Blessing Or Curse?

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Pov autora

En la avitacion de aquel hospital se encontraban izuku y aizawa cada uno sumido en su mundo, ambos ya avian desayunado y sólo esperavan la llegada de sus familiares. El pecoso rememoraba los acontecimientos del día anterior, oyendo uno que otro comentario de los vestigios.

{-es encerio como demonios no sentiste cuando ¡tu! Brazo se quebró!-espeto Nana molesta por su imprudencia.

-senti sólo un ardor y el ruido de algo pero no crei que fuera mi brazo-se defendio apenado- aunque creo que la recistencia que acumule durante estos años fue la causante -murmuró en un tono pensativo.

- dime que es broma-se quejo three dandoce un face palm.

Los demás negaron con la cabesa el chico no tenía solusion.}

El chico salio de sus pensamientos al oír un carraspeo proveniente de aizawa, volteo a ver a su maestro intrigado tarareo dando a entender que lo oía, ya que el mayor no podía verlo por las vendas.

-tenía mis sospechas sobre ustedes, pero luego de aquellas palabras lo confirmé, de verdad en que estavan pensando al saltar así al peligro -negó con la cabeza, su vos tenia un tono aliviado.

-no dicen que 'ay un medio para un fin' este fue el caso, nosotros teniamos un objetivo -explicó con calma y seriedad- aunque no todo salio como esperavamos, pero pudimos lograr algo -dijo divertido riendo al ver a su profesor negar con divercion.

Luego de unas hora llego Mic vestido con ropa normal, su cabello estava en un moño desordonado y llevava un par de gafas de media montura rojas, el hombre saludo a ambos y les pregunto cómo se sentian, recibiendo una afirmación de ambos. Unos minutos después llegaron los amigos del pecoso junto al detective, charlaron un momento asta que tsukauchi les entrego una computadora portátil, en la pantalla de esta se veian dos mujeres una pelinegra con mechas rojas y ojos del mismo color, la segunda mujer era peliverde oscuro con ojos verdes amarillentos.

- hablen con ellas -le indico mientras se alejava y cerraba las cortinas al rededor de la cama, para darles privacidad.

El detective se acerco a los maestros al otro lado de la avitacion y tomo asiento al otro lado de la cama.

-se que tienen preguntas y las respondere asta cierto punto, ya que hay cosas que ellos deven contarlas por su cuenta -ambos aceptaron sin quejas.

-podrias contarnos cual es la situacion de los pequeños -pidio hizashi sosteniendo la mano de aizawa. El contrario acepto.

-los conosco desde que eran unos niños, desde muy corta edad tuvieron problemas en casa y pasaron por mucho apoyandoce el uno al otro -comenzó dando un suspiró- shinso estaba en un orfanato asta que sus madres lo adoptaron, Bakugo sufre por la presión que su madre ejerce para que sea el mejor de lo contrario es castigado -comento apretando sus manos- por otro lado izuku desde los cinco años se a vuelto independiente, su madre lo ignoraba y sólo le dejava dinero para la despensa, su padre nunca dio pistas por lo que se cree que los abandonó, su tia pidio su custodia pero su madre lo nego y sólo pudo ayudarlo desde lejos, en ese tiempo me ofreci para ayudarlo y ser su apoyo pero aún no era suficiente -vio con cariño y dolor Asia donde estavan los adolecentes- cuando decidieron ser vigilantes los apoye al igual que sus tias, una de ellas es dueña de una empresa de artículos de apoyo para heroes, ella les envía sus armas y adictamentos -explico viendo un mar de emociones surcar los ojos de hizashi, creyó que aizawa estava igual ya que preciono más la mano de su esposo.

-que ocurrira luego de todo esto-pregunto aizawa con su tono monotono.

-sus tias comensaron una demanda en contra de su madre, con su declaracion entre otras evidencias probablemente termine en el sistema -detuvo al rubio cuando iva a refutar- sus tias respetan su sueño, pero si toman su custodia devera abandonar sus estudios ya que viven lejos de aqui, por lo que han decidido cederla si aparcese alguien que demuestre que lo protegera y brindara lo que se merece -avia oido al rubio decir que le gustaria tener un hijo, como tambien oyó los murmullos de Eracer sobre el tema. Sabia que no habria lugar más seguro que con ambos adultos.