Capítulo 10: " Tus Debilidades"

43 3 0
                                    

Joseph Desaulniers

Desperté y me di cuenta de que Aesop se había levantado, al salir de la habitación me di cuenta de que no estaba en la casa, no vuelvo a dormir en las tardes, es una maluquera, vi que el cielo estaba nublado, temía de que Aesop no regresara pronto a casa, el carro está aquí, y las dos sombrillas también, ojala alcance a llegar... escuché los truenos y me quedé en la ventana a esperar a que llegara, y apenas vi como corría abrí la puerta, le abrí y llegó mojado de pies a cabeza.

Joseph: Amor, ¿cómo se te ocurre salir sin sombrilla?- lo llevé a la tina y le di un baño, su piel estaba helada, y cada vez que le echaba a gua caliente es como si no resultara, le puse la pijama en el baño y lo llevé a la cama corriendo para que no le diera frío.

Aesop: Joseph, estoy bien, no es nada- se ve bien, pero no sé, no tengo la confianza como para dejar de cuidarlo.

Joseph: De acuerdo, pero no bajaré la guardia- le serví té caliente para evitar cualquier cosa, y le puse cuidado en todo el rato, actuaba normal y estaba despierto, no parecía tener dolor o algo, pero estoy seguro de que algo no está bien...tal vez si espero a mañana las cosas mejoren...

Al día siguiente...

Desperté y Aesop no estaba, dudé igual que ayer y me puse de pie, al entrar a su cuarto de costura, caminaba tan despacio que parecía en cámara lenta, tenía su tapabocas puesto, pero no es de los de adorno que suele usar, es uno normal, y cuando empezó a toser, supe que mis sospechas se confirmaron.

Joseph: Aesop- lo sostuve de los hombros y sentí como recargó su peso sobre mí- vamos a la cama, no estás en condiciones de trabajar.

Aesop: No iba a trabajar- apenas sentí sus manos sobre las mías, lo sentí tan débil que me asusté- solo estoy guardando, me quiero tomar unas vacaciones- recostó su cabeza en mi pecho, pobrecito...

Joseph: Si quieres yo organizo, pero vas a descansar, estás enfermo- le toqué la frente y está hirviendo- jmm, no sé cómo pudiste levantarte, tienes fiebre- lo cargué a la habitación y lo dejé en la cama, terminé de acomodar rápido el cuarto y fui a la cocina por los medicamentos- vamos a ver- me senté en la cama y empecé a mirarlos todos- este es para la tos, una cucharada- y se la di de una vez- y este para la fiebre, que toca con la jeringa, tranquilo, sin la aguja- se río y saqué...si es de cinco en cinco....hasta el 10 y se la di- perfecto, el acetaminofén solo será para el dolor de cabeza y ya veré bien si tenemos vitaminas.

Aesop: No es necesario Joseph, voy a estar bien- estornudó y se tapó la nariz, le saqué una caja de pañuelos y se sonó- gracias.

Joseph: Y te digo que si es necesario- le acaricié la cabeza- Aesop me preocupo por tí, más de lo que me preocupo por mí, y créeme que no es agradable ver a la persona que amo de esta forma- le acaricié la mejilla.

Aesop: Esta bien, me quedaré aquí- besé su frente y le hice compañía...

Aesop Carl

Me quedé acostado en su hombro y dejé que me consintiera, no estoy muy acostumbrado a estar así, por lo general siempre suelo luchar por mis sueños, así sea que esté como hoy, enfermo, pero no sabía que con Joseph las cosas serían un poco diferentes, me cuido a mí mismo, pero no me gusta sentirme débil...

Cuando Joseph se durmió, pensé en traer más té de la cocina, me puse de píe con mucho cuidado y fui a la cocina, como la olleta o tetera, aún estaba caliente, acerqué un poco las manos y las dejé ahí, como su fuera fuego, y después me serví un poco, pero me dio un ataque de tos y...

Joseph: ¡Amor!- el agua me cayó encima- mi vida, ¿por qué no me despertaste?

Aesop: Estabas cómodo y no quería incomodarte, además el agua no está tan caliente- me serví, le serví y me llevó a la habitación a cambiarme la camiseta- lo siento, solo mo me gusta sentirme débil e inservible- a veces soy muy duro conmigo mismo.

Joseph: No digas eso, estar enfermo no es dejar de ser alguien Aesop- me acarició las mejillas y lo miré- estar enfermo no es un crimen, no es tan malo, solo debes hacer una cosa- lo miré esperando su respuesta- cuidarte mucho, mucho- me abrazó y me espichó con cuidado.

Me reí y lo abracé también, me siento mejor, un poco. En los días que pasaron me quedé quieto, me gusta que me diera los medicamentos...además intenté darme el de la fiebre y me pasé por tres milímetros y me la pasé durmiendo todo un día, fue horrible, así que Joseph se asegura de que tenga mis manos fuera de los medicamentos, pero me deja tomar vitaminas, muchas vitaminas, creo que jamás me había gustado estar enfermo.

Hasta el próximo capítulo....

Hidden LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora