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En aquella ocasión, Taehyung había aprovechado cada oportunidad para arreglar a Jimin, peinaba su cabello una y otra vez mientras el retocaba su maquillaje, hacia el nudo de su corbata y se distraía cada vez que le daba un pico y se distraía, plancho su traje y hasta le escogió las calcetas.
— Ya parece ritual
— Ve al baño — Taehyung lo mando y Jimin solo atino a exagerar la reacción confundida — ¿Para...?
— Ve antes de irte, para que los nervios no te traicionen.
El buen augurio de Taehyung dependía en prevenir cualquier cosa y Jimin sin remedio se levanto para atender la petición, mientras el seguia arreglandose a si mismo en el espejo cuando salió del sanitario
No lo iba a negar, se veía decente, se veía de plata y el a penas traía para la chela
— Eres mi orgullo más grande — Taehyung acomodo su traje una vez más solo para manosearlo cuando se estaba viendo am espejo
Jimin se dejó, claramente pero las palabras lo obligaron a cubrirse la boca arruinando la perfección del traje cuando se dio media vuelta.
— ¡Voy a llorar y me voy a ver feo en las fotos! Ya no me digas nada. — Jimin alegó, aun dejándose hacer piojito por Taehyung que no dejaba de toquetearlo de aquí a allá, limpiando su traje de pequeñas motitas, arreglando su cabello, todo para que luciera impecable
— Así cuando me case contigo diga, ahí viene mi marido el ingeniero — Taehyung amarro su corbata en el cuello del pelinegro una última vez mientras lo escuchaba reír. — Pero soy arquitecto. — Y Taehyung soltó un jadeo admirado
— Por eso digo, mi esposo el arquitecto
— Te ves tan lindo con es traje — Taehyung admiro su trabajo bien hecho en Jimin quien sonrío al verse en el espejo igual que un pinguino camarero, desde el espejo conecto su mirada con el azabache. — Deberías verme sin el —
Y luego sintió un zape en su cabello bien peinado — Estate quieto —
Ambos dirigidos a aquel salón donde presentarían a los recién graduados, Jimin aun sentía más nervios de saber que su suegro vendría a verlo que el hecho de que luego de cinco largos y tediosos años había culminado la carrera
Yo también quieroo
— ¿No vas a venir conmigo? — Jimin jalo su mano cuando se dio cuenta que no había un lugar para el, dos de sus largos dedos dejaron atrás un par de cabellos detrás de su oreja
— Soy invitado, Minnie, el graduando eres tu, mi bebé, tu sólito con una medalla y un trozo de papel — El rubio rodó los ojos. — Demasiado estrés solo para estrechar mi mano con un viejo que ni conozco —
