Capítulo 1

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La mañana había llegado, el sol iluminaba toda la habitación, y sus rayos molestaron los ojos de la pequeña hada los cuales se abrieron lentamente mientras se quejaba un poco

-que molesto- se queja mientras tenía pequeño puchero -quiero seguir durmiendo

Lamentablemente para ella aquello no era posible, puesto que tenía varias tareas que realizar, y al intentar levantarse de la cama algo se lo impidió

Sorprendida bajo la mirada solo para darse cuenta que dos brazos se lo impedían, el más ligero movimiento de ella hiso que estos la abrazaran con un poco más de fuerza, como si no quisiera que se apartara de su lado

Aquello era una sensación agradable, no lo aceptaría, pero despertar de esa forma era algo que la hacía sentir extrañamente feliz, y girando suavemente, sin importarle sus pechos expuestos, lo vio a él, aquella persona el cual la estaba reteniendo egoístamente

Bell cranel se encontraba durmiendo tranquilamente, tan tranquilo que parecía un niño ante los ojos de lefiya, pese a estar enamorada de ais nunca negó que aquel joven aventurero le resultaba medianamente apuesto

Los minutos pasaron y aquella cálida sensación tenía que terminar, intento soltarse, de liberarse de aquellos fuertes brazos, pero solo consiguió despertar a su compañero el cual lo primero que hizo al ver el rostro de la joven elfa fue volver a reclamar sus labios

Aquel beso duro unos cuantos segundos, el choque de sus lenguas había vuelto a dar inicio, reclamando sus labios como su territorio, los pequeños gemidos eran silenciados por sus constantes ataques

-e-espera...- reclamo lefiya, pero solo consiguió que aquel joven volviera a tomar sus labios

Era un ataque sin piedad, nada mas al despertar, sin importarle nada mas que su deseo egoísta, lefiya quería detenerlo, quería decir su nombre, pero no pudo y fue peor cuando bell la nombro

-ais-san...- continuando con aquel beso

La joven elfa debería estar enojada, era lo normal ¿no?

La persona con la que te estas besando tan apasionadamente acaba de decir el nombre de otra mujer sin ningún problema... pero no podía

-señorita ais...- pensaba lefiya dejándose llevar por sus deseos

¿Cómo podía ella enojarse con bell si hacia lo mismo?

Ninguno pensaba en el otro, su juramento se lo impedía, aquella mentira, aquel engaño autoinfligido solo era una excusa para aliviar su corazón, después de todo ellos solo son... un simple remplazo

Luego de otros segundos se separaron, lentamente mientras aún estaban conectados con un fino hilo de saliva, el pecho de lefiya se agitaba, su respiración irregular hacía de sus pechos expuestos subieran y bajaran constantemente mientras sus pequeños y rosados pezones se encontraban duros ante tal acto muy similar al que habían realizado hace algunas horas

Sus mejillas presentaban un tierno sonrojo, mientras ella lentamente recuperaba el aliento, para bell era un lindo espectáculo, pese a querer tenerlo con alguien más, aun así, él fue el primero en hablar

-buenos días lefiya-san

-¿aun me llamaras con el "san"?- limpiándose la saliva de sus labios mientras se intentaba levantar de la cama sin impórtale mostrarle todo su cuerpo a el -¿después de todo lo que hemos hecho, y de la cosa pegajosa que me hiciste beber ayer?

-lo s-siento...- respondió bell con un pequeño sonrojo en su rostro

-te perdono, pero antes de eso pásame algo con que cubrirme- cubriendo sus pechos torpemente, pero aun dejando a la vista algunas marcas de mordidas -aun hace algo de frio

Nuevos sentimientos [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora