Capítulo 1

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Al instante lanzó un garrazo para apartarlo, sintió que rasgó su piel pero el animal no se inmutó, lanzó un rugido y lo atacó de vuelta.

Con la fuerza de sus patas lo empujó haciéndolo volar sobre él para después caer de espaldas en el suelo, se puso sobre sus cuatro patas y caminó alrededor de el Lobo gruñendo en su dirección viéndolo desafiante. Sin embargo, él no era un salvaje como aquel animal, no sabía de combate ni de defensa, nunca había tenido que hacerlo por lo que era más humano que animal, pero aquel Lobo que tenía enfrente era fácilmente clasificable cómo un animal salvaje.

El Lobo se levantó y gruñó de vuelta caminando en círculos manteniendo la distancia con él. Nuevamente se lanzó a atacar y esta vez Hueningkai lo detuvo con un zarpazo pero el animal lo tumbó al suelo, ambos lanzaron mordidas, consiguió herir su pata pero de pronto se vio obligado a quedarse completamente quieto.

Su cuello era rodeado por la dentadura del animal que amenazaba con morderlo, no dejó de gruñir dando a entender que no iba a dejarlo morder su cuello pero el lobo gruñó más alto por lo que guardó silencio.

Pensó que con esto iba a estar conforme sabiendo que no volvería a aparecerse por ahí. Pero se equivocaba y fue tarde cuando se dio cuenta.

Los colmillos del animal se cerraron en su piel, rugió de dolor sacudiendo su cuerpo antes que el lazo se formara, pero con solo diez segundos sintió este sellado. Era extraño, lo normal era que un Alfa mordiera a otro Alfa para marcar territorio y no buscaba un lazo por lo que solo mordía unos segundos y después arrancaba la carne, pero ese animal no había cumplido con esto, formó un lazo con él, cosa que lo dejó impactado.

Aún sin poder asimilar lo sucedido terminó transformandose por puro impulso pues sabía que había una oportunidad de que el Alfa se asqueara y se fuera. Pero el lobo también se transformó y esto lo sorprendió aún más.

Su mente dio una vuelta al caer en cuenta de lo que pasaba. El lobo quería aparearse con él.

Retrocedió a rastras en el suelo hasta chocar su espalda con el tronco de un árbol, mientras que el chico gateaba en su dirección. Estando cerca, lo acorraló poniéndose entre sus piernas y acercando su rostro al suyo, gruñó rechazando la cercanía y alzó su puño dispuesto a golpearlo de ser necesario, el contrario rió burlándose de su intento de amenaza.

-Anda, golpeame, te lo permito. - dijo casi riéndose a lo que él rugió molesto -

Quiso golpearlo pero su cuerpo no reaccionó, no podía moverse, estaba totalmente congelado, estaba totalmente quieto, algo le decía que no debía agredirlo, que debía respetarlo y alejarse de él, su Lobo estaba rendido y había decidido dejar que sus instintos lo dominaran, por lo que no quiso golpearlo para evitar molestarlo y ser atacado.

Hueningkai se quedó impactado, él de verdad estaba siendo domado por el lobo, aceptando que había sido sometido y que no había más qué luchar.

-¿Lo ves?. - se burló a lo que él descendió su mirada y bajó su puño al momento que por fin logró reaccionar - ¿Qué tal Alfiita?, ¿Cuál es tu nombre?.

-¿Qué te importa?... - murmuró con voz quebradiza, se sentía humillado y por ende impotente, sabía que había caído en la desgracia gracias a esa simple mordedura -

-¿Por qué tan agresivo?, ¿Vas a llorar?. - dijo buscando su mirada a lo que él lo evitaba -

-¿Qué demonios te importa?. - dijo esta vez un poco mal fuerte, el contrario gruñó y tomó su barbilla para que elevará su mirada -

-¿Me retas?.

-¿Qué te importa?. - dijo con lágrimas en sus ojos casi rugiendo, se sentía dolido -

Domado || SookaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora