Cuenta conmigo 《Dreamity》

☙ Prólogo (1/3) ☙

[3 de agosto '23]

Narrador

Ahí estaba otra vez, un joven de cabello negro, en el lugar que más odiaba, pero donde más tiempo pasaba.

No era algo de su agrado o que pudiera evitar, lo intento, varias veces, aunque al final, siempre terminaba en esa no tan blanca habitación del hospital.

Las paredes pintadas con paisajes naturales, era lo que más le gustaba del lugar, la pequeña habitación también contenía una caja de juguetes para su entretenimiento.

Aunque creyó que al crecer le dejarían de interesar, se equivocó, era un chico hiperactivo, imaginativo y creativo.

Todo el hospital lo conocía, era un paciente regular, muchos lo querían, como no querer a tal pequeño joven, tan carismático y alegre.

A veces no sabía si era realmente esa su segunda casa, debido al hecho de pasar tanto tiempo en el lugar, conocer a todos, era lindo, pero al mismo tiempo, era horrible.

Su sistema inmunológico era débil, por lo que los resfriados eran frecuentes, así como cualquier otra enfermedad que pudiera contraer, esto no parecía tener fin.

El instituto se le hizo duro, casi último año, acumulaba muchas faltas, por suerte justificadas en su mayoría, de igual forma cuando faltaba, siempre entregaba la tarea en tiempo y forma, sus amigos le ayudaban y le explicaban lo que vieron en clase.

Vivía con su mejor amigo y otros tres chicos más, siempre hacían planes para estar con el menor, le ayudaban con la tarea y demás, más evitando hacer algo directa y únicamente por él, sabían las consecuencias del enojo del menor, se dividían las tareas de casa equitativamente, sin excepción a la regla.

Quackity no negaba que le agradaba y agradecía su compañía, pero se sentía culpable de tener que ocupar su tiempo con él.

Su autoestima de por sí era baja, pero lo compensaba con un enorme ego y enojo, lo que su mejor amigo llamaba "encanto", otros personalidad y su mayor enemigo le diría caprichoso, aunque entre éste último y el patito existe un respeto mutuo.

Su mejor enemigo en la escuela, Alexander, era como un hermano en el hospital, se encontraban casí siempre en su habitación, jugando a armar castillos de bloques, en destruir ciudades de plástico, en matar cada pequeño juguete que no tuviese padres.

Eran inseparables debido a su imaginación hiperactiva, Alexander había sido diagnosticado con el mal del Wither, hace ya unos años, no era una enfermedad curable, que reducía gravemente su tiempo de vida, pero a él no le preocupaba eso ya, él era feliz con lo que tenía, incluso con el tratamiento, las personas eran amables y hasta conoció al pequeño Alexis en el hospital, su mejor amigo.

Que ambos fueran a la misma escuela les pareció una asombrosa coincidencia, lo malo fue cuando se comenzaron a burlar del parecido de sus nombres, comenzando a confundirlos o reírse cuando llamaban a uno y ambos se volteaban a ver.

Eso hizo que tomarán medidas creativas dentro de la escuela, iniciando una guerra por el titulo, el nombre que ambos tenían, para que sólo el ganador pudiera mantenerlo convirtiéndose en enemigos.

Era divertido ver como convertían todo en competencia, incluso para los estudiantes y profesores, aunque a veces eso los llevaba a meterse en problemas al no ser conscientes del daño que podrían causar con sus acciones.

En una clase de naturales, hablaron de los animales que cada uno les gustaba más, al más joven le gustaban los patos y al mayor los cerdos, la profesora les castigo con un trabajo de investigación por gritar y pelear en el salón.