Wei Wuxian vuelve de la universidad y encuentra en su maleta una caja metálica de chocolates. Cuando la abre ve que hay una nota...
"Desearía tener a alguien con quién hablar
...
(La imagen multimedia es uno de mis momentos favoritos en el manhua)
Hola a todos de nuevo ^^
Voy a subir dos extras (incluyendo este) para poder terminar la historia.
Aunque ninguno de estos está relacionado con el manga "Samishigariya no Love Letter".
Sin más que agregar espero disfruten los extras
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Era un día nuevo para el segundo maestro Lan, para todos sería uno más en su rutina. Levantarse temprano, meditar, alistarse, comer y después hacer lo que quiera en el tiempo libre esperando que sea hora para ir a la universidad. Estaba en 3er trimestre de la universidad, que, por cierto, era propiedad de su familia. Pero dejando de lado todo eso, él estaba emocionado ese día.
La razón de su emoción era simple, había esperado mucho tiempo para poder entregar esa caja de chocolates a la persona que tanto había esperado. Esperó 3 largos años para poder encontrarlo, y cuando lo hizo se enamoró con la primera sonrisa que le dedicó. Wei Wuxian de cortesía, Wei Ying de nacimiento, o también conocido como su futuro esposo, solo faltaban detalles para poder dejar de nombrarlo "futuro". Juró cuidarlo y hacerlo sonreír lo más que pudiera. En parte agradecía que el otro hablara bastante pues él mismo no era una persona de muchas palabras.
Volviendo al tema, después de hacer su rutina limpió la caja metálica de nuevo y se aseguró de que estuviera en buen estado. Lo guardó con cuidado en su maleta y se sentó esperando a que fuera la hora de irse.
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En la universidad se la pasó todo el día con el ojigris, y aún así vio casi imposible el poner la caja de chocolates en la maleta del otro, la llevaba a todas partes, y cuando estaba con su maleta a su lado estaba Jiang Cheng, Nie Huaisang o los hermanos Wen. Se iba a rendir hasta que encontró la oportunidad cuando todos tuvieron que ir al baño. Se ofreció de sostener las cosas y así aprovechar el momento y meter la caja. Y así fue, no iba a mentir, él también necesitaba entrar al baño, pero le era más importante entregar esa caja metálica.
Puede que tuviera que esperar a llegar a su casa, pero había completado su misión del día.
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El de ojos dorados estaba esperando pacientemente a que fueran las 9. ÉL recordaba perfectamente todas las promesas que le había hecho su él del pasado a Wei Ying, y agradecía ese talento pues así podría cumplirlas. Faltaban 4 minutos para las 9 y él ya estaba al lado del teléfono de su tío.
