Capítulo 17: " Mi Vida, No la Tuya"

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Claude Desaulniers

Al ver que Aesop no mejoraba , me estresé más de lo normal, y mi hermano no dice nada, así que tomaré esto en mis propias manos, al asegurarme de que Aesop estaba dormido, salí a comprar un medicamento que conozco, es muy fuerte, pero pensé que sería lo mejor, además Aesop se la pasa en la cama todo el día y no me siento en un ambiente cómodo, siento como si me ocultara algo, pero es imposible porque el día que me lo llevé estaba perfectamente bien, y dudo que Joseph le haya hecho algo porque en el tiempo que aún estaba sano, se veía que sabía como hacer las cosas, lo único que me desagrada es que agarró ciertas costumbres de Joseph.

Al estar en la farmacia vi el medicamento y me alertaron de todo, Aesop no tiene reacciones alérgicas a nada, lo sé del día que nos conocimos,  no sufre de enfermedades fuertes o algo parecido y no está embarazado, me reí en la última, si claro, como si mi hermano pudiera tener un heredero, eso está mejor que lo que le hacía cuando éramos jóvenes, de camino sentí algo extraño que no me daba buena espina, sentí ganas de llegar a casa... le hice caso a mi instinto..

Claude: ¿Aesop?- la casa se siente sola, dejé el medicamento y corrí a la habitación, él ya no estaba- ¡Aesop!- corrí por toda la casa buscándolo, no puede ser, pero es imposible, miré en mi oficina y su teléfono ya no estaba, sonó el mío y contesté.

Joseph: ¿Qué se tiente que tus planes no hayan funcionado?- apreté los puños- y veo que no sabes cuidarlo, ¿cómo te atreves a dejarlo así de enfermo?, pero bueno....sé tu ubicación, así que disfruta tus segundos de libertad antes de mandarte a la cárcel maldito- no se va a quedar así... yo también se donde vives hermano~

Aesop Carl

Una vez que se fue me puse de píe, sigo enfermo, pero puedo moverme por la casa, me bañé y hoy me dio por ponerme mi ropa, la que tenía cuando vine, y me di cuenta de que mi bebé ya se nota, menos mal la camiseta es larga, pero es hermoso, escuché ruidos que venían de una de las habitaciones, me puse de pie y eran de su oficina, esperé un momento y cuando abrí la puerta dos personitas que conozco...

Aesop: ¡Naib!, ¡Eli!- me miraron e inmediatamente se pararon del piso y me abrazaron.

Naib y Eli: ¡Aesop!- me soltaron y Naib me acercó más a él.

Naib: Debilidad en extremidades, fiebre de posible 39°....- y miró mi vientre- ¡Y pancita de cuatro meses!, ese idiota no te sabe cuidar, nos vamos a mi consultorio, ¡pero ya!- recogí mi teléfono y Naib conducía como loco, pensaba en calmarlo pero Eli me dijo que no con la cabeza.

Llegamos al hospital, me dejaron en la cama y Eli estaba como acompañante, veía como Naib iba y venía, me hizo primero la ecografía después de que logró bajar mi fiebre, pero debo admitir...nunca lo había visto tan enojado desde que éramos pequeños, y veo que ser enfermero lo dejó peor.

Naib: ¡Quítense maldita sea, hay un paciente que necesita toda mi atención, Y NO TENGO TIEMPO PARA PERDER EL TIEMPO!- me aferré a Eli como si me fueran a sacar sangre- la foto de la ecografía saldrá en un momento, mientras...- me tomó síntomas de todo..- ya estás mejorando, descansa un rato- y se volvió a ir.

Aesop: Nunca me lo imaginé tan ocupado- y tan malhumorado- pero es lindo que se preocupe por mí. 

En poco tiempo todos mis amigos llegaron, Mary y Michiko entraron primero, me saludaron y Michiko me dio un regalo, Mary tampoco sabía por la cara que hizo cuando me lo dio, lo abrí y era un overol pequeño...que adorable..

Michiko: No sé si es él o ella, pero sea lo que sea, le va a quedar- la abracé, hasta sus palabras hicieron que mi corazón latiera.

Aesop: Gracias Michiko- ellas se quedaron un rato y después solo Eli y yo, miré el regalo y con cuidado lo guardé.

Después de comer gelatina, ya que la sopa que no tienen sabor no me la quise comer, Joseph abrió la puerta, y apenas me vio me abrazó, detrás de él vino Jack y Hastur, pero el buen ambiente se rompió al escuchar unos gritos alarmados...

Naib: ¡¿ POR QUÉ LA IMAGEN SE TARDA TANTO?¡, ¡quiero mis resultados de exámenes!, ¡ dígale a esa enfermera que se ponga a trabajar, no estamos en un evento social para que no haga nada!-  todos teníamos una expresión de horror, menos Jack.

Jack: Descuiden, vengo preparado para este tipo se situaciones- sacó de su maleta muchos dulces, entre esos de esas bebidas dulces que vienen en botellas pequeñas de plástico, que bellos recuerdos de la infancia, son sus favoritos.

Hastur: ¿Siempre se la pasa gritando así?

Jack: Solo cuando está estresado, además se trata de su amigo- me acarició la cabeza- se vuelve impaciente y quiere todo para ya, pero cuando se calma se disculpa con todos, además su equipo lo quiere mucho y saben que cuando actúa así es por ese alguien especial, así que saben trabajar rápido- en poco tiempo llegó.

Naib: Aquí está la foto- Aesop la tomó y Joseph prestó atención- milagrosamente, a pesar de tus días de fiebre y enfermedad, el pequeño está sano y salvo, y tus resultados mejoraron puedes ir a casa, pero debes seguir cuidándote- Naib iba hacia la puerta quejándose en voz baja hasta que Jack le metió una de las botellitas de debida dulce en la boca, succionó un poco y se calmó en un dos por tres- los veré después- y salió caminando.

Joseph: Mis respetos Jack- y no se escucharon más gritos...

Unos días después...

Michiko

Pensé en visitar a Aesop, Mary está ocupada y me aburrí en casa, además salir más a menudo no me hace daño, pero al entrar sentí que llegué en un mal momento, fui a la cocina y vi a Aesop escondido.

Michiko: ¿Qué pasa?- tomé su mano y se calmó un poco.

Aesop: Claude- abrí los ojos- está aquí, esos dos llevan discutiendo y me escabullí hasta aquí- se escondió en mi pecho al escuchar pasos- tengo miedo- y el hombre que todo mundo odia se apareció.

Claude: Así que eso era lo que me ocultabas- Aesop trató de correr, pero le tomó duro la muñeca- si yo no tengo la oportunidad, tu tampoco Joseph- tomó el cuchillo y apuntó a Aesop en el vientre- di adiós a tu todo- no pude del miedo, agarré el sacacorchos y se lo enterré en la cabeza.

Michiko: L-lo siento, no era mi intención, iba a lastimarlo y...- dejé de hablar cuando Joseph sonrió calmado.

Joseph: No te molestes en disculparte, hiciste lo que yo no fui capaz de hacer en todos estos años- Aesop se estaba calmando- y gracias a tí, ya puedo estar más tranquilo.

Hasta el próximo capítulo....

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