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Jimin apagó su teléfono y lo guardó en el bolsillo de su pantalón algo preocupado, ¿y si taehyung los había visto?. Miles de pensamientos comenzaron a inundar su mente, el y taehyung no eran de ocultarse cosas, se contaban hasta el más mínimo detalle, entonces, ¿porqué le estaba ocultando esto?.

Eran pasadas las 11 de la noche, las luces de los edificios y tiendas iluminaban la ciudad de manera magnífica.

El trayecto estaba siendo tranquilo, ninguno había hablado, pero no se sentía incómodo, sino todo lo contrario. Jungkook colocaba una mano en la pierna de Jimin mientras que con la otra manejaba.

Jimin miraba por la ventana con su mentón recargado en su palma, viendo como pasaban por tiendas lujosas, preguntándose aún más a donde se dirigían.

No conocía nada de la ciudad, era su primera vez, nunca había salido de Busan, no hasta que decidió estudiar en la escuela de artes de Seúl, desde entonces solo visita de vez en cuando a su madre en Busan.

Sentía curiosidad, de cómo las personas eran tan abiertas y expresivas, viendo que no les importaba nada. A diferencia de donde venía el, que eran todo lo contrario.

Estaba tan en sí mismo que no se había dado cuenta que el carro había dejado de moverse.

—Hey, ya llegamos minnie— Jungkook lo tomo de la barbilla para que lo mirara —¿en qué tanto pensabas?.

—Solo estaba tratando de adivinar a donde me trías.

—Entonces averígualo— Se bajo del auto para abrirle la puerta a Jimin mientras le extendía su mano.

Entonces Jimin presenció lo que muchas veces vio en películas. Un restaurante como los que había en la década de los 80s, con luces de neón adornando cada rincón y carros de aquella época como decoración. Jimin sonrió pasando su mirada por todo el lugar, pero sonrió aún más cuando escuchó la canción que estaba sonando. Una canción conocida de Madonna. Jungkook lo miro con una sonrisa al oírlo tararearla.

Entraron tomados de la mano, no habían muchas personas, la mayoría eran gente mayor o uno que otro joven.

Nadie les presto atención, cada quien estaba en lo suyo, entonces Jungkook se quitó su gorra y peinó su cabello hacia atrás mientras se bajaba su mascarilla. Jimin lo miro sorprendido y un poco asustado creyendo que lo reconocerían. Miro a todos lados y suspiro al ver que nadie le había tomado importancia, ni si quiera habían despegado sus miradas de sus platos.

—Es precioso, me encanta, ¿cómo supiste que amo esta época?.

—Solo lo intuí, ademas, a mi no me gusta mucho esta época— Jungkook giro su cuerpo hacia el omega y se fue acercando.

—oh, ¿porqué no?.

—Por que si estuviéramos en esa época, no podría hacer esto— Colocó sus manos en las mejillas de Jimin y lo acerco lo suficiente para juntar sus labios.

Se separaron con un beso tronado antes de caminar hasta una mesa y comenzar a pedir. La noche transcurría tranquila, ambos comían y hablaban de cualquier tema. Jimin aún seguía sin entender como nadie, ni si quiera los meseros habían reconocido a Jungkook.

Por primera vez desde que su carrera se impulso, podía disfrutar de comer si interrupciones, sin tener molestas cámaras encima preguntándole cosas sin sentido sobre su vida, sin personas acosándolo, sino solo el, como una persona más.

De pronto todas las personas dejaron de comer y giraron su atención hacia el medio del restaurante, donde estaban colocados dos micrófonos.

—Muy bien, demos un aplauso para esta hermosa pareja que nos cantará uno de los más grandes éxitos de los 80s en esta noche de karaoke!— Dijo uno de los meseros mientras todos comenzaban a aplaudir y aquella pareja joven de dos chicos se paraban de su mesa.

SUPERSTAR|| AU KOOKMIN  [EN EMISIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora