras me vio, pero me dio mi espacio y con una mente ida me adentré a donde menos debía, no sé dónde estoy, solo sé que tome el camino diferente al normal.

Es un vecindario, estoy segura, pero la fachada da miedo, pero como me gusta el suspenso y el terror me adentre un poco más adentro.

El lugar es solitario y no hay ni un alma afuera de sus casas, no sé si es por la hora o porque, pero da escalofríos. El cielo esta levemente nublando dándole un aire terrorífico, y si, en definitiva tengo que dejar de ver cosas de terror.

Entonces entendí que he entrado al lugar prohibido por mi madre, el lado sur del Bronx, ¿Pero por qué esta tan solitario?

Un olor a cigarrillo hizo que un dolor punzante se haga presente en mi cabeza, ¡Odio todo tipo de humo! No puedo olerlos. Me iba a dar vueltas para ver de dónde proviene, pero no pude mover ni un músculo.

—Este lugar no es adecuado para ti, niña.

Esa voz ronca y indiferente atrás de mí me puso moca y mi cuerpo entero se tensó al igual que mi corazón empezó a latir desenfrenado, haciendo que los pelos se me pongan de puntas, ¿Y ahora que hago? ¡Date vuelta mija, date vuelta! Si. Es cierto.

—¿Acaso no escuchaste? ¿sentí como dio un paso hacia mí y mi cuerpo se tensó más, como si eso fuera posible—. Este lugar no es para personas como tú —susurró lentamente. ¿Gente como yo? ¡¿Como que gente como yo?!

Terminé de darme vuelta con el corazón en las manos y me quedé sin aliento. Frente a mí tengo a un chico mirando descaradamente mi cuerpo, y eso me enojó bastante mandando así el miedo a la "M" y me crucé de brazos, pero fue mala idea porque él alzó las cejas y fijó su mirada allí, pero gracias a Dios llevo la faja.

—Mi cara está aquí arriba, por si no te has fijado —dije bastante enojada.

En sus perfectos labios se formó una sonrisa torcidamente sexy, ¿Por qué estoy pensando en eso ahora? ¡Ay Dios!

IDEALES CORROMPIDOS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora