No debería ir allí, aún así sus pies se encontraron moviéndose en esa dirección.
La curiosidad era mala para él, siempre lo supo. Su padre le enseñó que el interés en cualquier persona u objeto era una muestra de debilidad. Odiaba ser débil, eso significaba que estaba en una posición de inferioridad. No llevar el control de la situación y moverse bajo los intereses de otras personas no era lo suyo. Así que aborrecía este comportamiento infantil, el cuál estaba haciendo en esos momentos.Se detuvo frente a la puerta. Por algún motivo no pudo avanzar más hacia allá, no tenía ni idea de por qué. Se sentía aprehensivo, eso le molestaba.
Cuando intentaba comprender la raíz de esa inestabilidad, la puerta se abrió de repente. Se sorprendió un poco de ver salir a su hermana de allí.—¿Qué hacías en la habitación de María Luisa? —cuestionó frunciendo el ceño.
Fabiola cerró la puerta a sus espaldas. Ni siquiera se inmutó ante el tono prepotente de su hermano mayor. Incluso Maximiliano era igual de insoportable y se trataba de su gemelo.
—Hola a ti también, querido hermano mayor—contestó con ligereza.
Rafael la fulminó con su mirada, ella no se amilanó bajo el peso de esta. No le intimidaba en lo absoluto el hombre delante suyo. Después de todos, era quien le leía cuentos para dormir en las noches cuando tenía pesadillas.
—Fabi—dijo irritado Rafael al no obtener la respuesta que quería. Realmente esa niña sería su perdición.
—María Luisa despertó. Creo que eso atrae mucho más tu atención —habló Fabiola enarcando una ceja mientras se cruzaba de brazos sonriendo.Rafael no negó o afirmó, sólo se quedó en silencio procesando sus palabras. Estaba pensando cómo debería actuar ante tal noticia. Le resultaba algo estúpido pero debía reconocerlo. Estaba expectante por conocer a la chica que logró evadir a los sicarios solamente con su perspicacia y astucia.
—Después hablaremos, tú y yo—declaró él mientras le señalaba.
Fabiola sólo se encogió de hombros con diversión.
Rafael pasó por su lado y abrió la puerta para entrar en la habitación. El sonido de esta al cerrarse, le advirtió que su hermano acababa de encontrarse con María Luisa. Pagaría por ver la cara de Marilú al darse cuenta de quien era su invitado.
Fabiola estaba realmente intrigada por lo que pasaría entre ambos. Intuía que la vida ya no sería tan aburrida en el Complejo.
El sonido de su teléfono interrumpió su flujo de pensamientos. Reconoció el número en la pantalla y deslizó su dedo en ella para tomar la llamada.—Te espero en la cabaña—la voz masculina penetró su oído provocando un espasmo en su cuerpo.
—Estaré ahí—colgó sin esperar confirmación de su parte.Fabiola apretó el móvil en su palma con fuerza. No pudo evitar echarle un vistazo a la puerta cerrada. Debería decírselo a Rafael, pero no lo haría. Ella resolvería esta cuestión por su propia cuenta.
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Lo primero que vio Rafael cuando entró a la habitación fue una espalda ligeramente encorvada. El cabello castaño oscuro cayendo en ondas sobre sus frágiles hombros.
La chica ni siquiera se percató de su presencia. Es como si estuviese atrapada en una burbuja de la cual no podía escapar.—¿Cómo demonios esto es posible? ¿Cómo rayos me convertí en ella?—las preguntas temblorosas llenas de confusión y miedo detuvieron su paso.
Podía ver lo asustada que estaba aún cuando no podía verla a la cara. Eso le molestó por algún motivo. Además estaba realmente curioso al respecto.
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🖤"Quiero ser La Bella de tu BESTIA"🖤 #PGP2023
Romance|DESCRIPCIÓN| Pensé que eran sueños, un escape a la realidad pero me equivocaba. Los sueños si se convierten en realidad. ESO ME OCURRIÓ A MI. Desperté en el cuerpo de María Luisa Santana, la joven y tímida mucama que trabajaba en la mansión de un...