𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐀𝐥𝐩𝐡𝐚 [𝐋.𝐒]

𝐄𝐩í𝐥𝐨𝐠𝐨

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Era un día muy importante para la pareja, sus cachorros irán a su primer día de colegio.

Por su parte, Harry se sentía feliz y triste a la vez, ya no tendría que escuchar las risas de sus cachorros todo el día, ya no tendría que ver a sus lindos cachorros perseguirlo por toda la casa, jugando y riendo.

Ahora empezarían sus vidas como estudiantes, y ya no tendrían tiempo para jugar con su papi Hazz.

Y por su parte, Louis simplemente se sentía demasiado mal y depresivo. Era muy característico de los Omegas el sentirse así. Después de todo el apego con sus cachorros era demasiado grande.

Los Omegas siempre han sido protectores con sus cachorros, después de todo son su vida al igual que su Alfa.

Los Omegas suelen ser los más preocupados cuando sus cachorros comienzan a hacer sus propias vidas, sienten que ya no los necesitan. Y si es peor el rechazo de un Alfa. El de un cachorro era más doloroso.

Louis básicamente no quería dejar a sus cachorros irse al instituto. Aunque todo el camino Louis iba normal, ahora no quería dejar ir a sus hijos.

—Mamá, vamos a llegar tarde —Dijo Arthur tratando de soltarse del agarre de Louis.

—Si mamá, no nos hagas quedar así el primer día —Dijo Ares también intentando liberarse del agarre del Omega.

Los tres cachorros se removían incómodos por el extraño comportamiento de su mamá, mientras tanto, Harry no sabía que hacer.

Le parecía demasiado tierno lo preocupado que podía ser su Omega, como no hablaba y simplemente miraba la puerta del instituto como si fueran a un matadero.

Harry tampoco quería dejarlos ir, pero sabía que sus cachorros querían estudiar en un instituto, querían conocer personas y demostrar sus talentos.

Ares quería demostrar lo inteligente que era, después de todo siempre ha sido el más listo de los trillizos.

Arthur quería demostrar lo deportivo y enérgico que era, quería aplastar a sus hermanos en la clase de deportes.

Y Artemis simplemente quería ser el popular, quería presumir su belleza heredada de sus dos padres.

Los tres cachorros querían básicamente demostrar todo lo que podían dar. Y claro, presumir sus talentos en diferentes áreas para aplastar a sus hermanos.

Y Louis simplemente no podía aceptar el hecho de que sus tres hijos quisieran dejarlo solo. Si, aunque Louis trabajara, siempre iba con sus cachorros.

A dónde Louis fuera, sus cachorros iban con él. Al ojiazul le pareció demasiado doloroso ya no escuchar las voces de sus hijos en casi todo el día. No verlos con él en el estudio de danza e intentando imitar sus pasos de baile. El simplemente estaba resignado a no apartarse de ellos.

Los cachorros vieron a Harry, pidiéndole ayuda con la mirada. El rizado simplemente suspiró y tocó el hombro del Omega.

—Mi amor, creo que debemos dejar ir a los cachorros, ellos quieren llegar temprano —Dijo Harry con su voz calmada, jamás usaría su voz de mando sobre el Omega.

Louis simplemente comenzó a llorar, no quería dejarlos ir, pero sabía que ellos querían ser felices en el instituto.

El omega soltó a sus tres cachorros, estos simplemente corrían hacia la entrada mientras gritaban que amaban a sus padres y se despedían de estos.

Louis con una sonrisa triste vio a sus pequeños perderse entre el resto de niños y adolescentes que habían ahí, tenía miedo, tenía muchas inseguridades crecer en su ser.

—Mi amor —Harry acaricio la cabellera de su Omega.

—Ha-Hazza... —Dijo el Omega con pequeñas lágrimas retenidas en sus ojos.

Harry abrazó a su Omega, dejando que este llenará sus fosas nasales con su aroma. Aroma que el Alfa sabía que tranquilizaba al Omega.

Louis sabía que no tenía porque estar triste, sus cachorros serían felices, tendría más tiempo para hacer las cosas que quería y perfeccionar sus coreografías.

Pero sentía el vacío en su pecho, en su corazón, no quería tener lejos a sus cachorros.

—Mi bebé, ven cariño, vamos a casa y te voy a mimar todo el día —Dijo Harry cargando a Louis estilo nupcial.

Louis no decía nada y simplemente sollozaba, Harry subió al carro junto a Louis y le ordenó al chófer que los llevara a casa.

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Ya en casa, Harry se encargaba de cuidar a su pequeño Omega, aún seguía en una burbuja triste y deprimida. Pero Harry lo entendía por completo.

Sabía lo delicado y mal que estaba su Omega. Incluso Harry con la paciencia del mundo, construyó un nido para su Omega.

Ambos estaban dentro del nido, hecho con varias ropas de ambos y de sus cachorros. Louis sabía que el aroma de bebé de sus cachorros también solía mantenerlo calmado.

Harry repartía caricia y besitos por toda la carita triste del Omega, acariciaba con cuidado sus mejillas y limpiaba las lágrimas. Besaba su hermoso cabello al igual que lo acariciaba.

Louis básicamente estaba siendo nuevamente el bebé consentido de su alfa.

Y eso en cierto punto hacia feliz al Omega también, amaba recibir los cariños del Alfa, amaba sentir el aroma de su Alfa cerca. Amaba a Harry Styles, aquel Alfa que engendró a sus cachorros, aquel Alfa que entiende cada sentido del Omega, aquel Alfa que ama a Louis Tomlinson.

Louis lentamente fue cerrando sus ojos, no pudo dormir bien en la noche pensando en lo que haría en éste primer día sin sus cachorros. Pensó en varias cosas que no lo dejaron recuperar el sueño.

Y simplemente se dejó caer rendido a los brazos de su Alfa, quedando profundamente dormido en los fuertes brazos de Harry.

Harry simplemente sonrió y le dió un beso en la cabellera al Omega, tal vez este día no iría a trabajar.

Y al igual que Louis, cerró sus ojos y cayó dormido, aunque un Alfa no tomaría a tanto el asunto como el Omega. Harry también estaba triste porque sus cachorros ya no estarían todo el día.

Ahora un nuevo reto les espera a ambos, la vida sin sus pequeños cachorros en casa.

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