Wei Wuxian vuelve de la universidad y encuentra en su maleta una caja metálica de chocolates. Cuando la abre ve que hay una nota...
"Desearía tener a alguien con quién hablar
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- "Wei Ying" - Escuchó a su espalda, volteó la cabeza sabiendo el dueño de esa voz. Sintió sus mejillas rojas pero aún así sonrió.
- "¡Hola Wangji!" - Aún recordaba lo que sucedió el sábado por lo que no sabía cómo actuar frente a él, así que decidió actuar como siempre y esperar la reacción del otro.
- "¿Desayunaste?" - El segundo jade se sentó al lado de Wei Wuxian
- "Ja ja, aún no... me desperté tarde que no pude desayunar" - Dijo mirando a un lado, sabía que el otro lo iba a regañar por no cuidar apropiadamente de él y no comer a las horas que eran.
- "Tampoco pude traerme la caja de chocolates" - Pensó. Escuchó un suspiro de parte del otro.
- "Bien. Te acompañaré a la cafetería después de la clase." - Sonrió feliz por la propuesta que el mayor le había hecho.
- "Aiya, A-Ji, qué lindo, definitivamente serías un buen esposo cuidando de tu amante" - Intentó probar su suerte mencionando algo parecido a lo del sábado para ver su reacción. Al no recibir ninguna respuesta del Lan menor sino solo un rubor en la punta de sus orejas se echó a reír.
Estaba agradecido de que el ambiente fuera el de todos los días.
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En la noche llegó junto a su hermano a la casa. Habían parado a comprar helados en una tienda de conveniencia por lo que en ese momento estaban jugando en el cuarto del de ojos morados. A pesar de estar ocupados con la universidad y actividades del club les gustaba darse un tiempo para ellos y jugar o ver películas juntos.
- "Y... ChengCheng, qué tal tus días?" - Empezó una nueva conversación mientras movía su ficha del tablero.
- "No me digas así, además, qué quieres que te diga? Han sido iguales" - Soltó los dados y cogió su ficha. Había caído en la casilla de "Lotería campanita"
Puso los codos sobre la mesa y la barbilla en sus manos mirándolo fijamente - "Pues yo lo último que supe de ti fue que te habías dado un beso con el joven Lan" - Vio que su hermano derrumbó la torre de cartas cuando cogió la suya.
- "¿QUÉ?" -
- "¿Qué dice la carta?" - Preguntó
- "Que dejes de ser un metido y me des 2000" - Volvió a construir la torre de cartas poniendo la que había cogido antes abajo.
- "Mmm... Que raro, la ves pasada solo decía que te diera 2000" - Cogió billetes del banco y le dio el billete verde.
El cuarto se quedó en silencio de nuevo dejando solo la música de fondo que habían puesto al inicio. Se escuchó el sorbo de Jiang Cheng del té de hierbabuena.
