Quédate conmigo Duskwood Fanfic

1

El tiempo que había pasado en Duskwood había terminado.
Estaba cansada después de tantos interrogatorios, tanto de la policía, como del FBI.

Uno por uno, nos habían estado preguntando, ni si quiera nos habían dejado estar juntos para que pudiéramos inventarnos una historia en conjunto.
Pero ninguno dijimos la verdad. Al menos, eso es lo que creía.
Dentro de dos días tenía que regresar a trabajar, así que el único día que había podido estar con algún amigo de Duskwood, fue con Jessy, quien más necesitaba estar acompañada en estos momentos. Después de aquello, todo fue preguntas y más preguntas. La cabeza me dolía.

Empiezo a hacer la maleta, cuando recibo un mensaje. Más bien, una localización.
Y nada menos que el chat de Nymos.
El corazón se me acelera, no creyendo que fuera cierto.
No había tenido noticias de Jake desde aquél último mensaje, diciéndome 'Te amo'. No supe nada de él después de aquello. Ni quería hablar con nadie.
Esperaba algún mensaje de él, una palabra, un enigma, algo. Tampoco pude concentrarme en el trabajo por cada notificación que recibía.
Acababa siempre yendo al baño a llorar otra vez. Mis compañeros de trabajo no paraban de preguntarme qué era lo que me pasaba. Hasta que por fin viajé a Duskwood para poder aclarar lo sucedido. Sólo para empeorarlo.

Me quedo observando el mensaje. El cártel era una de las salidas de Duskwood, ¿Jake estaba allí esperando por mí?
Me había prometido que ya no le separarían de mí ¿Era posible? ¿Había sobrevivido a la mina?
Termino de hacer la maleta. Iba a ir preparada por si acaso era una falsa alarma, que quizás este estúpido programa había dejado de funcionar porque igual se había estropeado.
Sí, estaba bastante enfadada, llevaba sin dormir demasiado tiempo. No dormir y llorar. Era todo lo que hacía desde que no sabía nada de Jake.
Tenía que comprobarlo.

Miro en el mapa en el móvil a la salida cercana donde me indicaba.
Mientras me iba en el coche, me sorprendo que de repente hubiera más vigilancia e incluso unos agentes me pararon.
   — ¿Puedo ver su coche, señorita Connors?
   —Sí, claro.
    Bajo del coche abriendo la puerta de atrás y después el maletero.
Lo observan todo meticulosamente, sin dejarse ningún rincón sin mirar. Me molesta que incluso abrieran mi maleta ¿De verdad pensaban que tenía a Jake allí dentro?
   — ¿Es necesario? —pregunto, cerrándola con prisas.
   —Se nos ha informado de que le habían visto cerca al hacker—me contesta el agente.
   — ¿En serio? —muestro mi rostro impasible. No dando señal de sorpresa. O quizás, ni yo misma ya lo creía. No había recibido nada de él.
   —Sí, de ahí que tengamos más puestos de vigilancia por Duskwood.
   —Pero no me volverán a registrar de nuevo en la salida de Duskwood ¿Verdad?
   —No, usted tranquila, el perímetro de dónde se le ha visto no llega a tan lejos —me contesta, haciendo un gesto con su gorra—, además, creen que le han disparado, si es que no era más que un animal lo que llegaron a ver, así que no llegará muy lejos.
   —Menos mal —intento mantener la calma. Ojalá que no sea él—. Buena suerte en atraparlo —pongo mi mejor sonrisa, a pesar de no quererlo hacer. Mejor llevarse bien con ellos.
   —Que pase un buen día señorita y disculpa por todo lo que ha pasado —me sonríe, de manera encantadora—, debe de haber sido horrible ser manipulada.
   —Sí... Gracias. Vosotros también.
    Volví a entrar en el coche y miró por el retrovisor a los agentes bromear con el chico, diciendo un par de cosas como "que galán eres" o "¿Ligando en horas de trabajo?". Menos mal que me marchaba de allí.

Conduje y como me prometieron, no había nadie cerca del cartel de salida de Duskwood.
Aparco fuera de la carretera y miró a todas partes.
Bosque a un lado, bosque al otro. Pero ningún rastro de Jake.

Me apoyo en el coche, mirando el mensaje de Nymos. Después, el cartel de Duskwood.
Coloco el móvil a una distancia perfecta para ver qué era el mismo lugar. Fuerzo la vista para poder verlo bien cada pequeño detalle. Era el mismo lugar.
   —Estupendo, aquí no hay nadie —guardo el móvil en el bolsillo de mi chaqueta, intentando no alterarme más—. Sabía que era una pérdida de tiempo... O ya se habría puesto en contacto conmigo... —mi voz suena quebrada, a punto de llorar. No otra vez...