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Con la poca cantidad de rocas que hizo Mikan en el transcurso de las horas, ni si quiera sabían las rocas. Entonces creó un Alice de superfuerza sin decirle a los guardias que tenían cautiva a Hotaru a pocos metros de donde se encontraba la castaña.

—Te tardas demasiado, me iré llevando estas rocas a la general Zarah— suspiró uno de los guardias.

Mikan rápidamente terminò el Alice de superfuerza.

—Entrégamelo para poder irme

Pero se pudo ver como el Alice entraba en el cuerpo de la castaña.

—Creo que es momento de que corras —exclamó Mikan, con la garganta agridulce después de ver a su amiga toda golpeada.

—Maldita sea, dispárenle.

La castaña fácilmente pudo esquivar las balas ya que anteriormente hizo un fragmento de un Alice de rapidez.

Empezò por derrotarlos uno por uno, no podía controlar su ira hasta que escucho como resoban en la habitación unas cadenas.

—Detente, Mikan. Tenemos que irnos.

—Lo sé, Hotaru. Pero me duele verte así —un par de gotas cayeron de la mejilla de la castaña. Hotaru era una persona muy importante para ella, era su primera amiga y como una hermana. Sino la buscó antes fue porque no sabía que la tenían cautiva, se encontraba en diferentes misiones, la culpa hacia que su piel quemara.

—Tranquila vámonos. —la abrazó, y pudo sentir como su corazón latía por estar otra vez juntas.

—Espera creo que su ropa podría ayudarnos a salir de aquí.

Después de vestirse como los guardias, en una mochila llevaban los Alice que Mikan había creado durante esas horas, era algo pesada pero ella no iba a dejar ni si quiera una migaja de algo que ellos podían usar para lastimar a uno a ellos.

—Escuchame, Hotaru. ¿Crees que puedas crear un dispositivo para comunicarnos con Persona? —preguntó, Mikan. Sinceramente ella no quería pedirle nada porque se sentía horrible, pero esa podría ser una buena oportunidad para pedir refuerzos.

—De hecho, hay una sala por esta zona donde he estado creando cosas en secreto para poder comunicarme. Solo que la tenia escondida porque me tenían vigilada todo el tiempo. —confesó.

—Bien, vamos.

Ambas corrieron hasta llegar a la sola, por buena suerte no se encontraba nadie vigilando entonces Hotaru le mostró un artefacto que parecía un simple juguete, pero se abrió en dos y se pudo visualizar una pantalla.

—Creo que estamos afuera de la ciudad asi que puede ser que no tengamos señal. —comentó Mikan.

—No te preocupes, eso no es nada a comparación de esto.

De la nada un pequeño robot se formó de ese diminuto juguete.

—Hola, soy Bob. A sus órdenes señorita Horaru. —extendió una mano a su pecho como haciendo una reverencia a su creadora.

—Vaya, siempre me ha impresionado tus robots. Espero que este no tenga un cañonazo como en los viejos tiempos. —mencionó Mikan, recordando como en la Academia Hotaru siempre tenía un Baka 1000.

Después de idear un plan para poder escapar. Donde era dirigirse a lo mas alto del edificio y que Bob pudiera mandar una señal de auxilio.

—Entonces vamos, pero antes —Mikan cogió uno de los los Alice's que creó el de protección y se dio a Hotaru. —: no quiero que esto te vuelva a pasar.

Hotaru acarició su mejilla y dijo —Estamos bien, cuando salgamos de aquí te daré con mi Baka 1000.

Ambas rieron después de un conmovedor abrazo y a la cuenta de tres estaban listas para iniciar con la masacre.

Deseo [Gakuen Alice]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora