Estaba leyendo sobre la medicina y sus ramificaciones tranquilamente, hasta que sentí una mirada posada sobre mí, decidí mirar disimuladamente a la persona que me observaba, pero caí en cuenta que no había nadie -Tan joven y ya te estás imaginando cosas- me regañé a mi misma y volví con mi lectura.
Después de unos pocos segundos sonó la campana indicando que las clases ya deben comenzar, me levante de mi puesto en señal de saludo cuando la profesora ingresó al curso. Ella posó su mirada en mí, dio un largo suspiro e hizo una señal para que tomara asiento.
-Sabía que no iban a venir todos los alumnos, pero nunca me imaginé que llegara solo uno puntual- se sobó la sien tratando de relajarse un poco, y de nuevo me observó- Disculpe señorita, pero ¿Cuál es su nombre?-Me llamo Elizabeth Parnell, un placer- respondí mirando a la ventana del curso, y entonces vi un hermoso arbol en el campus, grande y lleno de vida, proporcionaba una gran sombra, perfecto para leer- ¿Me permite saber cuál es su nombre?- Le pregunté a la maestra que estaba revisando sus documentos, usaba unos lentes finos y su cabello castaño caía en torno a su rostro.
-Mi nombre es Lydia Ramos...- entonces dejó de hablar y miró hacia la puerta, entonces me percaté que habían varios alumnos detrás de ella- estas no son horas de llegar señores- dijo alzando la voz y dando a entender que estaba enojada, ninguno de los alumnos dijo una sola palabra, como si esperaran el veredicto de la profesora- Pasen y que sea la última vez.
Entonces entraron tantos alumnos que llenaron todo el curso, comprendí el motivo de su impuntualidad rápidamente: creyeron que al igual que en las fiestas es 'cool' llegar tarde y que lo mismo pasaba en la universidad, pues no idiotas no es lo mismo y no es nada genial.
Ignoré por completo a las personas que se encontraban a mi alrededor, hasta a la chica que se encontraba justo a mi lado, decidí centrarme en la explicación de la clase y a tomar apuntes, pues nada de lo que hacía el resto de las personas me importaba.
*Suena el timbre que marca el inicio del receso*
Me levanté de mi puesto, tomé mi manzana verde y me marché del salon con el libro de Harry Potter y la piedra filosofal. Aunque no conocía tan bien aquel lugar, ya sabía a dónde quería dirigirme, al lugar en donde se encontraba aquel árbol, fui caminando tranquilamente por los pasillos de aquel lugar hacia la salida, la verdad es que esa universidad era muy moderna, fue en ese momento en el que volví a sentir una mirada en mí, una mirada muy penetrante, me giré rapidamente a ver quién era aunque no lo reconociera, pero cómo iba a saber quién era si había un montón de gente a mi alrededor. Me sentí algo frustrada, así que decidí olvidarlo.
Yo me encontraba sentada a los pies de un gran arbol leyendo un fantástico libro, hasta que vi a una persona delante de mí, me sobresalté pues no había notado antes su prescencia, levanté mi mirada lentamente hacia la de aquella persona y ésta me dio una gran sonrisa en la que se le marcaban claramente sus oyuelos. Su cabello era rojo como el fuego y su tez demasiado blanca.
-¡Oye! - dijo ensanchando su sonrisa, y dio un paso más hacia mi dirección- ¿Cómo te llamas?- dijo casi gritando, no es por nada pero soy de esas personas que aman la serenidad y el silencio, por lo tanto el tono que empleó me resultó algo irritante. Tal vez, solo tal vez si bajo nuevamente mi mirada hacia el libro se marche, decido intentarlo y de pronto...-Te estoy hablando- dijo mucho más cerca de mí.
-Hola- dije algo cortante esperando que se diera cuenta y decida irse.
-¿Quiéres ser mi amiga? Me llamo Clarie- dijo algo esperanzada- ¿Qué dices?- dijo acercando demasiado su rostro al mío.
-¿Sabes? Me gusta tener espacio personal- respondí. Al parecer se percató de ello y se alejó un poco.
-Bueno pues lo tendrás, así que de ahora en adelante serás mi amiga- dijo dando un pequeño salto y me extendió la mano.
-Bueno pues yo no recuerdo haber dicho que sí...- dije murmurando como para que no escuchara
-¿Qué dijiste? Deberías hablar mas alto, es solo una recomendación- Clarie tomó mi mano y la estrechó con la suya- Bueno ahora es oficial, somos amigas- dijo soltando mi mano y alzando sua brazos en señal de victoria- Ahora que lo pienso solo me falta saber algo y es tu nombre... ¿Cuál es?
-Como si te lo fuera a decir- dije nuevamente a modo de susurro, pero al parecer si lo escuchó, Clarie frunció los labios, pero al segundo después le brillaron esos ojos negros, ya ni sé qué esperar de ella.
-¡Perfecto! Nuestro primer juego juntas como amigas, tu serás la chica que habla poco y de la que no se sabe casi nada de ella, y yo la detective que busca saber los secretos que ésta oculta-valla lío que se ha armado en la cabeza esta chica- Bueno y mi primer trabajo como detective es descubrir tu nombre, ¡Qué emocionante!- dijo dando saltitos y vueltas, parecía que necesitaba ayuda y cuanto antes mejor.
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¡Hola de nuevo! Me he demorado un poco, pero es que el colegio me está explotando como nunca, además de eso cuando ya estaba libre no me sentía tan inspirada, no sé si les gusta la historia pero demuéstrenmelo votando y comentando, eso me ayudaría mucho. Quiero saber qué opinan.Pregunta: ¿Qué edad me ponen según cómo escribo?
¿Qué opinan de Cloe, Clarie y Elizabeth?PD: Los que esperan romance, pues sigan esperando, nah mentira, muy pronto aparecerá :3
¡Ah! La imagen de multimedia es el color de cabello que me imagino en Clarie ¿les gusta? A mi en lo personal amo ese color.¡Nos leemos luego! ♡
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¿Enamorarme?
Novela JuvenilUna historia en la cual la protagonista sufrió mucho en la época de su infancia, quedó huerfana a muy temprana edad, actualmente sufre de ciertos traumas por los acontecimientos ocurridos en su pasado; ella tiene miedo de confiar en alguien y salir...